Capítulo 1.

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¡Al fin llegamos a la casa nueva!. Pensé que el viaje sería eterno. Me duele el trasero de tanto estar sentada, es más, creo que está más plano de lo que ya estaba. Genial.
West está dormido aún. Típico.
-¡WEST! ¡YA LLEGAMOS A LA CASA!
West abrió los ojos y lo primero que hizo fue agarrar la almohada que estaba apoyada en la ventana para aventarla hacia mi cara.
-¡Cómo molestas, Skylar!
Solté una carcajada.
-Baja del auto ya, holgazán.- dije quitándome la almohada- Ayuda a papá a bajar las cosas del auto.
-No entiendo por que tu no ayudas. Tienes brazos y piernas.
-Soy una niña, sólo bajaré mis maletas. Tu eres el segundo macho que se encarga de bajar cosas.- le dije mostrando una gran sonrisa burlona.
-Tonterías. Solo lo eres cuando te conviene.
West bajó del auto y empezó a bajar algunas cosas. El resto de la paquetería se supone que llegará mañana, así que lo único que hay en el auto son maletas.
Agarré mis dos maletas y me dirigí al interior de la casa. En las maletas solo tenía ropa y cosas básicas para la mudanza, así que no pesan demasiado.
Cuando entré a la casa lo primero que vi fueron las escaleras al final del pasillo, supongo que las recámaras están en el piso de arriba. A la derecha del pasillo está lo que se supone que es la cocina y el comedor y a la izquierda está la sala, es grande, no tanto pero esta amplia.
Subí las escaleras. Habían tres recámaras, de las tres solo una es más grande que las demás. Tengo que pedirla antes que West me gane.
-¿Skylar?
Di un pequeño brinco, estaba tan tranquila que la voz de mi papá me espantó.
-¿Mande, papá?.- le contesté sonriendo.
-¿Te gusta la casa? Es diferente a la que teníamos pero creo que...
-Papá, está bien. Me gustó. Tiene tres recámaras, no me preocuparé por compartir espacio con West. Por cierto, quiero la recámara más grande.
-Claro. Es lo que te iba a decir. La grande será tuya. Tienes más cosas que nosotros así que es tuya.
-¡Gracias!.
Le di un abrazo a mi papá. Me devolvió el abrazo y la sonrisa que tenía se desvaneció.
-¿Qué pasa?
-Desearía que tu madre estuviera aquí.
Me separé completamente de el y lo miré a los ojos.
-Todos deseamos eso, pero hay que seguir, papá. Ese es uno de nuestros propósitos, ¿no?, seguir adelante.
-Claro.- me mostró una sonrisa, evidentemente forzada.- Voy a ir al súper con West a comprar algo para comer, si quieres puedes ir. Por cierto, no se donde vamos a dormir, aún no llegan las cosas, creo que dormiremos en el auto.
-¿Es enserio? ¿Y si te dejas de cosas y compras algo?
-¿Y si te pones a socializar con gente que tenga algo que nos preste?
-Papá...
-Nada, haslo. Adiós. Te amo, hija. Regreso en un rato.
-Esta bien, esta bien. Igual te amo.
Mi papá bajó las escaleras y escuché como cerraba la puerta de la casa.
-Bueno, ahora solo quedo yo sola.
Terminé de ver las recamaras. Definitivamente quiero la más grande.
Agarré mis audífonos y empecé a escuchar música. Puse Love Is a Laserquest de Arctic Monkeys.
-Do you still feel younger than you thought you would...
Caminé hacia la puerta y salí. Empecé a caminar para ver si había señales de vida de alguna persona con quien pueda hablar. Socializar no es mi fuerte así que lo único que haré será saludar, pedir si tienen lo que necesito, e irme.
Cuando salí, vi a una chica salir de la casa de enfrente y detrás de ella salió un chico, se ven de mi edad, bueno, espero que sean simpáticos y que tengan algo que me presten para dormir, si es así, no tendré que hacer demasiada plática.
Esperé a que se terminaran de despedir de quien se estaban despidiendo. Me dirigí a ellos en cuanto el auto se fue.
En cuanto empecé a dirigirme a la casa, ellos ya se estaban regresando al interior.
-¡Oigan!
Oh, genial. Ahora parece como si estuviera desesperada.
Los dos chicos me voltearon a ver con cara de desconcierto.
-Ah, perdón. Acabo de llegar hace un rato y...
-Claro, te vimos llegar junto con dos personas más. Por cierto, soy Amanda, dime Amy. Y el es mi hermano...
-Andrew. Me llamo Andrew.- el chico extendió su mano hacia mi.- ¿Y tu eres?
-Amm, Skylar.- dije extendiendo mi mano hacia el.- Skylar Wood.
Cuando tomamos nuestras manos, sentí como mi cara se enrojecía. Diablos. Diablos. Diablos. Lo que me faltaba.
Agaché la mirada rápidamente y, por suerte, el fue el primero que rompió el contacto.
-Skylar. Que lindo nombre.- dijo Amy- ¿Qué es lo que ibas a decir?
-Ah, claro. Es que el mobiliario llegará hasta mañana y no tenemos en donde dormir, así que...
-¿Quieres dormir en la casa de un extraño?.- intervino Andrew.
-¡No!.- me apresuré a decir.- No, me preguntaba si tendrán alguna cama inflable.
-Ah, si. Si,pero solo tenemos una, una doble.- dijo Amy.
-Claro, no importa. Gracias. Yo esperaré aquí.
-Está bien. Vuelvo en un segundo.
Amy se fue al interior de la casa, dejándome sola con su hermano.

Tuviste que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora