Fuiste hecho por mí, obra de mis manos eres.
Estuve presente en la formación de cada una de tus células.
Cuando tienes hambre, yo soy el Pan de Vida.
Cuando tienes sed, yo soy el Agua Viva.
Aunque te escondas en actividades, aunque te escondas en títulos, aunque te escondas en vano conocimiento, yo te conozco muy bien.
Aunque te escondas en tus errores, aunque te escondas en ansiedad y depresión, aunque te dejes engullir por los temores, yo te encuentro.
Eres la obra de mi corazón, te enseñare a responderme.
Yo observo tu corazón, lo sometere a un examen, te sorprendere y te atraere hacia mí.
Te enseñare a cultivar aceite procesado para mantener tu lámpara encendida.
Te enseñare a ser un fruto procesado para hallar fe en tí cuando regrese.
Mi Espíritu inspirara a tu alma para que me regales palabras de amor.
Pero sobretodas las cosas, que tu corazón vuelva a su diseño original, a mi imagen.
Eres un recipiente para mi fuego, eres una extensión de mi corazón.
Gobierno en ti hijo/a.
Yo soy digno de todo.
-Dios
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Cartas de Dios II
EspiritualCartas de Aquel quién es la nostalgia del otoño, el abrazo cálido en invierno, el consejo, la sabiduría, el proverbio eterno, el suspiro entre las lágrimas, el sol cuando sale con fuerza, la calma de los que se cansan... quién es todo eso y más, per...
