—Sas, cariño, ¿por qué tenemos que caminar tan de noche? Ya casi va a amanecer. —Un Naruto muy perezoso era jalado por su novio.—Naruto, siempre eres el más energético, además sólo son unos minutos más de caminata.
Sasuke respondió con voz divertida y dió un tirón más a la mano de su novio para que caminara más rápido, recibiendo un quejido exasperado de su rubio que lo hizo sonreír.
Ya llevaban algunos meses de viaje, Sasuke había decidido viajar, conocer y despejar su mente de Konoha, la misma que aún le trae malos recuerdos. Y Naruto lo había acompañado, con una sonrisa, una bolsa de viaje y su mirada llena de amor, Sasuke no pudo quejarse, y acepto con gusto.
Nunca se opondrá a pasar más tiempo con el amor de su vida y ha sido un viaje lleno de emoción, jugaron bajo la lluvia, corrieron en un campo llenó de flores hermosas, pero su mirada nunca se despegó de su rubia adoración.
Grabó ese día con su sharingan la imagen de Naruto rodeado de flores, algunas en su cabello y otra detrás de su oreja y ahí rodeado de tanta belleza la luz principal era su rubio, el foco de toda su atención, de su amor.
En ese momento se enamoró mucho más, si fuera posible eso. Después conocieron el mar y se pudo deleitar con la acanelada piel de su novio bajo el atardecer, de sus ojos brillando con felicidad pura.
Este viaje para él ha sido uno de los momentos más felices de toda su existencia, su adolorido corazón estaba siendo sanado de la manera más hermosa.
—Cariño, te quedaste en silencio. ¿Pasa algo? —La voz de Naruto lo sacó de sus pensamientos, miro donde estaban para después posar su mirada en el rubio.
—Estaba pensando, vida, nada más —respondió dándole un apretón a sus manos unidas.
Naruto se sonrojo levemente ante el apodo, lo dos se llamaban por apodos cariños desde hace tiempo, pero escucharlos aún le generaba sentimiento y las abejas de su estómago se movían.
—Está bien, Sas, ¿ya vamos a llegar? —Se volvió a quejar Naruto y está vez Sasuke soltó una suave risa.
Su rubia adoración siempre siendo impaciente, dieron unos pasos más y se acercó para taparle los ojos a Naruto.
—¿Qué haces, cariño? —comentó con sorpresa Naruto, pero se dejó hacer. Se quedó quieto con una pequeña sonrisa en su cara.
—Es un sorpresa, mi amor —respondió cerca de su cara, para después plantar un beso en la acanelada mejilla.
Naruto suspiró y Sasuke sonrió aún más, lo llevo unos pasos más, hasta que quedaron donde él quería. Le dió otro beso y soltó sus manos.
Los ojos azules se posaron en el amanecer, el radiante sol se abría paso por las nubes, su color anaranjado se extendía por todo el cielo dando una vista maravillosa. Se iba a girar para decirle a Sasuke lo hermoso que se veía se quedó paralizado ante la vista.
El Uchiha estaba arrodillado a sus pies.
—Sasuke...
—Naruto, hay muchas cosas que aún no entiendo y tú eres una de esas cosas, eres sublime, eres valiente, leal, hermoso, poderoso, generoso, con un corazón gigante que nadie vale lo suficiente para tenerlo, ni yo mismo.
«Pero aquí estoy adorandote en cada sentido, amándote más allá de lo inimaginable, posando mi vida, alma, cuerpo en tus manos. Si tú me pidieras que destruyera el mundo, cuentalo como hecho, si me pidieras que diera mi vida, es toda tuya, si me pides mi alma, te pertenece y si me pides mi corazón ese es tuyo desde hace años, sólo ha latido por tí y para tí.
«Por eso me arrodilló aquí, aquí donde años atrás casi doy mi vida por tí, dónde años atrás entendí que te amaba y mi vida no era nada comparada con la tuya, donde entendí que tú eras mi único motivo de vida.
«Naruto Uzumaki, ¿aceptas compartir esta vida juntos, aceptas que te ame en esta y en todas las vidas que nos esperan?
El rubio tenía lagrimas bajando por su mejilla, sus manos temblaban y sus ojitos cristalinos lo miraban con amor y desesperación. Pero Sasuke no estaba mejor, sus manos también temblaban, no tenía aire en sus pulmones.
—Sí, Sas, sí, sí.
Y en ese momento volvió a respirar, con Naruto en sus brazos. Sus pulmones se llenaron de aire, su vida cobro sentido y sus ojos picaban por llorar y con Naruto aferrado a su cuerpo lloró.
Al separse Naruto también estaba arrodillado junto a él. Llevó sus manos a las mejillas pálidas y con suavidad seco sus lágrimas.
—Te amo, Sasuke Uchiha, con todas las fuerzas de mi cuerpo, con cada fibra de mi ser y cada fragmento de mi alma.
Susurró su rubia adoración mirándolo directamente, con la frente unida, con sus respiraciones mezcladas, con su amor derramado ante ellos.
Sin poder esperar junto sus labios, los suaves labios de Naruto lo aceptaron con gusto, y sus manos no dejaron de acariciar sus mejillas. Al separarse Naruto le regaló la sonrisa más hermosa que sus ojos hayan tenido el privilegio de ver.
Agarró con cuidado el anillo con una hermosa gema azul, la levanto y con suavidad la rodó por el dedo anular de su prometido.
De su prometido.
Naruto la analizó y sonrió.
—Es hermosa, gracias, Sas.
—Pero no se compara con tu belleza propia, alma mía.
Naruto se volvió a sonrojar y Sasuke pudo apreciar lo mucho que amaba esa imagen.
Al levantarse, institivamente se abrazaron y Naruto posó su cabeza en el pecho de su prometido.
Y juntos vieron el sol en la punta del cielo, dándole de sus rayos solares que acariciaban su piel. Y más allá de ellos en letras grandes estaba escrito.
«Puente Naruto»
Porque ahí fue el comienzo de todo, el comienzo de un amor inexplicable, de un lazo inquebrantable que seguiría por años, vidas, y universos.
•••
No puedo explicar lo feliz que me hizo escribir este capítulo. 😭
Naruto y Sasuke son mi felicidad, son mis niños. 💚
Ansió y espero dejen algún comentario, sobre qué tal les pareció, si les gustó.
Siempre estoy emocionado de leerlos <33.
Gracias por leer. 💗
Vivan y sean felices. 💙