𝗠𝗜𝗥𝗥𝗢𝗥𝗕𝗔𝗟𝗟
-CULPA MÍA
❞𝖨 𝖼𝖺𝗇 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗀𝖾 𝖾𝗏𝖾𝗋𝗒𝗍𝗁𝗂𝗇𝗀 𝖺𝖻𝗈𝗎𝗍 𝗆𝖾 𝗍𝗈 𝖿𝗂𝗍 𝗂𝗇❞
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𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 Cristal no está para nada feliz con la idea de empezar una nueva vida lejos de todo lo que conoce graci...
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CRISTAL ABRIÓ SUS OJOS con pesadez al sentir los rayos de sol que entraban por el ventanal de su habitación, reflejándose directamente en su rostro y haciéndola sentir esa pequeña calidez.
La rubia observó a su al rededor, dándose cuenta que estaba en su propia habitación. Si era sincera, no recordaba muy bien cómo había llegado hasta allí. Pero eso duró poco, ya que las memorias de la noche anterior llegaron a ella.
La fiesta. Sus cientos de shot. El bolso perdido. Anna encerrándola en el armario. Nick salvándola. Y lo último pero más importante de todo, esa corta pero reconfortante charla con Nicholas, quien además de todo, se había quedado a dormir en su habitación.
Cristal esbozó una pequeña sonrisa mirando al ventanal abierto, recordando las palabras de su hermanastro y como este la había cuidado la noche anterior.
Pensó que Nick quizás ya se había ido de la habitación. Pero rápidamente sus sospechas fueron tiradas a la basura, cuando sintió un brazo pasarse por su cintura de forma lenta, haciéndola estremecerse y sonriendo un poco más al saber de quien se trataba.
—¿Estas bien, ojitos?—El Leister hablo un poco bajo en el oído de la rubia
—Si—Cristal asintió, acariciando el brazo que ahora descansaba en su cintura
—Me alegro—Nicholas plantó un beso corto en su cuello de forma delicada
La menor de las Morgan volvió a sonreír ante esto y decidió girar su cuerpo en la dirección contraria, encontrándose frente a frente con los ojos de Nick.
—Pensé que no podías controlarte cuando estabas cerca mío—La rubia comentó cerca de sus labios
—Dije que no podía controlar mis emociones
—Mmm estoy segura que no fue solo eso lo que dijiste—Cristal lo miro de forma divertida—¿Pero eso significa que ahora puedes controlarte entonces?
La chica observó cómo su hermanastro no respondía a su pregunta y simplemente bajo su mirada desde sus ojos hasta sus labios reiteradas veces. Esto hizo que la rubia se sonroje un poco, teniendo en cuenta que si esto seguía así, sería ella quien no pueda controlarse.
—Debería irme antes que despierten todos—Nicholas evadió la pregunta con la respuesta más que obvia
—Dudó que nuestros padres se despierten a las seis de la mañana—Cristal hizo un pequeño puchero
—Sabes que me encantaría quedarme, ojitos—El morocho sonrió acariciando su mejilla—Pero mejor no arriesgarnos
La menor de las Morgan asintió, entendiendo que su hermanastro tenía razón—Bien. Mejor, así tendré toda la cama para mi sola
