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Silencio. Tensión. Tristeza

-¿Qué?

Eso fue lo único que se oyó y vino de Jake.

-¿Tú nos traicionaste? -le dijo Keel

En sus voces, ambos se notaban dolidos. Nunca pensaron que su hermanita fuera a hacerles esto.

Y... Touché. Ella era la que estaba sola en el departamento de papá ese día.

-Lo mataste -mascullé en un susurro

No puedo creerlo.
No los atacaron una manada de lobos, ella lo mató.

La agarré por el cuello de nuevo lanzandola hacia las ventanas que, debido a la fuerza y a que las traspasó, se rompieron. Fui y me coloqué en el borde, me tiré de ellas y antes de que se pudiera levantar patee su abdomen lanzandola contra un árbol

-No has respondido ninguna de las preguntas -mascullé acercandome a paso pesado

-No- No necesitan respuestas -dijo entrecortadamente tratando de levantarse- Ya lo sabes.

Y eso hizo que la volviera a golpear, esa maldita sonrisa burlona.

Mi mirada volvía a ser negra y no podía controlar mis movimientos.

Era golpe tras golpe hasta que unas manos abrazaron mi cintura y me alejaron de ella.

-Basta, Bron -me dijo Ethan- La vas a matar

-¡Me vale! -dije forcejando- ¡Ella mató a mi papá y por su culpa mataron a Lana! ¡No me importa!

Jake y Keel, sus hermanos la agarraron y la miraron con tristeza. No sé si fue por lo que acabo de decir o por el hecho de que está herida.

-¿Lo hiciste? -le preguntó su papá firmemente- ¡Responde Jane!

La tía Yeny estaba llorando, sin poder creer lo que había hecho su hija.
Mis primos estaban por una parte molestos como Brek, Liam y Myls y por otra parte tristes como Luana y Jonah. Kaiser y Jena ayudaban a Ethan a sujetarme, mientras mi tío Corbyn y mi tío Luan trataban de calmar a mi tía Yeny y mi tía Jules que no podían creerlo

-¡Si! -habló por fin Jane- ¡Si los traicioné! ¡Si atravesé al tío Connor con mis manos! ¡Si les dije a los Marvelous donde estaría Bronwyn! ¡Si le avisé a Lena cuando llegó! -soltó una risa- Era una maldita Marvelous y la última King, por su culpa pasó todo.

Yo me solté de Ethan y le proporcioné otro puñetazo en el rostro, hasta que me volvieron a alejar de ella, esta vez, fue Kaiser.

-¡¿Cómo puedes decir eso?! -le grité mientras forcejaba con Kaiser- ¡Yo solo vine a pasar tres malditas semanas! ¡Si tú no hubieras hecho nada de eso yo estuviera con mi papá en nuestro apartamento terminando mi semestre! -se me cortó la voz- Estuviera todo bien

-Solo mirate -gritó de vuelta- Tienes los ojos naranjos de todo el enojo que llevas y me golpeaste -rió de nuevo- Los monstruos no pueden vivir bien

Traté de soltarme pero esta vez aseguró su agarré

-¡Sueltame! -espeté en su cara

-Tranquilazate Bronwyn. No resuelves nada

Y algo dentro de mí se rompió y por un momento bien largo no pude ver nada, todo se tornó negro, gritaba pero nadie me escuchaba hasta que volvió la luz otra vez.

Ya Kaiser no me tenía sujetada, sino que estaba a unos metros de mí, recostado a un árbol con Jena socorriendole un arañazo que tenía en el hombro, y yo estaba en medio de mis primos que se habían transformado en lobos y estaban gruñendome.

Por equivocación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora