Capítulo 5

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—Hola, perdona, ¿tienes Instagram? —me preguntaste.

Yo no me lo podía creer.

Te tenía delante, hablándome.

Habían quitado la obligación de llevar mascarilla en el transporte público.

Te vi la cara por primera vez.

Pero tú a mí no.

Aquello que antes de la pandemia no había resultado ser un problema para mí, ahora lo era. Usaba ese objeto para tapar la gran inseguridad que tenía con mi rostro.

—¿Yo?

—Sí. ¿Me puedes pasar tu usuario? Para seguirte.

Tenías el móvil en la mano con el buscador de la aplicación ya preparado. Esperaste a que te respondiera, y cuando lo hice, me lo diste.

"Es una broma. Seguro que es una broma." Llegué a pensar mientras tecleaba mi nombre en tu teléfono. Te lo devolví. En ese mismo instante, comenzaste a seguirme.

—Gracias.

Estuve a punto de responderte, pero te fuiste. Ya habíamos llegado a tu parada.

El chico del autobús (relato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora