Quizás te encuentras mirándote al espejo y odiando lo que ves.
Tu pelo, tu color de piel, la ropa que llevas puesta.
Las cicatrices que tienes en el cuerpo,
las palabras hirientes que alguien te dijo,
los recuerdos de aquella persona que te lastimó.
Pensamientos de no querer vivir mas;
preguntándote para que naciste y privado/a de expresar cómo te sientes.
Pero hay alguien que si te entiende.
Te valora.
Te ama.
Te cuida.
Te respeta.
Te aprecia.
Te mira con ojos llenos de amor.
Quiere abrazarte.
Sanarte y secar cada lágrima.
Su nombre es Jesús.
Él es el mayor interesado en traerte un mejor presente y cambiar tu destino para siempre.
ESTÁS LEYENDO
Cartas de Dios II
SpiritualCartas de Aquel quién es la nostalgia del otoño, el abrazo cálido en invierno, el consejo, la sabiduría, el proverbio eterno, el suspiro entre las lágrimas, el sol cuando sale con fuerza, la calma de los que se cansan... quién es todo eso y más, per...
