「16 」

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Sé que últimamente te has sentido incómoda en tu propia piel.

Luchas a diario con esos malos pensamientos y te enojas contigo misma por sentirte de esa manera.

Yo hoy te digo, que tu cuerpo es un templo; el cual no se debe destruir de ninguna manera y esos malos pensamientos que tienes sobre tu cuerpo y sobre ti: constituyen una de esas maneras en las cuales destruyes el templo, es decir, el cuerpo.

Tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, por lo que debes respetarlo y con firmeza debes sacar todo aquello que atente en su contra.

Tú fuiste creada a mi imagen y semejanza, el cuerpo es un regalo de mi parte para experimentar la mortalidad y seguir pareciendote cada vez mas a mí.

Cuando tratas tu cuerpo como un valioso templo, obtienes bendiciones físicas, emocionales y espirituales.

A pesar de tus defectos, yo te amo.

El amarme a mí te llevará a empezar a amarte y aceptarte, a tratar de ser una mejor persona cada día.

Sé que lo que te digo no es un proceso fácil, pero cuando empiezas una vida espiritual, conociéndome como un padre y amigo, cuando intentas amarte a ti, llenarte de pensamientos positivos y querer también al prójimo... terminas irradiando un brillo especial, quizá la gente te mira y los inspiras a cambiar.

Es un proceso largo y difícil pero valdrá la pena, créeme.

-Tu amado Padre,
Dios

Cartas de Dios IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora