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Las últimas tres semanas me las pasé divirtiéndome un poco con mis primos y estudiando un poco con unos libros que descargué sobre los hombres lobos o licantropos, así se llaman científicamente, le queda más lindo la verdad.

Había estudiado sus puntos débiles, puntos de circulación y algunas técnicas humanas para norquearlos y deshacernos de ellos en su forma lobo.

Había estado practicando un poco esas técnicas con Brek, pero no habían funcionado muy bien y hace una semana, él y papá viajaron a la cuidad a continuar con su vida allá mientras que yo tenia que estar aquí, según ellos, a salvo.

—Basta Bronwyn, eso es peligroso —dijo Liam

Siempre me decía lo mismo cada vez que trataba de centralizar mi energía en algo, esta vez era haciendo ejercicio, y los de verdad, me dolía todo

—¿Qué pueden hacerme unas abdominales? —le dije jadeando por el cansancio—, Necesito fuerza física para que mis técnicas funcionen.

—Haz lo que quieras, después no digas que no te cuidé

Siempre era lo mismo desde que ellos se fueron, estaba totalmente aburrida y distraída, tenía que perder mi tiempo en algo útil y esto, era lo poco que encontraba. No había Internet, ni televisor,  era una casa en el bosque y ya.

Mayormente, para no aburrirme, me ponía a estudiar sobre los licantropos, hacer un poco de ejercicio, practicar artes marciales para poder defenderme e ir a hacer fotografías por el bosque con mi hermoso celular y editarlas que me tomaban tiempo también, pero valían la pena.

—Hola Bronwyn

Miré al árbol y vi a mi pequeño amigo rompe reglas sentado allí, en una rama, como si nada y le sonreí.

—¿Puedes bajar? —y él se tiró de allí— Hola Ethan

—Te veo ocupada. ¿Interrumpo?

—No —dije rápidamente— Pero podrías ayudarme —sonreí

—¿En qué? —me miró burlón

—Estoy practicando unas técnicas para poder pelear contra ustedes y ser un poco útil o al menos defenderme cuando me ataquen de sorpresa. ¿Me ayudas a entrenar? —le hice un puchero

Él puso su mano en el mentón, pensativo. Que nerviosa me ponía eso

—¿Y...? —dije alargando la palabra

—Está bien —dijo sonriendo— Tengo mucho tiempo libre, lo puedo emplear en algo útil por una vez en mi vida

—Gracias —lo abracé

—¿De qué hora a qué hora entrenas diario?

—Prácticamente todo el día. Me entretengo mucho

—Entonces estaría bien que te pierdas de 9:00am a 4:00pm —dijo pensativo de nuevo— ¿Estas de acuerdo?

Asentí freneticamente. Por fin no iba a aburrirme.

—Eth, te tengo una pregunta

—Dime

—¿Que tiene que ver que un Marvelous y una King se hayan enamorado? —le pregunté enarcando una ceja

—Pues que el fruto de ese amor puede ser muy peligroso. Tan peligroso que los Marvelous no le querrían contra ellos y los King tampoco. Por eso se pusieron las reglas. Pero según lo que me ha contado mi papá, Kaiser y Jena siempre estaban juntos, más o menos como tú y yo. Kaiser odiaba respetar las reglas y Jena lo quería por eso, estaban muy enamorados pero era un amor imposible. —suspiró— La verdad y sinceramente, debió pasar algo bien grande para que los Marvelous asesinaran y prendieran fuego a la casa de los King, con ellos dentro. Lo único que queda es... nada. La pérdida de ellos nos afectó a todos.

Por equivocación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora