Mi refugio

Epílogo (segunda parte)

Acomodo bien mi traje, me veo en el espejo y estoy completamente satisfecho con mi apariencia.

-Hoy es el día- tomo una inhalación profunda, limpio mis manos sobre mi pantalón.

-Mami, mami- mi hijo entra corriendo al camerino en el que me encuentro, me agachó o lo abrazo, aún no puedo hacer fuerza paga levantarlo – Te ves muy lindo- la dicción de mi hijo ha mejorado mucho en este tiempo.

-Gracias mi cielo- beso su mejilla - ¿Dónde está tú papá y tus hermanas?-

-Aquí estamos- veo a mi esposo ingresar con el carrito de 2 puestos para bebés – Hola mi vida-

-Hola mi refugio- me coloco de pie y lo abrazo, él me besa con ese amor incondicional - ¿Cómo están mis princesas?-

-Se han portado muy bien- cómodo sus cobijitas – Tienen un hermano mayor muy al pendiente de ellas-

-Son mis hermanitas, yo las voy a cuidar de todo – beso la mejilla de mi hijo – Como papá cuida de mamá, yo cuidare de mis hermanas-

-Yo tengo a un príncipe muy fuerte y valiente y a un rey hermoso y amoroso- veo a mi esposo y su cara está roja – Gracias por venir-

-¿Mi vida como nos íbamos a perder tú primera presentación?- sonrió.

-Kyungsoo es tú turno- veo al chico del staff y asiento – Los acompañarán a sus asientos-

-Muchas Gracias – le doy un beso rápido a mi esposo y uno a mi hijo, ambos salen y tomo una inhalación profunda.

-Te irá muy bien, te acompaño –

-Muchas gracias- me señala la puerta, lo sigo hasta el material del escenario, las manos me tiemblan.

-Estas espectacular, recuerda que tienes mucha motivación para hacer está presentación –

-Así es, muchas gracias- se apagan las luces, ingreso al escenario y me coloco ante el micrófono, el piano empieza a sonar acompañado de un chelo y violines

“El día que nos conocimos
Congelado, aguanté la respiración
Desde el principio
Sabía que había encontrado un hogar para mi corazón
Batir rápido, colores y promesas
¿Cómo ser valiente?
¿Cómo puedo amar cuando tengo miedo de caer?
Pero verte solo
Todas mis dudas, de repente desaparece de alguna manera”

Se enciende una luz en dirección al público y mi esposo se coloca de pie en esta estrofa de la canción

“Un paso más cerca”

Todos aplauden y siento que la respiración se me va cuando lo veo caminar en dirección al escenario.

“He muerto todos los días esperándote
Cariño, no tengas miedo
Te he amado por mil años
Te amaré por mil más”

Se coloca de pie ante mí, me sostiene de la mano y con la otra acaricia mi mejilla.

La guitarra queda sola y luego es acompañada por la voz de mi esposo.