Capitulo 5.

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-¡Genial!, bueno, ahora... Vamos ver que te puedes poner y te voy a maquillar y peinar y...
-¡AMANDA!- gritó Andrew mientras se dirigía a la sala donde estábamos Amanda y yo.- ;AMANDA!
-¡Hay! ¿Qué quieres, Andrew? ¿Estás rosado o qué onda? Que mal genio.
-¡QUEMASTE LOS PANTALONES!
Dios, esto era algo demasiado desconcertante y gracioso a la vez, esto no lo veía a diario.
-Era eso o quemar la casa, además, era lo único que tenía al alcance.
-¡ERES LO PEOR! ¡Sabes que eran los que más uso! Mis favoritos.
-Hay, pero tienes como... Muchos más iguales.
-¿Andrew?.- dije con mi miserable voz. ¿No pude usar un tono más bajo que este?.
-¿QUÉ?
-Cuidado, Sky, la gata anda rabiosa.- dijo Amanda.
-Perdón, Skylar. ¿Qué pasó?- dijo Andrew.
-¿Qué tan quemados están los pantalones?
-Pues...- dijo entregándome los pantalones.
¡QUE DRAMÁTICO ES ESTE CHICO! Lo único quemado que tenían los pantalones eran la parte de hasta bajo.
-¿Es enserio,Andrew?
Andrew se sonrojó un poco.
-QUE DRAMAS. QUE DRAMAAAAAAS.- dijo Amanda.- Si no los quieres dámelos a mi. Bueno, Elliot vendrá a recogernos dentro de media hora. Andrew, Carissa vendrá con el así que...
-Si, si. Carissa y Ellitot. Como sea.- dijo Andrew mientras se iba.
-Anda de simple, ven.
Seguí a Amy hacia su recámara y en cuanto entré sentí como el cáncer de ojo iba aumentando. Bueno, no literalmente pero es que la chica tenía una alcoba ¡ROSA! Odio el rosa. Bueno, no todo está así pero las paredes, las sábanas... Dios.
-Bien, esta es mi cueva, te daría más detalles pero necesitamos apurarnos, es una fiesta de Navidad, claro, aunque es mañana.
¡Es cierto! No se que rayos vamos a hacer mañana. Tengo que mandarle mensaje a papá luego.
-Claro.
Amanda empezó a buscar en su armario... Por dios, ¡su Armario es inmenso! Creo que ella es la familiar de barbie o algo así. Ella sacó un vestido rojo guinda, era corto y era de mangas largas y tenía la parte de la espalda descubierta, tenía detalles blancos en los hombros.
Después sacó uno azul oscuro de lentejuelas grandes, el escote era de corazón, era más simple que eso otro.
¡Sacó como ocho vestidos más! Y ni hablar de los zapatos.
-Entonces, ¿cuál te quieres poner?- preguntó Amanda.
-Ammm, todos son cortos y hace frío y no uso vestidos...
-¡Pero te verías bien!.
-No. En mi todos esos vestidos se verían mal en mi, o eso yo creo.
-¡No seas ridícula, Sky! A ver, a ti te quedaría bien el vestido morado. Tu piel no es tan clara así que está bien.
El vestido morado era corto hasta las rodillas. Era algo simple, el escote era de corazón, tenia un cinturón plateado en la cintura y tenía unos tirantes en los hombros de una tela mas fina. Me quedaba bien.
-De acuerdo, y los tacones... Quiero usar los plateados de cinta.
-Mmm, buena elección. Yo usaré el rojo guinda con unos tacones dorados.
-De acuerdo, iré a tu baño.
Me dirigí a su baño que, como era de esperar, también es grande, lo bueno es que no era malditamente rosa.
Cuando me puse el vestido me dirigí al cuarto de Amanda, ella no estaba ahí así que me vi en el espejo de cuerpo completo que tenía.
Rara vez uso vestidos, claro, vivo con dos hombres, no tengo con quien hablar de cosas "femeninas", además, no soy de las típicas chicas que solo se enfocan en la posición de los senos.
-POR DIOS, SKYLAR. TE VEZ HERMOSA.
-Gracias, tu igual, se te ve bien ese vestido. Y... ¿Acaso te alaciaste el cabello?
-Si, le dije a Andrew que le diera tres pasadas a mi cabello, siempre ha sido fácil de peinar. Tu lo tienes ondulado, solamente haré esto...
Tomó mi coleta de caballo y la soltó, movió mi cabello hacia un lado y para que se sostuviera mejor puso pasadores.
-Ahora el maquillaje, tú lo haces, ¿no?
-No...
-Por Dios...- tomó el maquillaje y comenzó a hacer lo suyo.- Bien, ahora, ponte estos pendientes. Te esperaré en la puerta de atrás. Espero que tu hermano no nos esté vigilando.
-West es raro...
-Pero es guapo.
-No lo creo.
-Si, es lindo. Solo cambia esas camisas con estampado de video juegos y las manos pegajosas... Sería un galán.
-Bueno, tú no vives con él. Si quieres puedes tenerlo de prueba una semana.
-¿Me estás vendiendo a tu hermano? O peor, ¿estás haciendo una oferta barata de él?
Algo así.
-¡Es que se trata de mi hermano!.
-Son nuestros hermanos, cuando hablamos de ellos para nosotras son la cosa más abominable de este mundo. Por ejemplo, Andrew para mi es un caso perdido y para las demás chicas es la criatura más sexy de este mundo. Y supongo que tú crees lo mismo.
Sentí como mi cara se calentaba. Andrew era guapo y... Hace unos instantes lo vi sin camisa y estaba en shorts.
Amanda soltó una risa.
-Perdón. Quería ver si Andrew te calentó la hormona, lo dudo pero supongo que lo crees lindo. Bueno, es válido, puedes ver a mi hermano mientras tu me dejes comerme con la mirada al tuyo.
-Claro...
-¡Amy!.- gritó Andrew.- Elliot llegó. ¡Dense prisa!
-¡Ya vamos!. Ven.
Amanda y yo nos dirigimos hacia la salida, y en cuanto Andrew nos vio, dirigió su mirada hacia mi, pasándola desde pies a cabeza.
Rayos, seguramente ahora soy un maldito tomate.
Salimos y nos dirigimos a una camioneta negra.
Todo iba bien hasta que posamos nuestras miradas en un chavo que se estaba... comiendo a una chava.
Amanda soltó un bufido.
-Elliot, déjate de cosas. Eso hazlo en tu casa, quiero mantener mi apetito.
-Si, si.- dijo el chavo separándose de la chava y se dirigió a nosotros.- ¿quién es la chica?
-¿Ella? La nueva vecina, se llama Skylar.
-Hola.
-Hola, vámonos, llegaremos tarde
-Vamos.- dijo mostrando una sonrisa.
Entramos al auto después de Amanda.
Habían mencionado que el viaje duraría más o menos una hora así que me recargué en la ventana y traté de dormir un rato.

Tuviste que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora