¿Puedo desearte? - [Dekubaku]

4: ¿Cómo?

— ¡¿Cuál fue reacción cuando conociste All might, héroe Deku!? — Indicó Haru muy emocionada mientras estaba siendo tomada de ambas manos por los adultos. Una por su papá y otro por Deku, ambos llevando a la feliz niña a veces la alzan para hacerla reír.

— Bueno, casi me desmayó — Rió Izuku habiendo reír de vuelta a Haru.

Por alguna razón, el Omega cenizo se sentía bien con el ambiente con su Alpha hablando tranquilamente con su hija y haciéndola reír. Katsuki desea que fuera en otra situación, pero, lastimosamente no es así. Suspiró resignado oyendo la conversación entre la infante y el Alpha.

Hasta que llegaron a la puerta del apartamento de Katsuki, cosa que quería evitar el rubio al máximo, que Deku supiera dónde vive. Ya que igualmente, tarde o temprano lo iba saber.

— Bueno, Haru... Es hora de despedirse del héroe Deku — Indicó Katsuki poniéndose a la altura de la infante que hizo un punchero tierno corriendo para pegarse en la pierna de Izuku quien sonrió de ternura.

—¡No...!¡Aún tengo muchas preguntas! — Gritó la pequeña aferrándose a la extremidad de Deku, el Alpha volvió a reír por el punchero de lo que se supone que es su hija.

Katsuki no pudo evitar arrugar sus cejas al ver aquella sonrisa en el rostro de Deku, tenía que enviar en lo más profundo esos sentimientos por Izuku. Sobre todo su lado Omega que ansia que su hija tenga a su padre Alpha cerca. Y de él también.

Pero, a pesar de sus instintos naturales, Katsuki suspiró profundamente y volvió en sí, Deku tenía pareja podía empezar su vida desde cero sin tener que preocuparse por la responsabilidad de una hija que nunca tendría que saber que tiene. Será de alguna manera libre de ese pequeño problema de paternidad del cuál Katsuki nunca le reclamó por miedo.

— Podrás preguntarle después — Indicó Katsuki agarrando a su hija por debajo de los hombros para despegarla de Izuku pero, ella se aferró con sus fuerzas negandose a dejar al héroe —Deku está muy cansado, ¿No es así?

Indicó Katsuki mirando a Izuku, como diciéndole con la mirada que le siga la corriente, o más bien, una amenaza para que lo ayude. El Alpha a pesar de querer llevarle la contraria a Katsuki, con facilidad despegó a la niña de él y se puso a su altura otra vez.

— Ah, si. Estoy un poquito cansado — Sonrió de medio lado el peliverde notando como la infante baja su cabecita desanimada.

Sin darse cuenta, eso a Izuku le rompió el corazón y se conmovió, intentó levantarle el ánimo a la pequeña peliverde una vez más y que no vaya tan triste — Tal vez después podemos hablar, Haru-chan.

La expresión de Haru se volvio animada nuevamente, ella alzó su cabecita sonriendo —¿!Cuando!? Tú y mi papá son compañeros de héroe, ¿Verdad?

— Si, cuando tú papá quiera pasar tiempo juntos conmigo y contigo, está bien podrás preguntarme todas las preguntas que quieras — Contestó con cariño el pecoso alborotando la cabellera rizada verdosa de la infante que rió y asintió emocionada.

— ¡Okey...!¡Nos vemos, héroe Deku! — Exclamó Haru con su manito antes de entrar a su casa.

— ¡Nos vemos, Haru-chan! — Exclamó Izuku sonriendo mientras también se despide con su mano, la pequeña Hatu desapareció adentro de la casa.

— ¡Sube a tú habitación y cámbiate de ropa, metes el uniforme del colegio en la canasta de la ropa sucia, luego bajas almorzar!¡¿Oíste, Haru!? — Gritó Katsuki de manera firme pero amable al mismo tiempo a su hija desde la puerta.

—¡Si, papi!

—¡Ya voy enseguida!¡Espérame arriba!  — Dijo el cenizo cerrando la puerta principal tras él para agarrar la capa del Alpha que estaba apunto de despegar vuelo.

—¿Eh?¿Que paso, Kacchan? — Preguntó Izuku bajando hasta estar a la misma altura del Omega que gruñó sonoro. Dejando ver en sus expresión su reciente enojo del cuál desconocía Deku.

— ¿Que se supone que haces? — Preguntó molestó el Omega rubio al Alpha que alzó una ceja confundido.

Pero después hizo algo click en su cabeza, de seguro Kacchan habrá notado que estaba muy entretenido con la pequeña, tal vez le pareció raro ya que Izuku y Katsuki no tenían una relación bien estable desde se separaron.

Eso era una confirmación más para Izuku, de que definitivamente, Haru es su hija. Posiblemente a Katsuki le parezca raro, ya que se supone que él no sabe que Haru es su hija.

—Ser un buen padre ¿No crees?

Aquella palabras salieron sin que Izuku lo quisiera, solamente se dejó llevar y simplemente abrió la boca. Al darse cuenta de su estupidez, el Alpha miró con espasmo al Omega que ahora mismo tenía la mandíbula hacia abajo observando con los ojos totalmente abiertos a Izuku.

Katsuki retrocedió metiéndose más en su casa del susto, ¿¡Cómo lo supo!?¡¿Cómo!? El Omega cenizo buscaba en su mente algún error en sus cálculos, algo que hiciera pensar al Alpha de Izuku de que Haru es su cachorra. No, no todas las cosas que pudieron pasarle, esa era la que menos quería.

— Kacchan... yo — Izuku intentó retractarse pero, Katsuki lo interrumpió con una voz casi que rota.

—¡¿Cómo lo...!?¡¿Que te hace pensar que Haru es tu hija, hah!? — Exclamó el cenizo, intentando desviar al Alpha. Ni siquiera sabía que estaba diciendo, podría aprovechar esto y hacer que Haru por fin tuviera a su padre.

Su pequeña hija le dice todos los días que sus amigos la molestan por no tener un papá Alpha, y que quisiera conocer a su otro padre. Lastimosamente, Katsuki tuvo que decirle que solamente podría conocerlo cuando fuera grande, solamente para desviar la mente de su hija a otro lado.

Pero por alguna razón, aquello salió de su boca de manera defensiva, por miedo quizás, de lo que pueda pasar, de los cambios que puedan pasar apartir de ahí si Izuku sabe que es su hija. Los problemas que con llevaría en la vida de Izuku, podría ser una carga para él.

— Bueno... Para empezar, es igualita a mí cuando tenía su edad...

—¡Es pura coincidencia de seguro te confundes! — Katsuki seguía sin entender porque seguía negando un hecho verdadero, su Omega interior estaba gritándole lo estúpido que es.

— No lo creo, su aroma es parecido al mío. Pero con un toque del tuyo... no huele a Alpha extraño, huele a mí.

—¡¿Que te hace pensar que su padre de verdad no huele a menta igual que tú!?

Katsuki se decía a sí mismo que es un imbécil total, a pesar que su mente quiere decir la verdad de su boca sale otra cosa, un disparate. Que alguien le cierre la boca por favor.

El Alpha peliverde alzó una ceja cruzándose de brazos ante lo que escuchado — Kacchan, la posibilidad de que haya otro Alpha con exactamente mi olor, es nula. Estoy seguro de que Haru es mi hija.

—¡¿Y cuáles son tus pruebas!?¡¿Tienes alguna!?

— No, pero--

— Entonces, ¡No digas disparates!¡Y fuera de mi maldita casa! — Gritó Katsuki intentando cerrar la puerta en la cara a Izuku pero, el Alpha puso su pie entre el marco evitando que Katsuki se encierre por completo —¿¡Que demonios...!?¡Déjame en paz!

— Kacchan, no quiero sonar como el malo si pongo cosas legales de intermedio... Sé, siento que Haru es mi hija y la verdad no me molesta que lo sea — Confesó Izuku notando como Katsuki relaja el forzejeo con la puerta —¿Podemos si quiera hablar?

Katsuki en ese momento se estaba preguntando, ¿Que se supone que debería hacer?

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