KEATING, NEIL Y EL POEMA

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Llega la mañana, y yo con mis seis horitas de sueño tengo que enfrentarme a las siete horas de estudio e impedir algunos robos.

Abro los ojos y me quedo mirando al techo, ya sabes, replanteandome mi existencia y la de Spider Boy, de repente, Neil me quita la manta de golpe con el objetivo de despertarme por completo.

-¡Arriba dormilón!-. Ver a Neil cada mañana es maravilloso, pero odio cuando me despierta.
-Neil te odio-. Digo con la voz ronca.
-Ya me lo agradecerás, venga vístete y bajamos a desayunar-.

Me pongo mi camisa y comienzo a atarme la corbata, cuando miro de reojo a Neil me doy cuenta de que está teniendo algunos problemas con la suya.

-Todd ¿Cómo lo haces?-. Me giro a mirarle-. Te juro que lo intento pero solo me salen nudos deformes, por favor hazlo tu-.

Finjo que me molesta tener que atarle la corbata a Neil todas las mañanas, pero en realidad es mi parte favorita. Tenerlo tan cerca de mi es lo mejor.

Lo hago todas las mañanas, pero hoy le subí la mirada y el me miraba a los ojos de otra forma. No se si me explico. Me miraba como si fuera la primera vez que veía mis ojos, como si fuera un libro al que lee.

Le ato la corbata y me alejo de el.
-A ver cuando aprendes a atartela-.
-Prefiero que me la hagas tú-.

...

¿Eso es coqueteo? Serán imaginaciones mías, pero de solo pensar en Neil coqueteando conmigo me pongo totalmente rojo. Siento como la sangre se me sube a la cabeza y me miró al espejo, si, estoy rojo. Menos mal que Neil se acababa de ir y yo tenía que ir abajo a desayunar.

Después del desayuno empezaron las clases, las cuales transcuyeron con normalidad, excepto (como siempre) la de el señor Keating. Durante esta clase se puso de pie en el puprite y pregunto si alguno sabía por qué lo había hecho.

-Para sentirse más alto-. Grito Charlie desde la otra punta de el aula.

-¿Para ver mejor?-. Pregunto Stephen.

-¡Nop! Pero gracias por intentarlo-. Responde por fin el capitán.- Me pongo de pie en mi escritorio para recordarme a mi mismo que debemos ver las cosas desde un punto de vista distinto constantemente. Vangan chicos, súbanse al escritorio.

Todos comenzaron a subirse de dos en dos, Neil fue el primero junto a Charlie y yo dejé que se colaran varias personas, no quería subirme al escritorio, pero desgraciadamente lo hice y fui el último.
Cuando estaba arriba, Keating estaba saliendo, pero antes de salir nos dijo:

-Para la siguiente clase tienen que traer un poema escrito por vosotros, para recitarlo frente a la clase.- Me miro-. Se que eso te supone un poco un problema Todd-. Dijo mientras salía por la puerta.

Me quedé hay de pie y terminé por tirarme de el escritorio (ojalá hubiera podido tirarme de un sitio más alto en el momento).

Cuando llegue a mi habitación me timbre en mi cama, desesperado, esto de ser Spider boy y estudiar me estaba pasando factura y ahora encima tenía que escribir un poema. Cojo el bloc de notas y comienzo a escribir.

-Soñanamos días de mañana...-. Leo y leo, pero no puedo concienciarse de que tendré que leer esto en la próxima clase, no puedo. Cuando estaba a punto de arrancar la hija me sorprendió el sonido de la puerta abriéndose ¡Era Neil! ¡Mi encantador Neil!

-¡Todd! ¡Todd!-. Venia hacia mi con un papel en sus manos, y se dejó caer al lado de la cama mientras me lo daba.

- ¿Sueño de una noche de verano?-. mire desconcertado. - ¿Que es esto?-.

-Es una comedia idiota-. Dijo mientras me quitaba el papel de las manos-. ¡Y hacen audiciones!-.

-¿Y?-.
-«¿Y?»-. Me miró como si hubiera cometido el mayor error de mi vida.- ¡Voy a actuar! ¡Si! Desde que tengo memoria he querido intentarlo, pero por supuesto que mi padre no me dejaria, por primera vez en mi vida, se lo que quiero hacer y voy a hacerlo quiera o no mi padre ¡CARPE DIEM!-.

-Neil, Neil... No grites... ¿Cómo vas a estar en una obra si tu padre no te deja?-.

-No lo se, ya me las apañaré-.

-Necesitaras su permiso para partici...-.

-¡Todd! ¿De qué parte estas? ¿No puedes dejarne vivir en mi ilusión?-.

Me quedo mirándolo, está observando el paisaje por la ventana y evita mis ojos, posiblemente tenga los suyos ahogados en lágrimas y no quiera que le vea así...

-¿Vas a venir a la reunión de esta noche?-.

-No lo se, puede.-.

-No te importa nada que el señor Keating diga ¿Me equivoco?-.

-¿Que?-.

-Estas en el club, estar en el club es algo más que solo decir que estás en el-.

-¿Quieres que me vaya?-.

-¡No! Te quiero dentro, pero estar en el club es amar y emocionarte por las reuniones, te ves tan emocionado como una roca-.

-Escuchame Neil, aprecio tu consideración, pero no soy como tú, tu dices cosas y la gente escucha, yo... Yo no soy así-.

-¿Y no crees que lo puedas ser?-

-Escuchame, el punto no es ese, el punto es que puedo cuidar de mi mismo ¿Vale?-

-No-.

-¿Como que no?-.

-No.-. Dice Neil dejando escapar una sonrisa, cuando de repente me arranca el bloc de notas de el regazo y comie Za a saltar por la habitación.

-¡¿Qué es esto!? ¿POESÍA?-.

-¡Neil! ¡No!-. Corro tras de el e intento quitarle el papel de las manos.

-Soñamos días de mañana...-.

-¡Neil!-.

-¡Oh Dios! ¡Me persigue Walth White man!-.

Corremos por la habitación, y por un instante solo por un efímero instante estuve a centímetros de el, y todo fue perfecto en ese segundo.

Cuanto le quiero.

SPIDER-BOY|| 𝒜𝓃𝒹𝑒𝓇𝓅𝑒𝓇𝓇𝓎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora