Conociendote

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Jungwon estaba comiendo sentado en el suelo, pues se podría llamar "humilde" su situación actual, no podía siquiera desayunar, estaba sentado en medio de sus padres.

-Hijo...Ten cuidado en la escuela, sabes que no le eh pagado a ese hombre su dinero, no confíes en nadie-Dijo el débil señor que a duras penas podía comer.

-Oh si señor-Won le brindo una amable sonrisa a su padre.

Y así era, una deuda estaba haciendo que la vida de Jungwon corriera mucho peligro, incluso ir a la escuela era una amenaza, o mas bien una amenaza. Jungwon no era de una familia con mucho dinero, de hecho la pobreza los alcanzaba diariamente, todos los días sentados en el suelo por falta de sillas, el esfuerzo de sus padres al trabajar aturdían a Won.

Sus zapatillas desgastadas, y su cabello algo sucio, pero nada de el olía mal, de hecho Jungwon tenia un buen humor, siempre fue de caerle muy bien a todos, el era amable, cariñoso y paciente, sus padres siempre le enseñaron a respetar, Jungwon tenia una personalidad tierna con todos sin importar su alrededor.

Won vivía con sus padres en la alta colina se Seul, Corea, claramente tenia que ir a la escuela con cuidado en su bicicleta pinchada, muy agotado por cierto, pues en la parte baja de tal colina coreana vivían los millonarios, esos duros y fríos hombres que sin importar las circunstancias amaban el dinero.

 -Llegue! Ya llegue!-Entro el chico de hoyuelos con una respiración agitada, empujo de golpe la puerta que daba al salón-Lo siento! Lo siento en serio!

Jungwon hizo una leve reverencia hacia la maestra en signo de perdón, su disculpa no era suficiente ya que todos los días era así, diariamente la profesora dirigía una mirada fija a Jungwon, se lo llevaba fuera del salaron y hablaba con el, todos los días era así pero nunca cambiaba la situación.

-Won! De nuevo?!-La maestra alardeo enojada, todos sus compañeros rieron.

-Lo siento...-Jungwon dejo caer su mochila algo rota y descocida al suelo, su postura era agachada pues aparte de agitado estaba muy cansado.

Jay miraba fijamente al chico de hoyuelos, se veía realmente débil, Jay solo estaba serio pues al parecer no le importo mucho, siguió leyendo su libro de matemáticas con atención, sacudía de lado a lado su bolígrafo mientras que el chico a su lado usaba el de el como bigote, estirando sus labios para sostenerlo. pero Jay ignoraba a todo el mundo, estaba concentrado en los ejercicios sin resolver hasta que la voz de sus compañeros lo distrajeron.

-Dios! Que mal olor!-Grito uno tapándose su nariz

-Es Jungwon! Nunca se baña! seguro no puede pagar ni siquiera una regadera-Agrego otro burlándose del chico que pasaba por el pasillo de asientos.

Jay dirigió su mirada al chico, serio por completo, en cambio Won se notaba de semblante desanimado, seguro estaba triste o algo por el estilo, aunque Jay ignoro eso, también los comentarios de los alumnos que rodeaban a Jungwon, en lo único en que Park se fijo fue en el nombre de este, era su presa, como decía su padre, presas...

Hay estaba el chico que necesitaba, tenia que ir lento, no podía adelantarse, miro al chico a su lado y vio como este hablaba con una chica, supuso que era su novia, así que Park fue astuto, pues nadie se quería sentar al lado del chico del cual solo exageraban pues para Jay este adolescente solo olía a dolor, nada que a Jay le importara por ahora. Toco el hombre de joven y le dijo que se cambiara de puesto para que pudiera hablar mejor con la chica, este dejo de estirar sus labios de pico de pato dejando caer el bolígrafo que diseñaba su "bigote" y le sonrió a Jay, de inmediato se cambio.

-Jay levanto su brazo-Ey chico...-Serio-

Jungwon lo volteo a ver, sus ojos brillaban, de cierta manera Jay se sombro al verlo, Jay paso saliva, justo con la mirada de su padre, solo que en el no reflejaba y temor, reflejaba dulzura...Pero como dijo su padre, nada de distracciones, Jay se decidió a detener la humillación del chico ya que prácticamente todas las miradas se dirigían al joven, incluso las de la maestra quien no decía nada ante estas burlas.

-Acá hay un asiento vació-bajo su brazo y señalo.

-Oh si...Gracias-Jungwon se sentó despacio, parecía tímido, y muy nervioso, se movía con lentitud, como para no molestar a Jay.

-Tienes libro?-Pregunto Park sin siquiera mirarlo, justo como lo hace su padre.

-Ahm...-Jungwon negó despacio.

En la mente de Jay solo había una misión y era complacer a su padre, no fallaría, le llevaría a Jungwon, y saber que tenia al imbécil sentado al lado suyo era una victoria, iba lento pero seguro, juraba que iba a enorgullecer a ese hombre. Pero realmente no sabia para que su padre lo quería, quizás deudas o peleas, ni tampoco sabia exactamente como lo localizo, como supo exactamente que escuela era, pero Jay tenia suerte, y tenia justo al lado al chico que su padre deseaba ver en una tumba, era extraño, incluso incomodo, pero en el fondo había felicidad y deseo por complacer al mayor (Su padre).




-Jaywon-

-Jaywon-

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Judas - JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora