Capítulo 3

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"El futuro se ve brillante, cómo el negro de está noche."


(Television Heaven, Lana del Rey)


Rosé había golpeteado a Lisa severamente después de tal habladuría, ésta exasperada empezó a gruñir intentando deshacerse de la omega que la atacaba con vehemencia y su alfa entonces se acercó a apaciguar la situación.

ㅡLis, vamos hermana, deja de gruñirle o me voy a enojar.

ㅡ¡Qué me deje en paz! ㅡExigió sosteniendo las manos que violentaban su pecho con odio. Jisoo gruñó en serio y se acercó a tomar a su omega de la cintura.

ㅡRosé, mejor ya déjala. Hablemos de esto de la manera más civilizada.

ㅡ¡No! ¡Lisa Manobal, deja de ser una idiota sin corazón y no juegues con cosas así! ¿No ves que la pobre chica está perdida? ¿¡Te parece gracioso burlarte así de ella!? ㅡAlegaba tirando manotazos. La alfa se mantiene mirando a la omega detrás de ellas con su semblante serio, y Jennie se encogió pequeña en su lugar.

ㅡNo estoy jugando. ㅡAdvirtió para todas las presentes y con su vista aún aglutinada a la omega menor. Levemente esquivó a la caótica pareja y se acercó al sillón dónde se hundía la chica.

ㅡHablemos. ㅡDemandó mientras la joven la miraba a los ojos. ㅡ Sí hablas conmigo podemos llegar a un acuerdo, y todo va a estar bien. ¿Sí?

Jennie la miró a los ojos por primera vez desde que habían coincidido, intentando descifrar un rastro de mentira o crueldad en ellos. Eran tan oscuros y hondos como pozos pero adictivos como cafeína pura.

Rosé y Jisoo forcejeaban entre sí para evitar que la omega rubia cometiera una locura. Lisa ya harta, volteó su cabeza sobre su hombro y mostró los colmillos.

ㅡMejor vuelvan otro día, Jisoo. Necesito encargarme de esto.

ㅡ¡Bolas! ¡Tonta si crees que la voy a dejar a tu merced!

Jisoo tenía miedo de que Lisa arremetiera contra su omega, pero tenía más miedo de que ésta arremetiera contra ella. Aflojó un poco su agarre y aspiró sobre su cuello para tranquilizarla y transmitirle templanza, se vería en la penosa necesidad de incluso lamer su marca para que la omega volviera en sí. Se comportaba como una madre cuidando de su cachorra.

Lo más curioso era que la omega más chica asemejaba, de hecho, a una pequeña cachorrita con sus adorables ojitos y sus abultadas mejillas.

ㅡVamos, Rosé. Confiemos en Lisa ¿Si? Actúas como si fuera una asesina serial. ㅡSeguía con su nariz clavada en el hueco de su cuello, y sobando sus hombros como animandola. ㅡ Podemos dejarle nuestro número a Jennie ¿Te parece? ㅡRonroneó en su oído. Rosé despabilo y, con calma, asintió.

Se acercó hasta el sillón y empujó a la alfa poco importándole si estaba en la borda de conseguir un golpe. Se arrodilló frente a la adolescente y rascó su pelo con cariño.

ㅡEscucha Jennie, yo sé que tienes miedo. Ésta idiota olvida como tratar con humanos todo el tiempo, así que no te espantes si es muy tosca. ㅡAdvirtió echando un vistazo hacía la alfa que se paraba cruzada de brazos. ㅡ Pero este es nuestro número telefónico, este de aquí es el de mi celular y este otro el de Jisoo. ㅡAnotó con una pluma los dígitos en una de las servilletas que acompañaban a los brownies.

ㅡGra-gracias, Rosé unnie. ㅡReverenció tomando la servilleta ofrecida.

ㅡSi pasa algo llama a cualquiera de éstos y vamos a ir por ti. ㅡPrometió mientras se alejaba y tomaba su charola en manos, indignada amenazó con la vista a la dueña de la casa y se retiró. Jisoo rascaba su cuello en incomodidad cuando Lisa la miró expectante con la ceja alzada.

Kerosene | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora