Capítulo 5: Un grave error

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Con el pasar de las horas, Senku notó que cada vez que conseguía que la fiebre de Kohaku disminuyera, otra vez volvía con mayor intensidad en la siguiente oportunidad. Lo que lo hizo desesperarse. Luna estaba tardando muchísimo en tener de vuelta los resultados, que él entendía que demorarían un poco, pero aun así lo desesperaba y él no entendía lo que estaba pasándole a su compañera y eventualmente pareja, y eso empezó a aterrarlo, no quería perder a Kohaku, aunque sabía que podía revivirla con ayuda de Whyman.

Se separó de Kohaku un momento en el que Suika le dijo que lo reemplazaría y que fuese a comer algo de lo que Francois había preparado y que, si alguna cosa pasaba con la guerrera, le avisaría. Así que decidió aprovechar para hablar con Xeno mientras comía algo de ramen de Francois.

Tomó el tazón que la mayordomo había preparado, que estaba servido para llevar y se fue a la oficina de su mentor.

—Necesitamos agilizar los estudios de laboratorio —expresó sin rodeos nada más abrir la puerta y encontrarse a Stanley y Xeno hablando en la oficina calmadamente uno frente a otro y con las manos muy juntas, pero las separaron al verlo.

—No es nada elegante que entre de esa forma, Dr. Senku. Sin embargo, lo que sí es elegante es que podamos trabajar más rápido en la despetrificación de los fetos, así que avisé a Florida para que la Dra. Gabrielle regresara hoy mismo debido a la situación inesperada con la señorita Kohaku. El problema es que el despetrificado japonés que estamos esperando para que mejore el laboratorio de la Dra. Gabrielle llegará en barco apenas mañana por la mañana, aunque la Dra. Gabrielle llegará esta noche e intentará agilizar los exámenes para que estén mañana mismo —explicó Xeno con tranquilidad.

Senku sabía que no era posible agilizar nada, salvo tal vez buscar al doctor que iba a mejorar el laboratorio de Gaby, pero para eso tendrían que saber si el barco en el que viajaba tenía las condiciones para acercarse ellos en avión o en el helicóptero de Xeno. Tragó la última porción de ramen que había comido y continuó:

—Stanley... ¿podrías buscarlo en el helicóptero y traerlo para que desde esta noche se ponga a trabajar con Gaby? —Senku estaba notoriamente preocupado, pero necesitaba que se trabajara con mayor velocidad. Después de decir estas palabas, continuó comiendo su ramen.

—Supongo que puedo hacerlo. Pero son las 17:00 horas. Si voy ahora mismo, lo más temprano que conseguiré traerlo será para llegar a las 21:00 horas y se supone que buscaría a Dra. Burns al aeropuerto a esa misma hora —explicó el rubio, levantándose con una actitud militar, como esperando instrucciones.

Senku volvió a tragar.

—Le diré a Gen que vaya por Gaby al aeropuerto, así se reencuentra con la neurocientífica de una vez. No te preocupes, trae a ese sujeto cuanto antes —casi ordenó Senku y comió la última porción de ramen, para luego salir corriendo sin siquiera despedirse y llevar el envase a Francois.

En la cocina se encontró con Gen que parecía estar intentando desesperadamente que Elise comiera.

—¿Ni siquiera un bocado? Como un avioncito, Elise-chan~. Me dijo Francois que no comiste nada y dijiste que comerías cuando yo estuviera aquí y ya estoy aquí, Elise-chan~.

—Mentalista... a las 21:00 horas ve a buscar a Gaby al aeropuerto —le dijo Senku rápidamente a su amigo—. Debo volver con Kohaku. No olvides eso. Y dile a tu novia que si no come le hará daño al bebé.

Después de hablar con Gen, corrió al laboratorio a buscar a Whyman para asegurarse de tenerlo con él y posteriormente se trasladó a su mayor velocidad a la habitación, llegando completamente extenuado. Era demasiado agotador hacer esas cosas y su cuerpo no estaba acostumbrado a hacer tanto en tan poco tiempo, así que realmente esperaba que Kohaku mejorara pronto.

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