𝟬𝟵. 𝖬𝗈𝗋𝖺𝗅 𝖮𝖿 𝖳𝗁𝖾 𝖲𝗍𝗈𝗋𝗒

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EL AUTO DE NICK SE ENCONTRABA estacionado en la puerta de la casa de Anna

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EL AUTO DE NICK SE ENCONTRABA estacionado en la puerta de la casa de Anna. Había acordado pasar a buscarla hace unas horas y eso es lo que había hecho.

Anna salió de la casa con una sonrisa, saludando a Nick a través del espejo retrovisor que tenía y este le devolvió el mismo saludo, esperando a que se suba al auto.

Anna camino con velocidad con sus tacos directamente hacia el asiento del conductor, donde ese siempre había sido su lugar. Al lado de Nicholas.

Pero en cuanto llegó hasta este, no pudo ni siquiera abrir la puerta ya que divisó a Cristal sentada en el asiento que ella debía estar. Por lo que cara cambio por completo a una totalmente seria y le dio una mala mirada a Nicholas. Aunque este ni siquiera se la devolvió.

—Me cambió—La rubia habló rápidamente al ver la actitud de la chica

—No hace falta, tenemos prisa—El morocho comento

Anna tensó su mandíbula con enojo y lo siguiente que hizo fue ir hacia el asiento trasero, subiéndose al coche de una vez por todas y llevándose otra gran sorpresa.

—Hola, Anna—Mario le sonrió con amabilidad a la chica, aunque esta tan solo le dio un leve empujón y se enojo aún más

Mario en principio iba a ir junto a Sara, con quien se llevaba bastante bien, pero cuando está decidió ir con su hermana, el auto estaba totalmente ocupado por ellas dos, Noah y Lion. Así que Noah decidió preguntarle a Cristal si podía llevarlo, y bueno. El resto ya lo saben.

—¿Estamos todos?—Nicholas pregunto sarcásticamente y lo único que hizo fue arrancar el auto.

Los minutos comenzaron a pasar y nadie decía absolutamente una palabra. El ambiente era incomodo y se podía notar. Todo estaba demasiado tenso.

Por su lado, Cristal no era que no hablaba porque no quería, sino porque estaba completamente sumida en sus pensamientos. Más que nada en lo que había pasado esta mañana.

Básicamente, la rubia se encontraba probándose la falda que usaría para su nueva escuela. Debía ver las medidas y el cómo le quedaba. No iba a ser la burla del colegio en su primer día.

Hubo varias miradas cómplices con Nicholas en la mañana, pero eso no era lo que la mantenía pensativa. Sino más bien, que la misma persona que llevaba mandándole mensajes de odio hace tiempo, lo había hecho otra vez. Pero ahora sin ningún tipo de regalo de por medio. Solo un pequeño sobre con un papel dentro.

Prepárate, porque voy a hacerte sufrir de verdad

Esas palabras se repetían una y otra vez en la cabeza de Cristal. Tenía la sospecha de que podría ser Ronnie, pero sea quien sea, realmente le estaba hartando y asustando. En especial lo último.

Otro detalle que Cristal pensaba era que hoy era el cumpleaños de Nick. Así es, el chico cumplía veintidós años. Todos le habían hecho un regalo, incluso aunque él insistía en que ni siquiera le gustaba que le digan feliz cumpleaños.

𝐌𝐈𝐑𝐑𝐎𝐑𝐁𝐀𝐋𝐋, 𝗇𝗂𝖼𝗄 𝗅𝖾𝗂𝗌𝗍𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora