Capítulo 16

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—Estás preciosa.

Sentí calor en mis mejillas y esbocé una sonrisa tímida.

—Gracias —murmuré. —Tú también estás muy guapo.

Estábamos en nuestra primera cita, después de haber cumplido un mes juntos.

En una relación amorosa.

Seguía sin poder creérmelo, pero estaba sucediendo.

A alguien le gustaba.

Alguien se había enamorado de mí.

Yo me había enamorado de alguien.

Cuando pensaba que nada podía salir mal, llegaban los pensamientos intrusivos. Aquellos que ponían en duda nuestra relación. Aquellos que alimentaban mis complejos y mi ansiedad. Aquellos que me decían que todo era una broma de mal gusto o algo así como un sueño y que pronto me iba a despertar.

Pero tú siempre estuviste allí para mí.

Y me lo demostraste en repetidas ocasiones.

La vez que preferiste pasar tiempo conmigo porque me había dado un bajón.

La vez que me compraste comida cuando estaba con la regla.

La vez que quisiste comprarme un montón de libros. Recuerdo que yo no te quise dejar hacerlo, aunque en el fondo era lo segundo que más quería en el mundo, y que te dio completamente igual y lo hiciste.

Ese día llegué a casa más contenta que nunca.

El chico del autobús (relato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora