𝐌𝐈𝐑𝐑𝐎𝐑𝐁𝐀𝐋𝐋, 𝗇𝗂𝖼𝗄 𝗅𝖾𝗂𝗌𝗍𝖾𝗋

𝟬𝟭𝟭. 𝖢𝖺𝗋𝖽𝗂𝗀𝖺𝗇

CRISTAL SE CRUZÓ DE BRAZOS mientras asentía con la cabeza hacia el profesor de manejo que tenía enfrente, simulando que no sabía de nada de lo que estaba hablando, cuando sabía mucho más.

Para ponerlos en contexto, Cristal al cumplir diecisiete años, ya estaba en una edad bastante avanzada como para comenzar con sus prácticas de manejo. Y eso era lo que Rafaella quería en estos momentos.

Por lo que cuando su madre habló con Will, este le consiguió un instructor especialmente para ella, el cual en este momento se encontraba enseñándole las primeras cosas a la rubia.

—¿Alguna duda?—El hombre, que era bastante amable, la miró con una leve sonrisa

—Nop—Cristal sonrió negando

—Si quieres puedes hacer una pequeña prueba de las cosas que te enseñe—El instructor le señaló el pequeño auto con el que la chica estaba practicando

—Claro—La rubia se encogió de hombros haciéndose totalmente la inocente, cuando de seguro sabía más que el intstructor

El hombre vio cómo está se alejaba y se dirigió hacia la entrada de la casa, en donde Nick y Will estaban parados hace unos segundos observando a Cristal en sus prácticas.

—Tranquilos, le he enseñado lo básico. Freno, acelerador, cambio de marcha.

Pero apenas el hombre terminó de hablar, el ruido del coche acelerando se pudo escuchar a un gran volumen, llamando la atención de los tres presentes en el lugar y haciendo que estos miren hacia adelante observando que estaba pasando.

Cristal se encontraba manejando el auto a la perfección, dando vueltas en círculos con una gran experiencia como si estuviera manejando por alguna que otra curva y saliendo de pronto por el pequeño camino de la mansión para seguir su recorrido.

Obviamente esto dejó sorprendido a todos menos a Nick, quien sonreía con orgullo y sabía de las habilidades de su hermanastra para conducir gracias a que le había visto hace un tiempo atrás.

—Les dije que no necesitaba clases—Noah comentó desde las escaleras, llamando la atención de todos y dándoles una leve sonrisa por su hermana, para luego meterse a su cuarto una vez más.

—Bueno, yo creo que mi trabajo está hecho entonces—El instructor sonrió un poco alejándose de la mansión, dejando a Nicholas y Will a solas. Este último agradeciéndole por sus clases.

Una vez los dos estuvieron totalmente a solas, Will decidió que era hora de hablar con su hijo acerca de un detalle importante que llevaba evadiendo hace algún tiempo

—Tengo que contarte algo sobre Noah y Cristal—Will comentó mirando a Nicholas

—¿Que cosa?—El morocho pregunto sin importancia

—¿Sabias que su padre intentó matarlas?—Will le dio un leve golpe en el hombro comenzando a caminar

Este último comentario llamó la atención de Nick, haciendo que su rostro cambie completamente y se gire con sorpresa, viendo a su padre confundido y sin entender.