Capitulo seis: +18

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Escuchaba varios sonidos de teclados,  Victor abrió sus ojos con pesadez, un dolor fuerte llegó a su cabeza, agarrándose con ambas manos intentando disminuir el dolor. cuando miro a los lados se dio cuenta de que no estaba en el bosque, pero pudo mirar perfectamente una chimenea,  una que ya conocía y de a quien le pertenecía.

—Parece que ya despertaste—escucho una voz conocida, se dio la vuelta y ahí estaba ella, tan hermosa como siempre, con su misma vestimenta que en la feria, eso significaba que aún era el mismo día o más bien noche.

—¿Qué hago aquí?—pregunto Victor con dolor en su cabeza, y sentándose en el sillón, recostando su cabeza hacia atrás.

—Yo te traje aquí, después de que te curarán las enfermeras las demás heridas—contesto Larissa con una sonrisa.

Se paró de su asiento de su escritorio y se acercó al gran sofá de cuero negro en donde su Victor estaba sentado, muy cerca de el se sentó y agarro entre sus manos su cabeza.

—¿Te duele?—le pregunto con dulzura.

El corazón de Víctor empezó a latir rápidamente y sintió como un rubor aparecía en sus mejillas pálidas, evitando su mirada, volteo a otro lado asintiendo con la cabeza.

—No te puedo dar más medicina porque ya te dieron mucho cuando te curaban las enfermeras, lo siento—dijo Larissa, sintiendo como su corazón se encogia al ver como Victor evitaba su mirada.

Todos los sucesos que pasaron en el bosque llegaron a la mente de Víctor, sintiendo un dolor más fuerte como una punzada, agarrándose la cabeza y gimiendo de dolor.

—¡¿Te encuentras bien?!—pregunto Larissa con preocupación y algo alterada.

Segundos después el dolor de Víctor disminuyo, y menos adolorido se sentía.

—si, ya estoy mejor—contesto Victor entre un jadeo último de dolor, segundos después se levantó del sillón, sintiendo nuevamente un mareo—¡¿DONDE ESTA MI HERMANA?!—gritó en desesperación y preocupación.

—No te preocupes ella está bien, ya está durmiendo en su habitación—contesto Larissa con una sonrisa—. Pero tú tienes que recuperarte, que entre los dos, fuiste el único que salio herido.—

Al verlo de esa manera tan alterado por su hermana, Larissa no evito pensar que Victor era demasiado protector y bueno para su familia, se preocupaba tanto por ellos, que no le importaba si el estaba herido o incluso si tuviera un hueso roto, se preocupaba más por ellos que por el mismo.

Victor se sintió más aliviado al escuchar que su hermana no le había pasado nada, se sentó de nuevo en el sillón agarrando su cabeza aún con sus manos. Un enorme enojo sintió en su corazón, sentía las ganas de ir a querer asesinar a Rowan por querer lastimar a su hermana.

—¡Voy a matar al maldito de Rowan!—dijo Victor con enojo y desprecio, escupiendo sus palabras.

Larissa se quedó callada ante lo dicho.

—¡Ese maldito me las pagará!—decia entre arrebatos de enojo que sentía Victor.

—Tranquilizate Victor, ya todo está bien, tu hermana no sufrió heridas alguna y tú fuiste el único, solo.... intenta tranquilizarte....para que te recuperes mejor—dijo Larissa con su voz suave acariciando la espalda de Víctor con amor.

Las palabras de Larissa hicieron que el enojo que sentía Victor en ese instante desaparecieran, su atención volvió en ella volteando a mirarla. Sus ojos se conectaron.

Larissa no pudo evitar sentirse nerviosa, aquellos ojos negros a la luz de su chimenea lo hacían ver tan bien. Decidio abrazarlo, lo abrazo con fuerza y con miedo de que se separara de ella, pero para su sorpresa el no lo hizo.

My Secret Love | Larissa W.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora