Capitulo 14

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- ¡Kochou!

Había pasado un largo periodo de tiempo desde aquellos acontecimientos, aproximadamente casi un mes y medio. Kyojuro después de recuperarse de su estado de shock aquella vez parecía una fiera preguntando por el demonio pelirosa, y por más que le dijeran que estaba "muerto", él nunca realmente lo creyó. Y parecía algo tonto, pero él podía sentir que estaba vivo. Aún así; paso todo ese tiempo preguntando por él de forma insistente, por eso estaba justamente en el laboratorio de aquella beta en ese momento, la cual suspiro al escuchar al rubio de cabello flameante a sus espalda. Sabía a lo que venía.

- Buenos días, Rengoku-San. -Levantó un pequeño tubo mientras observaba un líquido púrpura dentro de este.- ¿Todo bien?

El alfa observó como la chica vertía una sustancia algo espesa dentro de aquel tubo, una muy pequeña y controlada explosión sé creo dentro de ese mismo objeto mientras los líquidos comenzaban a mezclarse.

Sacudió su cabeza bruscamente, se acercó a la beta para apoyar sus manos sobre la mesa gentilmente. Ya se sabía lo que venía a preguntar, así que antes de hablar la pelinegra alzó su mano callando de inmediato al alfa.

- Sabes la respuesta.

- Sinceramente no les creo nada...

Ambos se quedaron callados, ambos perdían ya la paciencia... A la mujer no le dió más de otra que soltar un pesado suspiro para tocarse la cabeza con la punta de sus dedos, su rostro de contrajo en una mueca tratando de aguantar la migraña que se apoderaba de su cabeza con intensidad. Uno podía llegar a su límite, además de que la persistencia de ese Rengoku realmente llegaba a niveles muy elevados, debía pensarlo cuidadosamente para no cometer un error.

- Búscame en la noche, solo diré eso..

Tiro todo el líquido sobre un frasco de vidrio de forma delicada para sellarlo, lo coloco en una canasta con otros frascos del mismo color para luego irse del laboratorio sin decir nada más.

El alfa se quedó totalmente desconcertado ¿Que había sido eso? Pero si le dijo aquello, algo entonces haría. Tan solo suspiró mientras salía de aquel lugar junto de la finca, se dirigía directamente a su lugar asignado para un entrenamiento especial para los cazadores de demonios de bajo rango, debían volverse más fuertes por lo que les asignaron a todos los pilares dar un fuerte y duro entrenamiento a aquellos cazademonios.

Debían estar preparados, no debían bajar la guardia. Después de todo en cualquier momento, aquel ser maligno podría atacar.

























[...]

El día transcurrió naturalmente. Entrenó al grupo asignado para ese día y para su sorpresa entre ellos estaba el pequeño grupo del joven Kamado. Por lo que ese día dejo sus preocupaciones de lado y se concentro en entrenar a esos cachorros, claro bien también a los demás. Además como se lo espero, el grupo dinámico sobresalió al resto por lo que se sintió fuertemente orgulloso de ellos, sin duda esos jóvenes eran mucho más fuertes que desde la primera vez que los observó mostrando sus habilidades. Sentía su corazón ardiendo con entusiasmo al verlos pasar su entrenamiento, no paso mucho antes de que ellos se fueran al siguiente pilar.

Realmente estaba orgulloso de esos tres.

Al caer la noche y con pasos firmes, camino directamente hacia la Finca Mariposa de Shinobu sin algún tipo de desvío. Caminó lo más rápido posible hasta llegar a la entrada de aquella finca con la intención de entrar, pero al ver dos siluetas justo en la entrada su andar se detuvo.

Fate [Renkaza]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora