Capítulo 9: Nuevo miembro en la familia

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Apéndice. Punto de vista de Danielle.

Después de esos días en ese hotel en el cual estamos grabando esas escenas, regresamos a la rutina del ir cada una a su casa, llamarnos por las noches, quedar en nuestro camerino para darnos mimos y grabar y quedar para comer.

La noche antes de venirnos del hotel, fue mágico. Nos hicimos el amor mutuamente las dos y ella hablo con sus abogadas. Ese día estuvo algo nerviosa ya que Tony amenazo con quitarle a Jeff. ¿Quién se creía que era para amanearla así? Por supuesto yo la iba a apoyar a Stef en todo lo que estuviera en mi mano.

Después de esa charla, me comunico que ellas querían verme, cosa que me puso algo nerviosa ya que eran personas importantes para ella y quería caerles bien.

Acepte la invitación a pasar un fin de semana en casa de Stef junto con ella y sus amigas. Debo decir que eso me puso algo nerviosa. Quería agradarles y que Stef estuviera orgullosa de mi. Quería hacer todo lo posible para que Stef sonriera más y estuviera feliz. Quería hacerla feliz y pondría en todo mi empeño en ello.

Después de aquello, le preparé un baño y en la bañera la hice mía y luego en la cama... Fui suya como tantas veces que ella quería. Amaba como me hacia el amor, su pasión, su toque, el roce de sus dedos en mi piel. Sus besos... Como me susurraba palabras en italiano cuando me amaba...

Y regresamos al estudio y a la rutina. No era de extrañar vernos juntas y jugando y paseando con Jeff por el set. Los compañeros no se extrañaban en vernos juntas y también de verme paseado a Jeff como si de mi perro se tratara. Que me lo dejara, era que confiaba plenamente en mí, ya que Jeff era su bebe.

Habíamos hablado varias veces de que, si debería adoptar un perro, per de momento solo lo habíamos hablado. Se había quedado allí.

Regresamos a casa y ese fin de semana habíamos quedado con las amigas de Stef, las abogadas que llevaban el caso de divorcio. No voy a mentir al decir que no estaba nerviosa, pero lo estaba. Iba a conocer a dos intimas amigas de Stef y no sabía cómo iba a salir del paso.

El viernes llego enseguida y después del rodaje, pasamos por el supermercado para comprar algunas cosas para el fin de semana. Me quedaba con ella y con sus amigas. Allí teníamos más privacidad y como ella me dijo, sus amigas ya sabían lo nuestro y podíamos estar más a gusto.

Preparamos todo y mientras ella preparaba la cena, yo me encargaba de preparar la cena en el patio trasero del jardín donde tenía una piscina y una mesita con unas sillas de jardín perfectas para realizar barbacoas y fiestas. Y cenas.

Me senté en la silla esperando a Stefania y en esto vino Jeff.

- Hola cariño... Ven aquí.... ¿Quién es la perrita más linda? Eres muy bonita y buena... - dije dándole mimos al bebe de Stef. Y que ya también era el mío.

Sentí que Stef se sentaba a mi lado. Le sonreí y pare de darle mimos a Jeff, que se sentó en su camita mirando a su mama y a mí.

- Tutto bene? – dijo mientras me miraba y servía el vino.

- Entonces, esas amigas tuyas son tus abogadas, ¿no? – dije asintiendo.

- Así es, las conozco desde siempre. Son de mi ciudad y nos criamos juntas. Ellas se marcharon antes a estudiar y trabajar fuera y después salí yo. Hablando un día, dije que necesitaba un abogado para formalizar un importante contrato y ellas se ofrecieron y desde entonces, junto con mi representante, se encargan de mis asuntos legales...- explicó.

- Que bueno, yo también tengo unos amigos así, de la infancia digo... - dije mientras empezaba a picotear.

- Dejemos de hablar de ellas, son muy buenas, tranquila. No les temas. Eso sí, no les hagas mucho caso. Pueden ser un poco pesadas.

Será Cosa Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora