16

5 5 0
                                    

Volé hacia él. Era como una pelea de niños, yo esquivando y atacando y él simplemente tratando de matarme con ese sucio cuchillo.

Le lancé un golpe en el abdomen y lo alejé unos 2 o 3 metros de mí para poder usar una técnica que trabajaba los puntos vitales, pero me esquivó cada uno de los golpes que lancé.

Me dio una patada y pude amortiguar el golpe con mis manos. Aún así, me puse de pie al instante, jadeando

Su cara cambió cuando se dio cuenta de lo que trataba de hacer y corrió hacia mí, pero ya era tarde.

Me había transformado y con mis colmillos le había dañado un brazo: uno menos. Seguí tirandome encima de él, pero me esquivaba. Maldita sea.

—¡Bronwyn!

Me distraí por un momento, mirando a mi mamá que me lanzaba un cuchillo. Lo atrapé con la boca y volví a mi forma humana.

Me di cuenta cuando lo seguí atacando: Había marcado mis pasos por lo que por eso no le daba.

Sonreí socarronamente y cambié la técnica viendo como dejaba de parar mis golpes para recibirlos.

Era de los que estudiaba y después atacaba, pero a mí iba a tener que estudiarme unas 14 veces pero no le daría tiempo: Lo mataré antes de enseñarle mis 14 técnicas.

Era raro, cada uno de sus movimientos, su poca fuerza. Toda esta absurda pelea me recordaba a mí cuando... cuando era humana.

—Eres humano

Dije separandome unos 5 metros de él

Él solo voló a mí y yo esquivé para después clavar el cuchillo en su espalda. Oí un grito por su parte pero aún así ataqué. Era un humano, por eso no peleaba, porque no sabía. Estaba acostumbrado a observar y usar los movimientos estudiados en contra del individuo pero conmigo fue diferente, porque solo estudió una de mis formas de pelear y las otras le estaban pasando factura.

—Acabemos con esto

Dije para luego hacer lo mismo que todos los lobos, mi mano directa a su abdomen. Fue cuestión de segundos que el cuerpo de Katar cayera al suelo, sin vida. Fue cuestión de segundos que todo terminara.

—¡Bronwyn! —dijo Jena para abrazarme

—¿Están bien? —dije con notable preocupación

Ella bajó su cabeza

—Perdimos a Keel, a Jonah —se le cortó la voz— a... a Mara... muchos Clain murieron también

Y mis ojos se volvieron a humedecer. Myls, Jonah, Keel, Mara, Ethan, papá, todos ellos se habían ido.

—Lo siento mamá, no pude protegerlos. Yo... yo dejé que se fueran —sollocé

Vi como sus lágrimas caían

—Ya todo acabó

—Bronie —me voltee observando a una pelirroja de unos 14 años

—¿Diga?

—¿Ethan? —se le rompió la voz— ¿Se fue, verdad? —empezó a llorar— Mi hermano, no murió en vano ¿Verdad?

—No —grité con un nudo en la garganta— Ninguno de nuestros pequeños héroes murieron en vano. Su muerte nos salvó a todos.

Ella corrió a abrazarme y yo le correspondí. Ethan era más que un amigo, era mi hermano y sabía exactamente como se sentía.

Brek

El rápido recuerdo de Brek con una apuñalada en el abdomen me dio un escalofrío en mi espina dorsal y fui corriendo a donde estaba Luana

—¿Lua, Brek? —le dije rápidamente

Por equivocación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora