Sé que últimamente te has sentido incómoda en tu propia piel.
Luchas a diario con esos malos pensamientos y te enojas contigo misma por sentirte de esa manera.
Yo hoy te digo, que tu cuerpo es un templo; el cual no se debe destruir de ninguna manera y esos malos pensamientos que tienes sobre tu cuerpo y sobre ti: constituyen una de esas maneras en las cuales destruyes el templo, es decir, el cuerpo.
Tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, por lo que debes respetarlo y con firmeza debes sacar todo aquello que atente en su contra.
Tú fuiste creada a mi imagen y semejanza, el cuerpo es un regalo de mi parte para experimentar la mortalidad y seguir pareciendote cada vez mas a mí.
Cuando tratas tu cuerpo como un valioso templo, obtienes bendiciones físicas, emocionales y espirituales.
A pesar de tus defectos, yo te amo.
El amarme a mí te llevará a empezar a amarte y aceptarte, a tratar de ser una mejor persona cada día.
Sé que lo que te digo no es un proceso fácil, pero cuando empiezas una vida espiritual, conociéndome como un padre y amigo, cuando intentas amarte a ti, llenarte de pensamientos positivos y querer también al prójimo... terminas irradiando un brillo especial, quizá la gente te mira y los inspiras a cambiar.
Es un proceso largo y difícil pero valdrá la pena, créeme.
-Tu amado Padre,
Dios
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Cartas de Dios II
SpiritualCartas de Aquel quién es la nostalgia del otoño, el abrazo cálido en invierno, el consejo, la sabiduría, el proverbio eterno, el suspiro entre las lágrimas, el sol cuando sale con fuerza, la calma de los que se cansan... quién es todo eso y más, per...