capítulo uno

931 101 47
                                    

╱    CAPÍTULO UNO   :   𝖬𝖠𝖫𝖠𝖲 𝖭𝖮𝖳𝖠𝖲

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

    CAPÍTULO UNO   :   𝖬𝖠𝖫𝖠𝖲 𝖭𝖮𝖳𝖠𝖲


agarré mi bolso tras salir furiosa de clase, no me podía creer que había suspendido otro examen de química, estuve estudiando toda la maldita tarde en vez de salir a cenar con mis amigas por el dichoso examen.

al parecer el profesor me tenía manía, había sacado casi la mínima nota, por unas miserables décimas.

— vamos bella, relájate un poco, seguro que a la próxima lo sacas. — intentaba relajarme lana, mi mejor amiga y quien había sido mi compañera desde el primer día de la universidad.

— no puedo lana, ese profesor ya se puede meter el suspenso por el culo, me he esforzado muchísimo en este examen para sacar esta nota de mierda.

— venga no te desanimes, seguro que podemos encontrarle alguna solución, además yo también he suspendido y sabes qué significa eso, ¿no? — sonreía lana con una sonrisa maliciosa.

— mmm, ¿qué vamos a consolarnos comprando ropa? — la miré de reojo.

— esa es mi chica, si es que cómo me conoces. — lana me agarró del cuello con su típica sonrisa, siempre sabía como hacerme reír.

ambas nos dirigimos a su moto, había conseguido el carnet de conducir hace apenas unas semanas atrás.

nos encontrábamos mirando vestidos y lencería,
cosa que lana necesitaba pues su novio satoru le encantaba la ropa interior de encaje y a ella le fascinaba hacerse a la idea de verse con un conjunto lencero sólo para su novio.

— ¿crees que le gustará el rojo a satoru? — agarró una percha con un conjunto precioso de lencería roja con un camisón a juego.

— y yo que sé lana, no soy gojo, pero ese conjunto te quedaría de cine. — respondí, no soy la mejor aconsejando en cuanto a ropa interior, sólo había tenido un novio en secundaria llamado josh y apenas lo hicimos un par de veces, era una inexperta.

— venga vale, me lo compro. — dijo decidida. — ¡a toru le va a encantar! — saltó emocionada. a veces me gustaría sentir esa emoción de saber cómo se sentiría mi pareja viéndome con eso puesto, joder bella, ¿pero quién soy yo para fantasear?

una vez pagado y salido de la tienda, lana recibió una llamada telefónica.

— sujétame esto. — dijo extendiéndome sus bolsas.

tras colgar la llamada, lana se dirigió hacia mí sin parar de mirarme fijamente y reír para sus adentros.

— te tengo una sorpresa, pero no sé si te va a gustar. — su expresión no me daba muy buena espina.

— suelta. — respondí rodando los ojos.

— te he conseguido un profesor particular. — sonrió mientras daba pequeños saltos.

¿acaso he escuchado lo que acabo de escuchar?

— ¡¿qué?! ¡¿cómo que un profesor?! ¡lana ya no tengo doce años! ¡no necesito ningún profesor particular que me enseñe! — grité furiosa, a veces pienso que me toma realmente el pelo, pero
esta vez dada su expresión y la forma que me dio tal noticia, parecía que iba en serio.

— sabía que reaccionarías así, pero adivina, uno de los mejores amigos de satoru es profesor y, adivina qué: ¡es profesor de química avanzada en la universidad! — gritó emocionada.

— ¿pero ese hombre cuántos años tiene? ¿cuarenta? — pregunté confusa, a día de hoy pocos profesores se encuentran que enseñen ese tipo de materia tan complicada y mucho menos, jóvenes.

— no seas tonta, tiene veinticuatro recién cumplidos.

— ¿cómo? lana, te lo agradezco pero no necesito a nadie que me dé lecciones, yo puedo sola.

— mhm, ya claro, eso mismo dijiste la última vez y mira como te salió el examen. — remarcó cruzándose de brazos. — vamos bella, tan sólo dale una oportunidad, si en la primera clase no te sientes cómoda y prefieres hacerlo por ti misma, tan sólo llámame y ya no tendrás que depender de nadie, ¿si? por favor... — suplicó haciéndome esa cara de perro mojado, sabía que no podía resistirme cuando me miraba de esa manera.

— vale, está bien, pero sólo una clase eh. — la miré señalándola con el dedo índice.

— ¡sabía que aceptarías! ya verás como te ayudará y podrás conseguir aprobar el siguiente examen. — lana corrió hacia mí abrazándome con fuerza.

— aléjate de mí, no puedo respirar. — sus brazos me apretaban y mi pecho se encontraba a punto de estallar en busca de oxígeno.

lo que no sabía bella, es que aquel profesor tenía sus propios métodos de enseñanza y esa clase no sería precisamente su última.

teach me  𐦍  nanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora