My Secret Love | Larissa W.

Capitulo diez:

—Listo—dijo Victor para si mismo cuando termino la sorpresa.

Cuando se había levantado después de una hora de dormir, se había pasado toda la tarde hasta la noche preparando la sorpresa. Primero se había ido al bosque a cortar algunas flores, tenía suerte de que su madre le había enseñado como tratarlas y cuidarlas para que no se marchitaran y mucho menos se dañaran, primero fue por rosas, uso los pétalos de las rosas para dejarlas en el piso de su cuarto, después fue por lirios blancos, esas flores le recordaba a Larissa, eran tan puras y bella como ella, agarró bastantes lirios, los puso en varias pequeñas macetas y las acomodo en el piso de su cuarto formando un gran corazón, en medio del corazón habia puesto el colchón de su cama para que se acostaran ahí cómodamente. La ventana grande de su cuarto la abrió por completo, para que ambos pudieran ver las estrellas desde adentro.

Estuvo tanto tiempo preparando todo a la perfección, que se había olvidado por completo de su hermana y de Tom, era increíble como una persona te hacía olvidar de todos y todo, Victor solo pensaba en Larissa y simplemente solo en ella, para el, ella era lo único que deseaba y amaba tanto que pensaba que ella era demasiado para el.

Sus pensamientos de Larissa pasaban en su mente mientras pone los últimos detalles de su sorpresa, se había encargado de ir rápidamente sin que nadie lo notara al pueblo para  comprar un vino, por suerte el vendedor no pregunto nada, luego le agradecería a Tom por enseñarle ese escondite de aquel cuarto, escondite que ambos amigos usaron una vez para escaparse juntos y jugar.

Al terminar todo, Victor miraba su cuarto con satisfacción, se sentía bien consigo mismo por el gran trabajo que hizo, ahora solo faltaba que el se arreglará, después de todo aún tenía tiempo, eran las 9:00 y Larissa llegaría hasta las 10:20.

Se dirigió a su baño, donde tardo 20 minutos en bañarse, duró poco porque ya se había bañado en la mañana, pero quería estar presentable para ella. Después se puso una camisa negra de mangas largas con cuello de tortuga, hacia algo de frío, un pantalón negro formal y unos zapatos del mismo color.

Ahora se miraba en el espejo de su baño, miraba su cabello, era tan largo que le llegaba un poco más abajo de su mandíbula, pensaba que su cabello ahora se miraba de vagabundo y muy poco atractivo, tenía un mechón de su cabello negro en sus dedos, estaba pensando seriamente en si cortarlo, pero decidió que por esa vez no, ya que se había bañado y ya estaba cambiado, así que solo optó por peinarse, tenía suerte de que su cabello era ondulado.

Se puso desodorante, tenía pensado en ponerse colonia pero recordó que no tenia, tal vez luego se compraría más cosas de cuidado personal para el mismo, quería estar lo más atractivo y bien visto para su Larissa.

Victor estaba esperando sentado en su escritorio, no podía sentarse en su cama porque ya no tenía el colchón puesto, ya que estaba en el piso. Miraba de vez en cuando el reloj, faltaban 5 minutos para las 10:20, su pierna derecha se movía desesperadamente de arriba a abajo, dándose el impulso con los dedos de su pie desde el piso, estaba ansioso de verla y nervioso de como ella reaccionaria a su sorpresa, no sabría si a ella le gustará, pero esperaba que si, se la había pasado después de todo toda la tarde preparándola.

Exactamente cuando fueron las 10:20 de la noche, desde las puertas de la habitación se escucharon dos golpes suaves desde afuera.

—¡Ya voy!—grito Victor desde su escritorio.

Se levantó de la silla, limpio sus manos sudorosas en su pantalón, paso sus dos manos por su cabello peinandose, se arregló su ropa arrugada y rápidamente, pero con cuidado de no tirar nada y tampoco arruinar la sorpresa, se dirigió a la puerta, agarró la manija nervioso, dando un último suspiro para calmarse la abrió.