Secreto [La Obsesión]

Suerte ¿o...?

Frío.

¿Qué mejor que una hermosa vista privilegiada y única desde la sima de un árbol milenial, estar rodeadas de depredadores de caras tiernas y pelaje sedoso esperando a que bajes y le des mimos?

¿Qué tal si intercambiamos lugares y te hago toda la tarea por un año? ¿No? Pues te lo pierdes.

¡Ya sé, ya sé! Seguro piensan que estoy loca, pero cualquiera se ustedes lo estaría si estuviesen en mi lugar.

Además algo bueno pude descubrir en las cuatro horas que llevo abrazada a este enorme tronco ¡sí, exacto! Tengo un gran sentido del humor.

O simplemente mi Windows de superviviente se actualizo a Estadodelalocura.exe.

He estando reflexionando al rumbo drástico que tomo mi vida desde que mis labios y los de Tegan se juntaron ese día en los pasillos del instituto, estoy un 75,6% segura de que todo esto pasó a las infidelidades cometidas ¡un pecado cometido de los diez mandamientos! Adúlteros que somos, consecuencia de lo que paso por la desobediencia.

Mis verdugos esperaban abajo para acompañarme a las puertas de la muerte hacia el inframundo.

Tarde o temprano tendré que abandonar mi refugio, o hasta que mi cuerpo aguante. Las ramas de otros árboles están lo suficientemente lejos como para saltar y caer cuesta abajo.

Aprecié el horizonte, un paisaje único de montañas y bosques, el cielo detrás de las montañas tintado de colores rojos, anaranjados, amarillo y rosados, el sol ocultándose en el Oeste y la luna saliendo en el Este.

El cuadro de arte natural más lindo que han logrado capturar mis ojos miope.

Bueno si moriré que sea viendo la hermosa naturaleza.

¿Saben qué es lo que más me jode de todo lo que ha pasado? Que antes de citar a Tegan en ese parque solo me quedaban tres hojas para terminal mi libro favorito.

Y ahora moriré sin saber el final, quizás sea un felices por siempre o una tragedia, ahh, que pecado.

Si tengo que morir que sea lo que Dios quiera.

—¿Estás segura que era por aquí?.

—¡C-claro que sí! No estamos perdido, ¿ok?.

—Regina...

—¡Que no estamos perdidos, Stefan!.

Voces llamaron mi atención y el de los lobos. Una pareja de campistas a unos cuarenta metros de distancia, Oh no, esto no puede estar pasando.

—¡Oigan ustedes! ¡Corran, salgan de aquí! ¡hay lobos! —grité frustrada.

—¿Escuchaste algo?.

—Seguro estas alucinado, estamos en medio de la nada, tontito.

—Pero escuché gritos chillones.

—Joder, Stefan. No me asustes que capaz y sea la llorona. —se rieron.

—¡Que corran pendejos de mierda que se van a morir! ¡Corran por su maldita vida si nose quieren morir! ¡CORRAN!. —vociferé con desespero.

—¡Mierda, Regina! ¡corre que hay un loco cerca!

Miraron alrededor con miedo y corrieron en sentido contrario a donde estoy. Umh, menos mal, eso estuvo cerca, seguro ya están a salv... ..

Procese lo que acaba de pasar, lo más probable es...

Baje la cabeza mirando que los lobos ya no estaba donde se suponía que deberían estar, solo huellas en el suelo húmedo que me dio a entender que lo más probable es que fueron detrás de la pareja de hace un momento.

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