Capítulo 9

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Un día de compras.

Hacía tiempo que no salía solo con su cuidador, siempre era en compañía de los demás o él mismo acompañaba a alguien más. Pero hoy era un día solo para él y su cuidador, quien le tenía bien sujeto de la mano para evitar perderlo o que alguien intentara alejarlo de su lado. Obviamente el pequeño no iba a permitir que alguien le quitara a su papi, por lo que siempre solía ser muy celoso o muy pegajoso con él, claro que permitía a sus amigos jugar con su papi; pero siempre en su presencia.

—¿en qué piensas tanto bebé? —preguntó el mayor viéndolo con una sonrisa curioso por la mirada fruncida de su pequeño.

—pienso en papi, y solo en MI papi —enfatizó el "mi" con una dulce e inocente sonrisa que hizo reír al mayor.

—eres tierno hannie, MI dulce hannie —enfatizó de igual manera Minho, pues ambos eran muy celosos. Uno más que el otro, pero lo eran.

—¿dónde iremos papi? —preguntó curioso al ver que se adentraban al centro comercial.

—iremos a comprar algunas cosas que faltan en la casa bebé, y si te portas bien dejaré que lleves algo sólo para ti —dijo para ver el hermoso brillo de los ojos del chico que saltó de alegría.

—¡¡hannie se portará bien!! —exclamó emocionado por poder llevar algo sólo para él.

Ambos siguieron su camino y tomaron un carrito especial para littles, en donde colocó a Jisung para así no hacer que caminara mucho y se cansara, pues conocía a su niño y sabía que era muy fácil de hacer que se irritara. Caminaron por algunos sectores del lugar, llegando a la parte de frutas y verduras dónde el menor miraba asombrado la variedad de estos alimentos con sus encantadores colores.

—¡¡mira papi, una manzana roja!! —Han era alguien que amaba el rojo y le gustaba mencionar dichos objetos o alimentos de ese tono—¡¡fresas rojas, tomate rojo, pimentón rojo!! —siguió nombrando cada alimento de ese color que veía, haciendo que Minho no dejara de sonreír por lo tierno que era.

—mira mamá, ¿por qué ese chico está sentado en un carrito y gritando como un niño pequeño? —preguntó un niño que iba a lado de su madre quien le dedicó una mirada de desagrado a la pareja.

—es un chico enfermo mi amor, no deberías juntarte con personas anormales. —le dijo la señora para luego mirar al par notando como era observada por Minho quien escuchó esas palabras— en cuanto a usted —señaló al mayor— debería darle vergüenza de salir con un fenómeno como él, dañas la imagen pública y él daña la vista de los niños con su actitud anormal —finalizó obteniendo una dura y fría mirada del bailarín que le hizo tener escalofríos.

—escuche señora, no debería ir por ahí envenenando la mente de inadaptado que tendrá su hijo de tanto vivir contigo. Ahora que lo veo, lo compadezco de que tenga a una madre tan incompetente como usted. Si me disculpa, debo seguir con mis compras y le advierto que si vuelve hacer un comentario así el día que vuelva a encontrarme, le demandare por daños hacia la persona. Que tengas buen día, vieja bruja.

finalizó para así ver como la mujer se retiraba indignada del lugar, por lo que continuó tranquilo con sus compras de no ser porque su bebé lo hayaba más callado de lo normal y eso le preocupó, por lo que le observó notando que estaba algo decaído.

—¿sucede algo bebé? —preguntó a la vez que dejaba las bolsas en el carrito y lo movía hacia el sector de cereales.

—¿soy un anormal, un fenómeno? —preguntó dejando estático al mayor quién le observó sorprendido por la pregunta— dime hyung, ¿estoy enfermo por ser como soy? —volvió a preguntar esperando una respuesta, pues incluso estaba fuera de su espacio al escuchar esas hirientes palabras hacia su persona.

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