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Domingo 21 de Agosto del 2022, 3:00 a.m.
• M I K O •
Está vez si podía decir que estaba tan ocupada que no tenía ni tiempo para mandarle mensaje a alguien.
No le había mentido a Lucya cuando le dije que me había olvidado de escribirle. Esa semana también tenía mucho trabajo y la vez que estuve libre aproveché a desestresarme.
Quizás me había olvidado de escribirle. Pero a ella la recordé cada segundo que mi mente podía descansar, y eso se hacía más intenso por la noche.
Durante el día estaba tan atestada de cosas que no me daba tiempo a pensar en algo más. Sin embargo, cuando oscurecía y todo acababa, mi cabeza ya no tenía excusas para no recordarla, asique el insomnio se basaba en la poca interacción que habíamos tenido hasta el momento.
Aquello, el tenerla presente en mi mente tanto tiempo, me daba cierta molestia.
Últimamente me encontraba rodeada de mucha gente, pero nadie lograba quedarse plantada en mi sien como ella lo había hecho en cuestión de segundos.
Me molestaba, no porque sea ella, sino por el hecho de que no sabía porqué ella y no alguien más.
No lo sabía. Y no responder mis dudas me provocaba cierto enojo.
Y lo peor de todo es que ésta es una noche más pensando en ella. Llegaba hasta el punto de no dejarme dormir, por eso me enojó más ver qué eran las 3:00 a.m.
Me levanté y me dirigí al estudio, dónde todo estaba silencioso y tranquilo.
Puse música, prendí los equipos de grabación, la computadora y bajé las luces, dándole un aspecto de club nocturno al cuarto.
Honestamente, ese aspecto me daba inspiración.
Mientras esperaba a que todo se acomode correctamente, entré a Instagram y actualicé el feed.
Como si fuera cosa del destino, la historia de Lucya me apareció primera. Apreté el círculo y enseguida me llevó a un vídeo corto de ella comiendo helado con la descripción no puedo dormir.
