ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔇𝔬𝔰

252 77 2
                                    

"El vuelo del Diablo".

Ian tuvo demasiada insistencia en nosotras para que lo acompañemos aunque no teníamos las mejores expectativas o ganas para hacerlo.

Ya el echo de que el grupo de Wendy esté un poco más adelante del nuestro, dejaba una tensión en el aire que apenas me dejaba respirar.

—Llevamos 15 minutos esperando, y todavía no regresan. Debe ser larga la Montaña Rusa. —nos comentó Ian, llevándose el sorbete de Coca-Cola a su boca de nuevo.

Erin y yo solo asentimos, cada una en nuestro mundo. Posiblemente Erin extrañaba a Brook, mientras yo pensaba en que podría ser mala idea tomar gaseosas y comer justo antes de entrar a la Montaña Rusa.

Negué con la cabeza para mí misma, ya era tarde para tomar conciencia por ello. En su lugar ví por el rabillo del ojo a Wendy algo tensa y con la cabeza baja.

—¿Wendy, estás bien? —pregunté, dándome la vuelta para verla mejor.

—Está bien, solo tiene un poco de miedo. —Jason me respondió por ella, tratando de darle un poco de seguridad en su voz.

—La Montaña Rusa es sólo física elemental. Una conversión de energía potencial a cinética. —explicó Erin, mirándonos a nosotros.

—Si, las probabilidades de morir aquí son una entre 250 millones. —estuvo de acuerdo Ian, restándole importancia.

—Gracias por el dato, McKinley. —respondió Jason, con una mezcla de sarcasmo en su voz.

—Wendy, no te preocupes. Todos vamos a subirnos a ella, te aseguró que saldremos vivos de aquí. —garanticé, con una voz más suave, y una sonrisa.

—Gracias, Vany. —Wendy me abrazo unos segundos, antes de irse con Jason a su grupo.

—Es más probable que mueras en el camino a un parque de diversiones, que dentro de uno. —Ian alzó la voz, a medida que Wendy se iba alejando más.

—Deja de asustarla con la Muerte. —le dí un pequeño golpe en el pecho, y él se rió.

—No tiene miedo, solo está nerviosa. —se defendió, pero levanté una ceja mirándolo con intensidad.

—Como sea, ¿Han pensado que los nachos que comimos y las gaseosas, se harán una mezcla para vomitar absolutamente todo? —le arrebate el envase de Coca-Cola vacía a Ian.

— l¿Tú crees que la gente que se subió ahí no comió antes de entrar a la Montaña Rusa? —me señalo a los que bajaban de la misma—. ¿Ves alguno que vomité?

—No, pero me dan náuseas de solo pensarlo. —negué, haciendo una mueca de asco.

La próxima tanda se subió, por lo que nos colocamos más cerca, siendo nosotros los próximos en el juego.

—Pues no lo pienses. —se burló Erin, con una obviedad en su voz.

—No sé, tal vez pueda ir más atrás para tener más aire fresco y que la gente no se amontone tanto. —traté de buscarle una solución coherente.

—¿Atrás? Claro que no, nosotros queremos ir lo más adelante posible. —Ian frunció el ceño, rodando los ojos.

—¿Ven? Eso es de lo que hablo. Todos quieren ir adelante, lo mejor para mí es ir atrás. —me dí la razón, señalando a Ian.

—Bien, acompaña a tu futura esposa Ian. Yo me quedaré adelante con un asiento de más. —Erin sonrió victoriosa.

—Oh no, por favor muñeca. No puedes hacerme esto. —Ian me abrazo, apoyando su cabeza en mí hombro.

Born To Die ┃𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐎 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 ㇋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora