CAPÍTULO XII

146 11 0
                                    

El regreso de sus hermanos fue más emotivo de lo que esperaba. Con el primer vistazo de sus adorables rostros, Hanako ya tenía los ojos llenos de lágrimas. No sabía lo mucho que le hacían falta hasta que los tuvo enfrente. Los había extrañado tanto, y ellos a ella. Corrieron hacia su hermana mayor en búsqueda de un abrazo el cual no fue negado. Con el abrazo podían sentir ese calor de familia que creían que habían perdido con la ausencia de sus padres. Si, los necesitaban, pero mientras se tuvieran entre ellos la ausencia de sus padres no dolería tanto. Hanako agradeció a Kakashi por traerlos de vuelta y prometió no separarse de ellos nunca más. Estarían más unidos que siempre. Sellaron su promesa con otro cálido abrazo.

El tiempo caminaba, lento pero seguro, los árboles ya estaban desnudos y sus delgadas ramas bailaban con las frías corrientes: el invierno había llegado.

La nieve caía en Konoha, cubriendo las calles y las techumbres, el escenario era de ensueño. Era la estación favorita de Hanako, aunque sus flores no pudieran florecer tan hermosamente como lo hacían en primavera. Le gustaba el frío. A Kakashi también le agradaba el frío, le gustaba mucho usar la bufanda que Hanako le había dado hace años y ponérsela debajo de su uniforme, también le gustaba porque así utilizaba el pretexto de tener frío para recibir los cálidos abrazos de Hanako.

-El invierno te afecta mucho, ¿no? -le decía Hanako mientras lo rodeba con sus brazos.
-No tienes idea -decía Kakashi con la cabeza sobre su hombro y rodeando sus brazos en su cintura.

Una sonrisa de triunfo era lo que ocultaba su máscara. Había conseguido un cálido abrazo de su Hanako.

Kakashi y Hanako entrenaron arduamente durante semanas, necesitaban que Hanako mejorara su Taijutsu, así que Gai también ayudó, querían que no hubiera falla alguna en las tácticas de Hanako para los próximos exámenes chunin. Habían escuchado que ese año serían en la aldea oculta de la arena, así que tenían que poner el doble de esfuerzo para hacer relucir a las nuevas generaciones de ninjas de Konoha. La tensión entre ambas aldea había mejorado de poco a poco, y qué mejor manera de demostrarlo que con una amistosa competición entre aldeas.

-Muy bien, Hanako, haz cumplido con mis expectativas respecto a tu Taijutsu -le decía Gai con una reverencia.
-Todo fue gracias a ti, eres un gran maestro, Gai sensei.
-¡La pasión de la juventud ha florecido! -gritaba Gai emocionado y con algunas lágrimas queriendo salir de sus ojos.
-Si, hiciste un buen trabajo con ella, Gai, pero sabía que Hanako podía nivelarse contigo, es muy buena aprendiz. En lo que realmente estoy sorprendido es en tu manejo de genjutsu. No me habías dicho que habías mejorado tanto.
-Mi padre me mostró algunas de sus mejores tácticas, solo fue cuestión de practicar y adaptarlas a mi estilo -decía Hanako algo sonrojada.
-Bien hecho, Hanako-chan -le decía Kakashi sonriéndole con los ojos.

Hanako se sentía bastante satisfecha con su entrenamiento dirigido por dos de los mejores ninjas de su generación.

Ese invierno, cuando la nieve ya había endurecido, los exámenes chunin tomaban lugar con sede en la aldea oculta de la arena. Hanako tenía que hacer un largo viaje al país del viento para poder concluir con su prueba.

-Por favor cuídalos mucho -decía Hanako con un tono de preocupación en su voz.
-¿Alguna vez te he fallado? Vete sin preocupación, tus hermanos estarán bien. Lo único que tiene que estar en tu mente es la victoria en esos exámenes.

Kakashi le hablaba con esa voz perezosa y serena que le caracterizaba. Ambos preparaban la mochila de Hanako para que llevara lo necesario para su viaje y su estadía en la aldea de la arena. Los exámenes chunin serían lejos de casa esta vez, eso intimidaba un poco a Hanako, pero el ir acompañada de su escuadrón y sensei le devolvían un poco la calma.

Los pétalos en el viento ||Kakashi Hatake x OC||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora