Capítulo 16

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"Porque eres solo un hombre, es justo lo que haces, tu cabeza en tus manos mientras me pintas de tristeza. Sí, tú eres solo un hombre de principio a fin."
                  
(Norman Fucking Rowell, Lana Del Rey)
                  

Lisa manejó por lo que pareció una eternidad con Jennie a su lado, ni la canción más movida o energética que transmitieran por la radio podía distraerlas de la bola de estambre que eran sus estresantes pensamientos.
                  
Llegaron a un cendero que conducía a un gran lago dentro del bosque, era totalmente pacífico con los patos que se adueñaban de las orillas y migajas de restos de comida, otros nadaban entre las aguas solos o acompañados. Habían bancas en los alrededores y, por el pavimentado camino que rodeaba el lago podía decirse que no era un lugar completamente abandonado, pero por la fría mañana nadie visitaba aquel recinto de paz.
                  
Jennie bajó del auto arrepintiéndose de no haber llevado ropas más abrigadoras para el gélido aire de la mañana entre la maleza del pequeño bosque. Lisa sacó de la parte trasera dos abrigos suyos, como si los hubiera tenido preparados en anticipación, y le tendió uno amablemente para que se refundiera en la calidad de la cálida tela. Con un movimiento de cabeza Lisa la guió hacia una banca fría que daba de frente al lago, y estuvieron ahí con la frescura del aire soplándoles directamente al rostro y moviendo sus cabellos en desorden.

ㅡNo sé cómo empezar esto… ㅡMusitó Lisa con las manos en los bolsillos.
                  
ㅡPuedes empezar contándome quién es ella... Sana. ㅡRepitió el nombre con duda.

ㅡEs una larga historia. En realidad, solo será larga para tí. Las demás han reunido escombros de la historia. ㅡAclaró refiriéndose a sus amigas, lo que le hizo entender que pasarían un buen rato allí sentados. Se aclaró la garganta y prosiguió.ㅡCuando iba en preparatoria, casi como de tu edad, sabía perfectamente que iba a terminar trabajando en lo mismo que mis padres habían trabajado toda su vida. Era una vida aburrida la que todos tuvimos aquí, pero buena. Partidos de soccer o deportes sociales los fines de semana, festivales de la escuela y graduaciones que perseguir. Era casi predilecto que Momo y Nayeon terminarían juntas, o que Jisoo finalmente conquistaría a Rosé. Creo que, de ser como todo mundo pensó que sería, yo tendría a Seulgi marcada y con cachorros ahora mismo. ㅡParó para empezar a darle cuerpo a la conversación.
                  
ㅡEntonces una familia extranjera llegó al vecindario con una hija adoptada, era japonesa. Se habló de ellos en todas las reuniones de madres, y en todas las casas también. Tenían dinero, y ella había estudiado en Estados Unidos hasta la secundaria. Llegó a mi clase un día con una inusual confianza para una omega, me recordaba mucho a la personalidad de Rosé. Se llamaba Sana, y supongo que intuyes qué pasó ¿No es así?
                  
ㅡ¿Era tu novia? ㅡPreguntó Jennie lentamente, casi afirmándolo.
                  
ㅡCreí que era el amor de mi vida. La cortejé por un tiempo hasta que aceptó ser mi omega, y entonces mi vida pareció tomar un rumbo finalmente. Pasó lo que tenía que pasarle a una pareja enamorada y ordinaria de preparatoria, estuvimos juntas hasta el final antes de ir a la universidad donde creí que nos separaríamos, pero no pasó. Ella iba a estudiar arquitectura al sur de país y yo me iba a quedar aquí para administración, pero en una racha rebelde me escapé con ella para estar juntas. Apliqué en la carrera de artes plásticas y me quedé, así que en medio año ya estábamos viviendo en un departamento tan pequeño en el que apenas las dos cabíamos.
                  
Dentro de la cabeza de Lisa las escenas comenzaban a revivirse y la obra parecía retomar vida, los telones nuevamente abiertos y las luces apuntando directamente para la escenificación de aquel periodo en su vida. Las palabras salían solas cuando estaba con Jennie, era como si hubiera perdido el filtro ya hace tiempo, pero seguía existiendo ese sabor amargo cuando hablaba de ello. Había sido tan doloroso en el momento, que la única manera en que pudo sobrellevarlo fue encerrando el recuerdo.
              
Sana era la omega más libre que alguna vez haya conocido, estaba realmente enamorada y dispuesto a darlo todo. Lisa era también una tonta universitaria harta de la vida suburbana y dispuesta a luchar por su amor al arte, que se negaba rotundamente a vivir estresada y amargada como sus padres, dispuesta a mejorar y vivir una vida emocionante como la de las películas americanas. Se suponía que esos años son los mejores, los dorados, los que se recordaban para siempre.

Kerosene | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora