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Con manos temblorosas pero decididas, Jimin preparó cuidadosamente un delicioso pastel para YoonGi

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Con manos temblorosas pero decididas, Jimin preparó cuidadosamente un delicioso pastel para YoonGi. Escogió su sabor favorito, chocolate, y se aseguró de que cada detalle fuera perfecto. Extendió una capa suave de crema en el pastel y lo adornó con delicadas fresas frescas en la parte superior. Mientras lo hacía, no pudo evitar sonreír ante la idea de que YoonGi disfrutara su creación.

Con el pastel listo, Jimin se sintió satisfecho, pero también nervioso. Quería que todo fuera perfecto para su cita de tinder. Entonces, decidió decorar la cocina con velas, colocando suaves luces titilantes en cada rincón, creando una atmósfera íntima y acogedora.

Para complementar la cena, eligió un vino suave y elegante. Sirvió las copas con cuidado, imaginando cómo compartirían momentos especiales mientras disfrutaban de la cena y la velada.

Imaginado lo romántico que podría llegar a ser su cita, sabía que Jaemin se había equivocado, y que su cita de tinder no había sido solo por una noche.

Se arregló lo más bonito posible, poniéndose una camisa impecable y unos jeans bien ajustados que realzaban su figura. Quería causar una buena impresión en YoonGi y que este también pudiera alargarlo. Se miró en el espejo, ajustando algunos cabellos rebeldes, y pensó que a pesar de los años de soltería, todavía se veía atractivo.

Le demostraría que se equivoco y que Min YoonGi no lo arrojaría al olvido después de comprartir la cama.

Finalmente, se sentó en la sala de estar, esperando ansiosamente la llegada de su cita.

El corazón le latía con fuerza, mezclando la emoción con un toque de nerviosismo. Revisó su teléfono varias veces, comprobando si había llegado algún mensaje, pero finalmente se recordó a sí mismo que era importante mantener la calma y disfrutar del momento.

Al cabo de unos minutos que le parecieron eternos, sonó el timbre de la puerta. Jimin se levantó rápidamente, con la emoción indudable en sus ojos mientras abría la puerta. YoonGi estaba ahí, con una sonrisa radiante.

—¡Hola, Jimin! Has decorado. —Dijo YoonGi, mirando las velas y la decoración desde el pie de la puerta.

Jimin sonrió tímidamente, sintiendo un cosquilleo en su interior. —Pasa, por favor. —Pidió accediéndole el paso.

—Creo que la pizza es muy poco para lo que preparaste, de haber sabido hubiese traído un buen trozo de carne. —Hablo, deleitándose con la decoración.

Era muy romántico para un simple pedazo de pizza.

—He preparado un pastel, espero te guste. —Hablo con una sonrisa tímida.

YoonGi le devolvió la sonrisa y le guiñó un ojo coqueto.

—Estoy seguro de que será delicioso Jimin, como tu.

Jimin se ruborizó al instante. —¡Oh, gracias! Que amable. —Contestó tratando de ocultar su sonrojo con una risita nerviosa.

Durante la cena, YoonGi continuó lanzando comentarios coquetos y Jimin no sabía cómo responder adecuadamente.

—Jimin, debo decir que cocinas increíblemente bien, lo haces muy rico. —Expresó YoonGi con una mirada sugerente, mientras daba el primer bocado al pastel.

—Gracias, YoonGi. Me alegra que te guste. —Respondió inocente sin darse cuenta del doble sentido.

YoonGi se sentó al frente de Jimin, mientras compartían pizza, vino y pastel, se acercó un poco más, colocando una mano sobre la de Jimin con una sonrisa traviesa.

—Sabes hoy me costo concentrarme en las clases. —Confesó con una sonrisa coqueta.

—¿De verdad? ¿Por qué? —Idago curioso sobre qué mantenía desconcentrado a Min.

YoonGi se inclinó un poco, acercándose al oído de Jimin susurrándole suavemente. —Porque no puedo dejar de pensar en ti, Jimin. Eres una distracción que me cautivo.

El corazón de Jimin comenzó a latir más rápido, pero aún no estaba seguro de cómo interpretar las palabras de YoonGi.

Es que había sido muy intenso la noche anterior, pero es por que habían pasado años sin estar con alguien.

—¿En serio? gracias, —Balbuceó tímidamente, sonrojado por la confesión del profesor.

YoonGi rió suavemente y acarició suavemente la mejilla de Jimin con el pulgar.

—Eres adorable. —Respondió sin entender como es que Jimin podía ser tan inocente y sexi a la vez.

Después de esa linda y sensual cena, Jimin comenzó a darse cuenta de que YoonGi era especial y que no era solo de una noche.

Aunque no estaba familiarizado con el coqueteo y las insinuaciones, le gustaba cómo YoonGi lo hacía sentir y cómo lo trataba con cariño.

Poco a poco, Jimin se abrió más a la idea de enamorarse nuevamente.

Cuando llegó el momento de despedirse, YoonGi miró a Jimin con una expresión cálida en sus ojos, ansioso de más.

—Gracias por esta noche, Jimin. Ha sido maravillosa. Me encantaría volver a verte. —Confesó al borde de la puerta, deseando que Park lo volviese a invitar para pasar la noche.

—¿Es aquí donde me besas? —Indagó curioso, acercándose al profesor.

—Si. —Aceptó, tomando a Jimin por la cintura apoyándolo a la pared en un intento de conseguir apoyo. —¿Es aquí donde te hago mío? —Indagó de igual cuenta.

—Si, mi hijo pasara la noche fuera.

Él novio de papá. •YM• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora