MISIÓN AGRIDULCE

[0.7★]

Todos iban de un lado a otro con desesperación ante la pronta llegada del nuevo jefe y socio de las empresas MN. Sin contar a Min Yoongi quien no se movía de su oficina por nada y tan solo observaba con tranquilidad el alboroto que había fuera, el cual se podía apreciar con facilidad a través de la pared de vidrio polaridad que dividía el lugar – Hermanito ¿Por qué tan solito? – Namjoon entró mostrando una sonrisa resplandeciente, teniendo la intención de molestar a su mayor con cosas tontas, ya que él estaba muy aburrido con el tema de las empresas y eso.

--Ahora no estoy de humor para tus chistes, Nam. Déjame solo, quiero terminar con estos documentos y diseños.

--Vaya que humor. Yo que venía a animarte un poquito, pero bueno – se acostó en el sillón, siendo ignorado por el blanquecino que seguía haciendo sus cosas en el portátil -- ¿Sabías que el nuevo socio es muy guapo? Papá me lo dijo, dice que lo vio cuando viajó a Estados Unidos para aprobar la compra, y eso no es todo, él también es un Do...--fue interrumpido por una mujer que entró inesperadamente a la oficina.

Los hermanos firmaron con la cabeza ante el comunicado de la muchacha, esta hizo una reverencia al momento de salir – Ibas a decir algo... ¿Qué era? –Namjoon negó sonriente y el mayor no insistió mucho por la respuesta – Como sea, vamos o papá se enojara si no llegamos primero que él...--al cerrar la laptop, sin antes guardar los documentos que estaba corrigiendo, Yoongi se levantó y fue directo al perchero para tomar su saco negro, saliendo luego de la oficina junto a su hermano.

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Dando un besito en la frente, Jimin se despidió de sus pequeños niños que se quedaban en el auto en compañía de su Nana, a quien le rogó mucho para que viniera con ellos. Los menores sonreían tiernamente estando sentaditos en su lugar disfrutando de su deliciosa leche de plátano, siendo el único motivo por lo que los gemelos no insistían en ir junto a su padre.

Anticipadamente el pelirosa le dio unas cuantas indicaciones a la mujer, siendo una de ellas, la de no dejar que lo menores salieran del auto por ningún motivo, ya que estaba seguro de fuera del edificio había muchos paparazis que estarán ansiosos por conseguir fotos de cualquier cosa que le convenga a su noticiero. Por lo cual no quiere exponer de ese modo a sus hijos, los cuales le temen a la multitud y a los ruidos fuertes.

--Cuídalos, vendré lo más rápido posible. Tan solo voy firmar unos papeles y ya.

Agitando sus manitos, los hermanos se despidieron de su papi a través de la ventana del carro.

Recibiendo unos lentes negros y una mascarilla del mismo color, Jimin siguió al hombre de estatura alta que lo guiaba por la entrada trasera del edificio, evadiendo por completo a las personas que esperaban impacientes que alguien saliera y le diera información para sus programas.

Al estar al fin dentro, Park se quitó lo que cubría su rostro, guardándolo en el bolsillo de su abrigo, tomando luego el ascensor directo al tercer piso. Tal como se lo habían dicho.

Cuando la puerta del elevador se abrir, Jimin sintió su cuerpo tensarse al recordar que está a pocos pasos de volver a ver al hombre que destruyo su vida por completo – Respire profundamente señor, todo saldrá bien – al escuchar la dulce y reconfortante voz de su asistente, se sintió más tranquilo y con ganas de seguir con lo que había planeado todo este tiempo. 

No pasó mucho tiempo para que el doncel estuviera frente a la entrada de la sala, esperando a que la mujer saliera y lo dejara pasar luego que comunicara su llegada --El Señor Park Jimin ya está aquí -- Sin más nada que decir, ella cedió el pase al resplandeciente hombre de cabello rosa que traia una mirada neutra, siendo seguido por su asistente que susurro suavemente un "Todo saldrá bien"

Sin olvidarnos que un distraído blanquecino de cabellos castaños se mantenía de espaldas en una esquina de la sala, mientras hablaba por teléfono sin darse cuenta que la persona a quien esperaban con muchas ansias, descontandolo, ya que a yoongi no le importaba ni un poco quien fuera él, ya había llegado – Papá, dice mi madre que...-- Los ojos gatunos de Min se conectaron sin previo aviso con los del recién llegado, al momento de voltear, sintiendo una corriente eléctrica intensa pasar por todo su cuerpo, ocasionado que su piel se enchinará.

--¿Por qué su sorpresa señor? ¿Acaso no hemos visto en otro lugar?

Esa voz tan dura y seca hizo salir de aquel transe en el que estaba, acercándose nerviosamente a su padre, tomando asiento junto él y su hermano, el cual no dejaba de observar al más joven con tanto detenimiento o eso era lo que parecía.

--¿Cuáles son los papeles que debo firmar? Mi tiempo es muy importante para mí – Ordenó y el abogado se levantó de su asiento para acercarse al más joven y entregarle los documentos, los cuales fueron firmados y sellados en un instante -- ¿Eso es todo? – pregunto y a los demás no les quedó de otra que afirmar lo dicho – Vaya que pérdida de tiempo tuve – exclamó con mal humor.

--Señor el dinero...

Jimin sonrió tomando el maletín entre sus manos, colocándolo luego sobre la mesa – 2 millones de wons...-- empujo con fuerza, haciendo que aquello vaya directo a hacia el blanquecino que no le quitaba la mirada de encima – espero le sirva de algo...Señor Min Yoongi, tómelo como propina. Me retiro...

Esas últimas palabras, hicieron un clip en los recuerdos de Mín, haciendo que sus ojitos gatunos se abrieran como platos de opero "Aquí tienes 2 millones de wons, no te quiero volver a ver nunca ..." se repitió así mismo en un susurro silencioso, saliendo en ese instante corriendo detrás del pelirosa -Espera...

Así luce Yoongi.