AU| El Príncipe Michael de Eldoria está comprometido en sagrado matrimonio con el Príncipe William de Astoria desde que nacieron, pero a ninguno de los dos le agradó la idea.
17.06.2024
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Mike estaba inquieto. Llevaban ya una hora en la misma posición, apenas moviéndose, y aunque al principio pensó que podría aguantar, ahora el leve cosquilleo en su muslo izquierdo se estaba convirtiendo en una incomodidad insoportable.
Según su madre; William y él necesitaban más retratos juntos como pareja, por eso está ahí intentando acomodarse sutilmente, cambiando el peso de una pierna a otra, pero incluso el más mínimo movimiento causaba que el pintor se detuviera y levantara la vista con una expresión de desaprobación silenciosa. Este maldito retrato lo va a sacar de sus casillas. ¿Que importa un retrato más o un retrato menos? Mike ya tenía bastantes, sería mejor que los pintaran cuando se casaran y no ahora que es innecesario.
Will, sentado a su lado, parecía un retrato vivo de la perfección: su postura impecable, su rostro sereno y sus manos cruzadas delicadamente sobre su regazo. No había ni una pizca de incomodidad en su semblante, lo que solo aumentaba la frustración de Mike. Sabía que Will lo estaba notando, que cada pequeño ajuste que intentaba hacer lo sacaba de su concentración.
Finalmente, Will giró apenas la cabeza y lo miró de reojo, sus ojos verdes llenos de una irritación. — Ya, quédese quieto.- susurró con un ligero reproche.
Mike dejó escapar un suspiro frustrado. — Eso intento.- murmuró entre dientes, su mandíbula tensa. — Pero tengo una maldita comezón en el muslo. ¿Cómo se supone que me quede quieto cuando siento que algo me está comiendo la pierna?
— Por Dios, Michael.- Will mantuvo su mirada fija al frente, pero la molestia era evidente en su tono. — No importa lo que sienta. Esto es importante. Nos están pintando juntos para el salón real, ¿puede al menos comportarte con un poco de dignidad?
Mike apretó los labios, luchando contra el impulso de mover la pierna de nuevo. — Fácil para usted decirlo. Está sentado y no tiene la sensación de que un ejército de hormigas está marchando sobre su muslo.
Will rueda los ojos, su postura no se quebraba ni un ápice. — Ignórelo.
Mike lo miró con incredulidad. «¿Ignorarlo? Claro, porque ignorar una comezón siempre funciona.» Con un gruñido contenido, apretó los puños sobre sus rodillas, intentando concentrarse en otra cosa que no fuera el picor constante.
— Si lo intenta de verdad, funciona.- dijo Will con esa calma exasperante como si hubiese le di sus pensamientos, solo conseguía irritar aún más a Mike, algo en su interior decidió que si él no podía estar cómodo, entonces Will tampoco lo estaría.
Así que, de manera disimulada, Mike movió una mano hasta alcanzar la oreja de su prometido, dándole un ligero toque con la punta de su dedo. Will parpadeó, su mandíbula tensándose, pero no dijo nada al principio. Mike, sintiendo que había encontrado una manera de desquitarse, repitió el gesto, esta vez tocando un poco más insistentemente.
