-¡Vamos, vamos, vamos!-grita una compañera de clase. Fui lo más rápido que pude hacia ella, tomé el pañuelo que estaba sosteniendo y corrí de regreso para colocarlo en una cesta. Antes de que pudiera lograrlo, el profesor ya había soplado el silbato-¡Ay, Skylar!-chilló mi compañera.
-¡Perdón!-dije con la respiración entre cortada. Caminé a donde hubiera un espacio libre, me senté en el suelo y me recargué en la pared. Todos formaban un circulo al rededor del profesor quien estaba tomando asistencia. Limpié el poco sudor que tenía con mi brazo. Estábamos en clase de educación física y habíamos estado haciendo relevos, que por cierto, no es mi fuerte. Las chicas con las que estaba haciendo los ejercicios perdieron tres veces por mi culpa. Yei.
-Jóvenes-dijo el profesor aclarando su voz mientras sacaba su libreta-, para la siguiente clase necesito que traigan el registro de su peso y estatura. Cuenta como tarea, así empezaremos con la evaluación de lo que será velocidad, flexibilidad y fuerza. También veremos lo que es el Fútbol Soccer. Habrá un proyecto en equipo, pero... ¿Qué pasa, Galabiz?
-Ah, ¿de cuántas personas va a ser el equipo?-contesta mi compañero bajando la mano.
-Tres personas. Y antes de que preguntes, yo formaré los equipos-Todos en la sala nos quejamos y, como respuesta, el profesor sonó de nuevo el silbato. Todos sabemos que cuando un profesor forma equipos nos pone ya sea con los que no trabajan o con los que no nos llevamos bien. Rara vez nos toca con alguien de nuestro agrado-Es más, de una vez lo haré-comenzó a nombrar a varios de mis compañeros. Cada vez que formaba un equipo, lo anotaba en la pizarra que había junto a una de las porterías. Algunos de mis compañeros se quejaban, a otros les daba igual y a pocos les gustaba la idea.
-Hey-dice Andrew dirigiéndose a mi-, corres gracioso.
Se sentó a mi lado y me ofreció agua de su botella. Negué con la cabeza.
-Gracias, Mr. Atleta-dije en tono burlón-, escuchar eso me motiva.
-Es que es como combinar a un conejo y a un cachorro que apenas aprende a nadar. Mueves los brazos de lado a lado mientras medio corres y medio saltas-dijo riéndose mientras movía los brazos de lado a lado como supuesta mente lo hago yo.
-Bueno, bueno. Tú tampoco corres tan bien que digamos.-No, pero sí mejor que tú.
-Lo que sea
-Y los últimos serán Palmer, Rilton y Wood-dijo el profesor poniéndose de pie y anotando nuestros apellidos en la gran pizarra blanca que ahora tiene los nombres de todos- Ah, y antes de que se vayan, Elliot y Mike, metan el material a la bodega. Espero que a la próxima no anden como idiotas colgándose de la portería.
-¿Quienes son?-le pregunté a Andrew-Me refiero a mis compañeros.
-Am, veamos... ¿Ubicas a aquellos tres de allá?-dijo señalando a un grupo de chicos que estaban bebiendo agua cerca de la portería- Bueno, el que tiene gafas es Johén Rilton y Brent Palmer es el de cabello negro y rizado. El otro negro es Kevin Galabiz.
-Ese comentario fue algo racista- digo riendo-, además, ni siquiera es negro, es un poquitín moreno- dije "poquitín" agudizando mi voz, lo que hace que Andrew se ría.
-Ya sé, pero como nosotros parecemos unos albinos a su alrededor, le decimos negro. Espera... ¿acaso dijiste "poquitín"? Nadie dice esas cosas actualmente.
-¡Oh, disculpe señor racista moderno! Prometo no correr raro y también dejar mis términos de niña-dije con sarcasmo.
-Disculpa aceptada. Y por cierto, no soy racista.En eso sonó el timbre para cambiar de clase. Andrew se levantó primero y me ofreció su mano para levantarme.
-Oye deberías sacudirte el trasero. Tienes tierra y se ve blanco- se tapa la boca para ocultar una sonrisa.
-¡Ugh! Hoy vienes insoportable- dije quitando la tierra de mi trasero.
Nos dirigimos hacia los bebederos para tomar algo de agua. Mientras íbamos caminando, Andrew estaba cantando The One de Kodaline, como yo también me sé la canción, lo apoyé con el coro. Cuando terminamos de beber agua, nos fuimos a nuestros vestidores.
Entré y tomé una llave del tablero donde estas están. Cada una, grabadas con un número diferente, indica el casillero al que pertenece, ahí guardamos lo que es ropa y zapatos. Tomé la número 15.
-¡Sky!-dice Amanda cuando me ve. Hizo un ademán con la mano indicándome que fuera con ella.
-Hola-le sonrío-¿también hay duchas aquí?- dije señalando por el hecho de que traía una bata de baño puesta y una toalla sobre su cabeza.
-Claro, están al final de los vestidores, ¿pensabas que iba a estar semi desnuda por todo el colegio? Pff- puso los ojos en blanco.
-No, no- dije riendo-Es sólo que en el colegio en el que estaba no habían duchas ni vestidores-me di la vuelta por un momento para abrir el casillero. Me quité el uniforme de educación física y me puse la ropa que había dejado en él. Al finalizar, metí el uniforme en mi mochila para lavarlo en mi casa. Me di la vuelta y me senté en la banca para ponerme mis zapatos.
-Pues tienes suerte de estar aquí-dice Amanda mientras se termina de colocar una blusa-, por cierto, ¿no le has dicho a nadie sobre lo de ayer en la noche?-dijo bajando la voz.
-No, a nadie, ¿por qué?, ¿le dijiste a Andrew?
-No, no, no. Es sólo que busqué en internet lo que son esas cosas. Las piedras que encontramos no son piedras, son cristales. No recuerdo el nombre pero no son provenientes del país o del alguna mina cercana.
-¿Qué hay de la tierra y el agua?
-Ah, eso no sé. Busqué "agua que brilla" y sólo me aparecían tutoriales de como hacer una lampara de lava y cosas así- sacó un mini short de licra y se lo puso. Después sacó una falda azul e hizo lo mismo por arriba del short-, creo que hay que pedir ayuda o al menos esperar a que alguien más se involucre en esto... Por accidente-dijo alzando ambas cejas.
-No, por el amor de Dios, no hagas nada. Ayer casi muero por tu culpa.
-No seas dramática, sólo fue un inconveniente. Fue todo. Oye, ¿qué nos toca?- dijo sacando una bolsita con maquillaje.Santo cielo.
-Eh, química. Creo que te veré allá- tomé mi mochila y salí del vestidor. Me dirigí a mi casillero donde tengo mis cosas. Fui a sacar mi cuaderno y libro de química. Cuando cerré el casillero, vi que uno de mis compañeros de equipo, el de lentes, iba pasando.
Necesito adelantar algo del proyecto o por lo menos "interactuar" con mi equipo. Sigo siendo la nueva así que quiero eliminar todo tipo de tensión antes de que me vuelva loca por no hacer amigos.
Caminé hacia él y lo detuve jalando su camisa. Creo que no fue buena idea hacerlo.
-Hey, ya, me atrapaste-dice alzando las manos y riendo-¿Tú eres...?
-Skylar. Tu compañera en el proyecto de educación física.
-Ah, sí. Wood, ¿qué pasa?
-Quería saber si podemos sentarnos juntos en el almuerzo para hablar sobre el trabajo, ya sabes, para adelantar algo, acabar todo lo antes posible y estar sin presiones. Y, si no te molesta, también para hablar, socializar, interactuar...
-¿"Interactuar"?-dijo riéndose-¿también habrán lecciones de cómo NO hablar con los demás?-No, quise decir que...
-Sí entendí. Le avisaré a Brent, digo, para que no tengas alguna dificultad en hablar con otra persona. Fue un gusto, Wood-Se volteó y caminó hacia el salón.Que "simpático"
Entré al salón y me senté en mi lugar. El profesor apenas estaba anotando algunas formulas en la pizarra. De repente me vino a la mente mi celular extraviado y Patrick. ¿Qué ha sido de mi celular estos últimos días? ¿Qué tal le ha ido a Patrick?, ¿habrá hecho por lo menos un intento de ayudarme con la desaparición de mi pequeño y amado amigo? No lo sé. Pero, si soy sincera, me gustaría verlo de nuevo, y no hablo de mi aparato.
También está West. Me preocupa. De acuerdo a lo que dijo la chica de la noche pasada, West había salido de la ciudad, ¿pero cómo se enteró?, se supone que papá es el único, además de mí, que sabe sobre eso... ¿Estará también involucrado?
-Rayos, ahora siento que desconozco totalmente a mi familia-me dije en voz baja.
Ahora que recuerdo, el celular de mi hermano tiene un GPS. Puedo rastrearlo desde su laptop. Sí, suena algo tonto pero es efectivo. Al idiota se le ha perdido más de una vez el celular, así que decidió instalar esa cosa. Aunque aveces los casos en que lo usa son demasiado estúpidos, digo, ¿quién usa eso para encontrar algo que pierdes en tu propia casa?
-¿Qué tanto piensas?-dice el chico que está sentado a mi lado.
-¿Yo?
-Ajá...-dice sonriendo.
-Nada importante, de hecho no te debería importar.
-Tienes razón, pero me resulta raro que veas fijamente a tu cuaderno cerrado por más de cinco minutos. Además de eso, estabas murmurando en voz baja-No contesté. Me volteé de nuevo a ver mi cuaderno, lo que ahora me parece interesante-Soy Brent-dice el chico-. Estamos en un proyecto juntos. Johén dijo que querías hacer como una reunión en el almuerzo.
-Ah, sí, es algo bobo, o bueno, eso es lo que me dio a entender su reacción.
-Para nada, de hecho es buena idea. Claro que nos vamos a enfocar más en hablar de nosotros por que el profesor no nos ha dicho como trabajar-Oh, cierto. Había olvidado ese detalle. Que ridícula.
-Espero que no les moleste...
-En absoluto. Relájate. Oye, ¿tienes lápiz que me prestes?-Asentí con la cabeza. Tomé un lápiz de mi estuche y se lo entregué-Gracias- sonríe-. Por cierto, te apellidas Wood, ¿verdad?
-Sí-no contestó, sólo posó su vista en el lápiz-. ¿Porqué?-pregunté trayéndolo de vuelta.
-No... Por nada, sólo una coincidencia-farfulló.
Al momento en que pronunció la última palabra, me di cuenta de con quien estaba hablando. Algo familiar tenía ese chico y era la voz. Era la misma voz de la persona que estaba hablando con aquella chica la noche pasada. Esa noche y también la tarde en que todo esto de desató.
El profesor comenzó a dar la clase y ambos nos acomodamos correctamente en nuestros asientos.
-Claro. Coincidencia.