AU| El Príncipe Michael de Eldoria está comprometido en sagrado matrimonio con el Príncipe William de Astoria desde que nacieron, pero a ninguno de los dos le agradó la idea.
17.06.2024
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El viento del mar soplaba fresco y salado sobre el rostro de Will, mientras se encaramaba ágilmente al palo mayor del barco, un mástil robusto que se elevaba sobre la cubierta como un monumento al cielo gris y abierto. El navío cortaba las aguas del mar de Eldoria. Will trepó por el enmarañado juego de cuerdas y poleas hasta un punto desde el que pudiera observar mejor el horizonte.
Desde su altura, veía cómo se aproximaban lentamente al puerto de Eldoria, sus ojos escrutando las altas torres del castillo. El olor del mar de Eldoria era distinto al del Astoria. Aquí, el aire era más denso. Inspiró profundamente, dejando que aquel aroma se filtrara hasta sus pulmones.
Una parte de él, por más que intentara negarlo, sentía un leve entusiasmo. Will sacudió la cabeza, una pequeña sonrisa curvando apenas sus labios. No quería admitir, ni siquiera ante sí mismo, que en el fondo sentía deseos de volver a ver a su prometido.
Pasó cuánto tiempo, ¿un año? Tal vez menos. La sensación de haber transcurrido un año era vaga, pero la realidad es que después de lo sucedido en Finsbury, Will no regresó a Eldoria como habían acordado. Sin embargo, ahora se encontraba ahí, en barco rumbo a la ceremonia de los 18 de Michael, es una ceremonia que no podía faltar.
Will ya había cumplido 18, había pasado por su ceremonia de adultez, pero no fue tan significativa como había imaginado. Desde antes de ese día, había comenzado a ayudar en todo lo que podía, cumpliendo con lo que había prometido. La edad, aunque le daba más libertad, también lo acercaba a las responsabilidades que siempre había querido asumir a fondo. En la mitad de marzo, estuvo ocupado trabajando en Astoria, principalmente con los huérfanos y los ancianos. Sin embargo, sus esfuerzos no fueron siempre bien recibidos. La gente hablaba, y no precisamente bien. A menudo lo comparaban con Jonathan, quien se encontraba completamente enfocado en los asuntos políticos y militares del reino. También en dar herederos, que por cierto, aún no ha dado.
Will entendía que Jonathan tenía mucho trabajo. No esperaba que fuera de otro modo, pues era el futuro rey. Pero Will se encargaba de los aspectos más sentimentales y diplomáticos, cosas que aunque importantes, a menudo se veían como menos significativas. En la corte, lo llamaban el "segundo", y aunque él se esforzaba por hacer su parte, nunca podría escapar de la sombra de Jonathan. Lo que más le molestaba, sin embargo, no era el trabajo en sí, sino esa constante sensación de ser comparado y evaluado como un complemento de su hermano. Will detestaba eso, aunque no creaba tensiones con su hermano, le molestaba esa sensación.
Bueno, el punto es que ha estado tan ocupado que ni siquiera ha tenido tiempo para mandarle una carta a Michael, intento escribir una pero se dijo a sí mismo que es ridículo porque Michael no ha enviado ni una. Entonces no sabe cómo ha estado él desde el viaje a Finsbury.
Nadie más sabe lo que ocurrió entre ellos allí, ni el beso que compartieron. Y aunque su mente se mantiene ocupada, no puede evitar pensar en él. A veces trata de sumergirse en el trabajo, esperando que su cerebro se olvide por un momento de los labios de Michael, pero la noche siempre llega, y con ella, el sueño y las fantasías.
