Capítulo 14

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P: Sé que debí contestarte, pero es que últimamente no estoy muy bien anímicamente.

A: No te preocupes, no tienes la obligación de responderme.

Aunque eso significase que mis inseguridades y mi ansiedad aumentaran.

A: Te puedo ayudar en algo?

P: Mi abuelo murió el mes pasado.

Sabía lo que se sentía perder a alguien muy importante. Sin embargo, entre muertes y abandonos, ya me había acostumbrado a estar sola. O más bien, a sentirme sola.

A: Lo siento mucho. Entiendo ese sufrimiento.

P: Tú también perdiste a alguien?

A: He perdido a muchas personas.

E incluso a algunas nunca llegué a tenerlas, en realidad.

P: Lo siento...

Pasaron dos minutos y nadie escribió nada.

P: Siento si has llegado a pensar mal de mí. Me gustas mucho, Alissa. No quiero perderte.

Eso me hizo sentir genial. Era la primera vez que alguien que me conocía me decía que le gustaba, y que esa persona hubieses sido tú, me llenó de felicidad.

A: Tú también me gustas... Me atreví a confesar.

Me llegó la imagen de ti sonriendo. Me ruboricé.

P: Te apetece quedar mañana? Me preguntaste.

A: Claro.

El chico del autobús (relato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora