Judas - Jaywon

El hijo de un loco

Y hay se encontraba Jong Seong dando un recorrido por los pasillos de su maravillosa y espaciosa mansión, bueno técnicamente era de su padre, pero las propiedades eran todas de Seong (Jay). Este vestía un traje negro, con camisa blanca debajo y una costosa corbata de tela fina. Tenia una copa de vino entre sus dedos, estaba con una postura un poco recostada hacia atrás, parecía estar relajado, su mano derecha estaba en su bolsillo del  pantalón ya que la otra sostenía la fina copa con la bebida de alcohol rojo.

-Jay-Escucho la voz gruesa y ronca de su padre.

-Te dije claramente que no me llames así-El joven entro rodeando los ojos.

Jay tenia un semblante serio como siempre, esa neutralidad que tenia en sus facciones no se la quitaba nadie, o eso creía el...Entro a una lujosa biblioteca, una en la cual estaba casi todo el tiempo. Era una costumbre que su padre lo llamara la mayoría del tiempo a estar hay, ya sea para misiones o simplemente contarle sobre sus innecesarias financiaciones ganadas en sus crimines.

Su padre era un líder peligroso, quizás el mas peligroso de Seul Corea, pero aun no era descubierto, y era casi imposible que lo hicieran, su padre tenia una pila de papeles y documentos sobre el espacioso escritorio. Ni siquiera lo volteo a ver, tenia un traje parecido al que vestía el menor,  la mirada de su padre estaba puesta en las miles y miles de hojas de papel una torre entera de hojas blancas, algo muy de costumbre para ver en esa familia.

-Jay, tendrás que ir a la escuela, te lo comente antes, o no?-Dijo y acomodo sus lentes penas subiendo levemente sus ojos.

-No! Padre no! Te lo suplico, no quiero...-Estaba suplicando Jay con el seño fruncido hasta que fue interrumpido.

-No deberás estudiar, solo debes traerme a Jung-Dijo y lo miro fijamente serio.

-Ah...El chico?-El joven ladeo su cabeza con una mueca.

-Su padre asintió despacio-O simplemente puedes matarlo tu mismo, eres capaz hijo-Soltó un suspiro-ya estas listo para tu primera persona, en serio.

 Jong Seong solo soltó otra mueca, y apenas que había matado a tres personas, y en las tres su padre le ayudo, ya que este solo sostenía el arma con sus ojos cerrados con fuerza ¿Acaso Jay tenia miedo?...Y es que si, a Jay no le agradaba mucho la idea de matar gente como si nada, la forma de su padre para ganar dinero lo aturdía por completo. Pero esto lo hizo pensar, no podía seguir siendo un cobarde en una familia de asesinos, así que se sintió elogiado de que su padre le otorgara tal misión, después de todo solo era un simple chico de aproximadamente 19 años. Nada difícil...

-Jaywon-