Fate [Renkaza]

Capitulo 13

El demonio no sabía como actuar ante esa situación.

Ese alfa irradiaba feromonas muy fuertes contra él, no eran agradables, podía sentir que estaba muy enojado. Eso sí le impresionó realmente y en cierta parte le causo, preocupación... Nunca lo había visto de esa forma o al menos, no contra él.

Sigilosamente se fue acercando hacia el rubio, quien se encontraba sentado cerca de la entrada de la cabaña con sus brazos cruzados, viendo a la nada con su ceño fruncido. El demonio al llegar a su lado se sentó con mucha cautela junto a este tratando de contrarrestar el agrio olor que dejaba salir el alfa contra él, en su lugar, dejaba salir el suyo. Tan solo buscaba hacer que se calmara aunque sea un poco, le daba miedo así.

- Kyojuro... -Lo llamó muy suavemente, no recibió respuesta.

Pego su cuerpo a un costado del alfa para abrazarlo con fuerza, frotando su cabeza levemente contra su cuello y luego alzando su vista hacia el rubio, el cuál cerro sus ojos con fuerza mientras frunció levemente su rostro en una mueca de molestia.

- El que se la pasa enojado en esta extraña relación soy yo, no te pongas así. -Tomó con delicadeza una de las manos del alfa para agitarla contra su pecho.- ¡Dime algo Kyojuro!

Nuevamente sin respuesta alguna. Akaza bufo y desvió la mirada hacia otro lado pesando en que podía hacer, nunca había tratado a ese alfa de esa forma, nunca lo había visto así, o más bien no ser el causante. Lo que sabia es que no le gustaba para nada aquello, verlo así le generaba algo de frustración ¡Algo debía hacer!

Volviendo a mirar al rubio, comenzó a deslizarse muy lentamente hasta quedar sentado sobre sus piernas, Kyojuro solo desvió la mirada hacia otro lado para evitar el contacto visual con el omega. Aquello provoco que el pelirosa soltará un quejido mientras frotaba su cara contra el pecho del alfa, liberando así al mismo tiempo más de sus feromonas buscando hacer que el otro se fuera calmado, no le gustaba aquella situación, además de que no importaba cuánto lo moviera o hiciera para que tratara de mirarlo, aquella indiferencia si que causo un revuelto en su estómago y pecho.

- ¡Kyojuro perdón! -Entre ligeros chillidos se aferró al cuello del alfa, escondiendo su rostro contra la curva de su hombro.- ¿Fue por ser tan grosero, verdad? ¡No te enojes no me gusta verte así!

El ojo del rubio se clavo sutilmente en el rostro del omega, ahí pudo notar como las mejillas de este estaban levemente ruborizadas haciendo un fuerte esfuerzo para no llorar. Ya se había pasado mucho realmente, esa imágen causo una picazón en su pecho. Suspiró por fin dejando escapar todo el aire, desviando la mirada levemente para volver a ver al pelirosa, el cuál esperaba con muchas ansias que el alfa dijera cualquier cosa.

- No me gustó tu actitud, y no solo es con Tomioka, sino que también con mis otros compañeros, Akaza...

- ¡Lo sé pero! -Las manos del demonio tomaron con firma el rostro del Rengoku para que lo mirara directamente a sus ojos.- Entiéndeme yo... ughh...

Desvió la mirada cortando abruptamente lo que quería decir, no era bueno expresándose y eso Kyojuro lo sabía, sumándole que estaba algo tenso por la indiferencia que le había mostrado recientemente, así que para tratar de alivianarlo tomo sus caderas suavemente dejando salir con mayor fuerzas sus propias feromonas, pero en vez de ser aquel agrio olor ahora era más suave y dulce llegando de inmediato a la nariz del omega.

Casi de inmediato se calmo, dejando escapar un fuerte suspiro para recostar su cabeza sobre el hombro del rubio buscando las palabras correctas para decir, aunque lo que realmente lo que tenía era un nudo en la garganta que evitaba que salieran las palabras de su boca.

- Calma... -a los oídos contrarios llegó la grave voz del alfa, el cuál le hablaba lo más suave posible.- No te apresures.

Akaza asintió con la cabeza mientras seguía restregando esta misma contra el pecho del contrario, eso lo hacía tranquilizarse un poco.