Capítulo 19

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"No sabíamos que lo teníamos todo, pero nadie te avisa antes de la caída. Y estoy devastado. No me dejes, estoy enfrentando la pérdida más grande de todas."
                    
(The Greatest, Lana Del Rey)
 

 
                 
ㅡJennie. ㅡLa llamó Lisa desde la cocina viendo todas las compras que había dejado sobre la mesa.
                    
ㅡ¿Uh?
                    
ㅡTienes tantas cosas de conejos y perros aquí. ¿Cómo sabes que le va a gustar eso a la bebé? No sé ¿Y si a Yizhuo al final le gustan los autitos? Además ¿Quién le compra esto a una recién nacida? ㅡPreguntó levantando una lapicera de conejitos.

ㅡ¿Quién dijo que eso era para YiYi? ㅡLe arrebató la lapicera. ㅡ Es mío, mira. ¡Y también compré estas notas! ㅡDijo enseñándole unas notas con imán por detrás decoradas con perritos en las esquinas. ㅡ Las hojas de tu lista de compras son muy anticuadas.
                    
ㅡ¿Me estás diciendo vieja?
                    
ㅡTe estoy diciendo aburrida.

Lisa resopló y dejó un pequeño beso sobre su coronilla. Jennie podía llegar a ser muy infantil si se lo proponía.
                    
ㅡNo quise comprar nada más de bebés porque... porque no es lo mismo ir con ellas que contigo. ㅡConfesó acariciando las orejitas de un perro amarillo. Acababa de regresar de una tarde de compras con Rosé, Joohyun y Nayeon.
                    
ㅡ¿Es en serio?
                    
ㅡMe hace más ilusión. ㅡConfirmó asintiendo.
                   
ㅡEstoy libre el fin de semana. ¿Qué te parece? Podemos ir a visitar también la pista de hielo que empiezan a montar por estas fechas. ㅡLe propuso atrayéndola a su regazo sobre la silla del comedor mientras la omega sacaba todo de las bolsas.
                    
Habían pasado dos semanas desde el celo, y estaban siendo muy cuidadosas y precavidas porque en su última visita al doctor, que había sido aproximadamente hace unos tres días, les habían advertido que estaban en la etapa en la que la bebé podría nacer cuando quisiera. De todas formas, Jennie se sentía confiada porque su propio cuerpo no le avisaba ni sufría de molestias o bochornos en exceso.
                    
Claro que caminar mucho a veces resultaba pesado y se fatigaba rápidamente, pero a pesar de eso estaba feliz de que su bebé muy seguramente sí cumpliría los nueve meses de incubación dentro de su pancita.
                    
ㅡPero yo no sé patinar. ㅡPuchereó triste la omega. ㅡbMe da miedo porque a los once años me caí y nunca he vuelto a poner mis pies en unos patines.
                    
ㅡNo te dije que íbamos a hacerlo, sería peligroso que te resbalaras desde luego. ㅡLe aclaró Lisa dejando un pequeño beso en su espalda.
                    
ㅡ¿Crees que Yizhuo esté aquí antes de Navidad?
                    
ㅡEstoy segura. Ya casi es diciembre y tú ya pareces una tetera a punto de estallar.
                    
ㅡ¡Lisa! ㅡLa reprendió con un manotazo. ㅡ Déjame en paz.
                    
ㅡPero eres una teterita muy linda. ㅡLe aseguró riendo mientras sobaba su cuello.
                    
ㅡOye ¿Y tienes miedo?
                    
ㅡ¿Miedo? No tengo miedo. ¿Tú sí?
                    
ㅡSeulgi me mandó un vídeo del parto natural de su mamá el otro día.ㅡLe explicó con una mueca de asco.ㅡFue horrible verla nacer. Pero el punto aquí es que temo por mi vida, Lisa ¿¡De qué te ríes!?
                    
ㅡNada, nada. Es que ese vídeo del parto de Seulgi es muy bueno, en especial cuando su padre se desmaya. ㅡDijo conteniendo una risa.
                    
ㅡ¿Pero acaso nadie oyó los gritos de su madre? Parece que le estaban sacando el alma. Le dije a las chicas y solo me dijeron que el parto natural va a dolerme, pero que la recuperación de la cesárea va a ser peor.                                 
                               
ㅡBueno, Jennie... no creo que sea tan fácil como ir a cagar y ya. Es un ser humano, pero al final del día sabes que tienes dos opciones. Si cambias de parecer y quieres una cesárea dímelo y la programamos.

Kerosene | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora