Chapuzon

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Mia:

Era temprano, la luz entraba por la ventana de mi habitación y no lo voy a negar, lo primero que pensé es que ya era hora de poner cortinas, odiaba la luz mañanas, en especial un día de resaca.
Baje a desayunar y como siempre las tostadas y el café no faltaban.
Me vibro el celular.

-Bailarina! Hoy 20:30 venite a casa, te deje anotada la dirección en el bolsillo de tu campera ;) No traigas nada, y ya sabes a que nada me refiero...
-Rubio, buen día, genial estoy ahí justo a esa hora ... No prometo nada;)

¿En qué momento metió un papelito con la dirección de su casa en mi campera?
No lo sabía pero me gustaban estas boludeces.

No hice mucho en todo el día, hablé con Maxi sobre unas canciones que teníamos planeadas y por otro lado tenia a Mati comiéndome el cerebro con que le cuente que me iba a poner para ir a lo de Guido y la realidad era que no tenia ni idea, no suelo prepararme mucho, me abruma eso.

18:30

Había terminado de cambiarme, me puse unos pantalones de cuero y un remeron blanco, me había puesto un poco de rimmel y nada mas, muy básico.
Agarre kas llaves del auto y partí para lo de Guido, el tramo era largo así que salí con tiempo.

Guido:
Me pase el día amasando, me gustaba cocinar y en especial si era para alguien en especifico, no sabía si a Mia le gustaban las pastas pero me arriesgué.
Los ñoquis estaban en espera para cocinar cuando siento el timbre, era ella.

-Rubia, estas hermosa- Estaba hermosa, ese remeron no dejaba ver sus curvas pero dejaba en protagonista a sus piernas.

-Gracias Rubio, vos también estas fachero- termino de entrar y se reía.
No me había dado cuenta que estaba lleno de harina.

-Jaja perdón, se me paso la hora ¿bancas que me bañe?- dije mientras veía como dejaba la cartera arriba de una de las sillas de la barra y pispeaba lo que había en la cocina.

-Nuuu hiciste ñoquis?

-Uy no te gustan? Sabía que te tendría que haber preg...

-Todo lo contrario, me encantan los ñoquis boludo, le re pegaste, hace una banda que no comía y menos así caseros- se acerca para agradecerme con un beso- y si banco que te bañes, te acompañaría pero ya me bañe.

-Que susto boluda, genial que te gusten, y me debes una ducha entonces- digo mientras me alejo para ir al baño- hace como si fuera tu casa pero ni se te ocurra ponerte a hacer la mesa ni nada de eso que ya tengo todo en el patio.

-Que caballero Rubio!!!- escucho que gruta mientras subo al baño y no puedo evitar reirme.

Mia:

Que hombre.
Había preparado todo, literalmente tenía todo planeado.
Abrí la heladera para ver si tenía agua fría y vi que estaba lleno de birrad y una cantidad de verduras inhumanas, no se si yo como muy mal o el come muy bien.
Me serví un vaso de agua y procedí a salir al patio no pude evitar abrir la boca .
La pileta era enorme y tenía puestas unas luces azules, al lado había una mesita redonda con dos sillas el mantel ya puesto y dos vasos divinos,  por lo lejos veo a dos miniaturas que venían corriendo desesperados.

-Hola hermosos, ¿y ustedes como se llaman?- les dije a los chihuahuas blanquitos que tenia lamiwndome las manos.

-Ya te están acosando Rubia ,parece que les gustaste a los demonios- escuche que Guido gritaba y me gire para ver que lo decía desde una ventanita mientras e bañaba

-Vos seguí bañandote que yo que quedo con estos bombones- escuche que se reía a lo lejos.

Eran divinos y empezaron a seguirme por toda la casa, la recorrí un rato y pude ver que era muy hogareña, tenía una sensación de que los perritos podían sentir mi comodidad en la casa.
Paso un rato y vi bajar al rubio con el pelo revuelto y acomodándose la remera negra.
Estaba divino.

Mi Algo PersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora