—Si sigues así, vas a hacer un hueco en el piso.
Kakashi habló, mirando a su estudiante que caminaba en círculos.
Estaban en el hospital, donde Naruto estaba dando a luz, con Sakura y Tsunade ayudando en el parto.
—No puedo tranquilizarme, Naruto lleva más de tres horas ahí —dijo el pelinegro y siguió caminando.
—Sasuke, todo saldrá bien —habló está vez Obito, que estaba sentando a la par de Kakashi, con sus manos entrelazadas.
—Sí, Sasuke, nuestro rubio saldrá bien —esta vez habló Sai.
Sasuke ni siquiera se inmutó, al escuchar el "nuestro" Sai era así y por más que él gruñera o le dijera algo, lo volvió a hacer. Así que ya se había acostumbrado, un poco.
—¿Tú qué haces aquí? —preguntó Sasuke.
—Esperando para ver a mi ahijado o ahijada —respondió Sai, como si fuera algo obvio.
Sasuke volteó los ojos, ¿por qué había accedido a eso? Ah sí, accedió por la linda carita de su esposo, sí, por eso.
Un ruido que venía del pabellón del cuarto de Naruto lo hizo ponerse alerta, Sasuke inmediatamente alzó su cabeza, para ver a Sakura que venía.
—Sasuke, creo que necesitas pasar —dijo al estar ante ellos.
El nombrado asintió nervioso, miro por última vez a sus "amigos" y siguió a Sakura dentro de la habitación.
Al entrar lo primero que vió, fue a Naruto acostado en la camilla abrazando dos bultos, su ansiedad creció más, vió también a Tsunade acariciando la cabeza de su esposo.
—Naruto —lo llamó, el nombrado al escuchar su nombre alzó la mirada.
Y sonrió y el mundo de Sasuke tuvo color otra vez. Sus nervios se desvanecieron.
—Son dos, Sasuke, dos —susurró casi llorando Naruto.
Sasuke sonrió también con ojos llorosos, y rápidamente se acercó para ver a su esposo con sus hijos.
Sus hijos
Al llegar, vió en los brazos de su marido a dos pequeñas criaturas, era un niño y una niña, la niña tenía el cabello azabache con un mechón rubio y sus grandes ojos negros lo miraban con atención. En cambio el niño era rubio y tenía un mechón negro, contrario a su hermana él tenía unos suaves ojos azules.
Más claros que su esposo. Quien los miraba con una sonrisa de amor.
—Son hermosos, Sasuke y son nuestros —susurró Naruto con una sonrisa.
—Sí, cariño, son preciosos. Igual es normal, salieron a ti —dijo dejando un beso en la frente de su esposo.
Se siente feliz, completo, con vida. Está casado con el amor de su vida y ahora tienen dos preciosos hijos.
Sarada y Boruto serían su felicidad, junto a su adorado esposo Naruto. No puede desear mas y agradadece al ser, entidad que le brindo esto, pero le agradece aún más a Naruto, su rubio amor, el hombre que lo salvó y le brindo cariño, vida, amor.
Gracias, Naruto.