Ningen No Yami

【Capítulo V】

Week 1
(Semana 1)
Manjiro sano

Claramente idiota no soy, se mejor que nadie, que hay un infiltrado en nuestra mafia que le pasa información al enemigo. Idear un plan para atraparlo es la principal misión. Estaban todos los ejecutivos reunidos en mis oficina conversando y trazando el plan para atrapar al dichoso. En las madrugadas de cada día se desaparecen archivos no tan importantes. Por lo que el chico no debe de ser muy listo. Solo había una solución las cámaras de seguridad. Había en varios puntos de la casa, la cocina, la sala, el comedor, cada uno de los malditos pasillos y los almacenes. Lo que pasaba dentro de las habitaciones era totalmente confidencial.

Todos nos pusimos a revisar las cámaras minuciosamente, para encontras al topo que le ha estado dando información confidencial al enemigo, ese sin duda pagaría todo lo que hizo. Porque para mí la traición es intolerable y se paga con la muerte.

No tardó mucho tiempo en mostrar su asquerosa cara. Si no mal recuerdo había ingresado hace seis meses. Mis ojos estaban atentamente fijos en la pantalla que reproducía la toma donde se veía claramente el rostro del culpable metiendo sus manos en donde no debe.

──Haitani ya saben que hacer.── dije aún con la mirada en la pantalla.

Ellos simplemente se miraron entre sí con una sonrisa macabra y salieron de la habitación.

──Sanzu prepara todo. Hay que hacer que hable.── dije apagando el monitor mirando a un punto fijo pensando.

──Sí mi Rey.── exclamó para hacer una reverencia y marcharse.

──Los demás sigan en su trabajo.── dije  esperando a que todos se marcharán de una vez.

Las órdenes fueron dadas, sin refutar todos seguían en su trabajo, yo supervisaba desde mi posición las acciones de mi mafia esperando a que el momento llegue para torturar al traidor. El día transcurrió con total normalidad sin presentar ningún inconveniente aparente. Todo hiba bien, los negocios funcionaban a la perfección, la policia no podía seguirnos el paso y los rivales aún no atacaban. Demasiada era la calma que se respiraba en ese momento. Calma que en un futuro sabia a la perfección que dejaría de existir. Un toque fuerte en la puerta de la oficina me sacó de mis pensamientos.

──Permiso para pasar mi Rey.── exclamó una voz, que perfectamente conocía.

──Puedes pasar Sanzu.── dije masticando un pedazo de dorayaki.

El hombre de cabello rosa y peculiares marcas en el rostro entra a la habitación haciendo una reverencia yo sabía a que venía simplemente esperaba que me confirmara lo obvio.

──Todo está listo.──

──Bien ya es hora.── dije despreocupadamente.

Salimos de la oficina caminando por los pasillos silenciosos y oscuros de la mansión. Eran con exactitud las 12:00am. Entremos a la sala de torturas, donde esperaban los demás ejecutivos y un hombre encadenado a una silla de hierro. Era el mismo del video de Seguridad a diferencia de que tenía varias heridas leves en su rostro. No le dí importancia, me límite a sentarme sobre un mueble en una esquina de la habitación poco iluminada observando atentamente al sujeto. Entonces con una señal ordené que lo despertaran. Después de unos minutos Ran levantó al sujeto a golpes. Se podía escuchar en la habitación solamente los quejidos molestos de la sucia rata. Cuando recobró por completo la conciencia. Nos observó con terror confundido. Hasta que cruzó mirada conmigo, yo lo miré fijamente sin apartar mi vista de su rostro. Hasta que el bajó la mirada, observando el suelo temblando.

Empezaron las torturas por parte de Sanzu. Para que hablara empezó, rompiendole los dedos uno a uno. Los gritos eran fuertes, música para otros molestos para mí. Entonces empezó a hablar sin parar.

"Takahiro... Fuí enviado por él... Él es quien está al mando de la Kieta Gang... Él está interesado en tomar Japón. Hay rumores de que quiere encontrar a su hermana menor. Solo se que fueron separados desde el incidente que ocurrió en su familia. También le conté sobre la chica que anda mucho con usted. Está interesado en matarla. Simplemente para molestarlo. Él da mucho miedo, sus otros dos hermanos están siempre juntos con él y...

──Suficiente.── exclamé con pereza.

Entonces ahí fue cuando Sanzu le pegó un tiro en la cien acabando con su vida. Me levanté de mi asiento y caminé hasta estar junto a Sanzu.

──Enviemos un obsequio a Takahiro.──

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La locura es un placer,
Que muy pocos experimentan.
Y él está consiente de ello.