Ha pasado una semana desde la ultima vez que me vi con Adam, ahora mismo estoy en la camioneta de Nathaniel. Estamos yendo al estudio para comenzar a grabar nuestro anuncio. Se trata sobre un coche de lujo, estoy tan emocionada.
- Nat, ¿Crees que podamos parar para comprar algo de beber?
- Claro preciosa, tenemos tiempo aún.
En menos de 15 minutos estábamos en la gasolinera comprando cosas para el largo camino que teníamos.
Estaba lejos de Nathaniel, en las neveras buscando algo para beber. A lo lejos vi como un par de chicas se le acercaban a hablar, supongo que para pedirle una foto. Me acerqué a ellos con las bebidas en la mano.
- ¡Oh Dios mío! - Grito una de ellas. - ¿Tu eres Brianna cierto? ¿Me puedo sacar una foto contigo?
Asentí dudosa pero sonriéndole. Fue la primera vez que alguien que no conocía me pedía una foto.
- Me muero, hacen una pareja hermosa. - Decía temblando.
Vaya, parece que nos conoce bastante. Ni el ni yo negamos ser pareja. Solo nos reíamos mientras nos despedíamos de ellas.
- Vaya, eso fue muy loco. - Dije mientras caminábamos hasta el auto.
- Estoy acostumbrado. - Dijo Nat mientras abría mi puerta.
- Pero que creído Nathaniel. - Dije riendo. El me sonreía divertido, sabia que lo decía bromeando, es obvio que el no es tan egocentrico.
Mientras comíamos dulces y escuchábamos música el camino se iba acortando. 40 minutos parecían 5 a su lado y rápidamente llegamos al estudio.
Después de saludar a varios trabajadores pasamos a maquillaje y peinado.
Después de unas cuatro horas grabando y sacando fotos por fin pudimos irnos a casa. Aunque me parecía una locura lo que nos habían pagado, daba para vivir al menos tres meses.
- Gracias Nat, si no te hubiera conocido, nada de esto estaría pasando. - Le dije acariciando su mano que estaba puesta en la palanca de cambios.
- Brianna, eres hermosa tarde o temprano te hubieras convertido en modelo.
- No exageres. - Le dije riéndome.
- No exagero. Vamos, eres bonita y lo sabes.
- ¿Tanto como para ser modelo? No creo.
- Ya estás viendo que si. Hasta te piden fotos.
Nos reímos a la vez.
-¿Tienes algún plan ahora? - Dijo mirándome mientras conducía.
- La verdad que no, ¿Que tienes pensado?
- Iba a ir a casa de unos amigos. Algo tranquilo.
Me pregunto si quería ir y le dije que si así que en media hora estábamos ahí, nos quedaba de pasada. La casa o mejor dicho mansión estaba situada en una barrio privado. Cada casa quedaba como a 10 kilómetros de la otra. Parecía o mejor dicho era un barrio de puras mansiones.
Llegamos a una de las casa más bonitas que había visto en mi vida. Nat toco el timbre y unos 5 minutos después abrieron la puerta. Era una chica rubia, alta y delgada.
- Bienvenidos. - Dijo sonriéndonos, era la sonrisa más blanca y perfecta que había visto nunca. - Brianna, ¿Cierto? Nate nos a hablado mucho de ti. - Se acerco y me dio un abrazo al que correspondí. - Soy Sarah añadió.
- Encantada. - Dije mientras estábamos en el enorme recibidor.
- Vamos, todos nos están esperando en la sala de cine, estábamos por comenzar una película.
Después de recorrer un par de pasillos llegamos a una sala donde ya tenían las luces apagadas. No veía mucho aunque todos nos saludaron al unísono calcule cómo unas 5 personas más.
Nat y yo nos sentamos en el primer sillón que vimos libre, era lo demasiado grande para los dos.
Sarah nos acerco bebidas y un cuenco lleno de palomitas. Dios, parecía un cine de un centro comercial, tenían de todo.
La película comenzó y Nat se movía en el asiento.
- ¿Estás incomodo? - Le susurre para no molestar a los demás con mi voz.
- Me gustaría recostarme la verdad, pero no quiero incomodarte.
- No me incomodas. - Le dije sonriéndole.
Me paré para que el se acostara y yo hice lo mismo a su lado.
- Hueles muy bien. - Dijo acercándose a mi cuello.
- Nat. - Susurre.
Con su brazo me rodeo poniendo su mano en mi vientre. Me pegue a el. Sentía como rápidamente crecía su erección en mi trasero.
Comenzó a besar delicadamente mi cuello. Me movía encima de su amiguito. La verdad disfrutaba bastante de este juego.
- Si sigues haciendo eso tendré que hacértelo aquí mismo. - Susurro en mi oído, su ronca vez resonaba dentro de mi.
Me giré para quedarme cara a cara con el. Sonrió al encontrar mi cara enfrente de la suya. Todos estaban tan concentrados en la película que no se dieron cuenta de todo lo que estaba pasando aquí.
Agarre su rostro y le bese. Estuvimos dándonos un par de veces hasta que me separe de el.
- No quiero que tus amigos nos pillen. - Reí cerca de su boca.
Me giré para poder ver la gran pantalla.
Nat seguía abrazado a mi cuerpo. El era tan grande que me hacía sentir diminuta a su lado. Sus largos dedos subían y bajaban por m i vientre haciéndome sentir un lindo cosquilleo.
- Te extrañe. - Susurro en mi oído.
Después de dos horas la película termino. Cenamos pizza con sus amigos. Los cuales me cayeron muy bien, eran todos muy educados y amables. Estaba súper cansada así que Nat y yo nos fuimos. Me dejo en mi apartamento y antes de bajarme de su camioneta apretó levemente mi muslo.
- Brianna, te he echado mucho de menos. - Lo volvió a repetir, ya me lo había dicho antes pero no había obtenido respuesta.
- Nat, me lo he pasado muy bien hoy, yo también te he extrañado.
Después de decir eso Nathaniel me beso. Era un beso tan salvaje que me hacía querer más y más.
-¿Quieres subir? - Dije apenas pudiéndome separar de su boca.
- Me encantaría.
Nos bajamos rápidamente de el coche.
Mientras esperábamos el ascensor Nat me besaba locamente.
- Nat para, alguien podría bajar. - Dije, me daba igual si alguien nos veía pero si ese "alguien" se llamaba Adam sería el fin.
El ascensor se abrió y gracias a Dios nadie bajó en el.
Subimos, mientras nos besábamos por el rellano. Mientras intentaba abrir la puerta lo más rápido posible y Nat se pegaba a mi trasero demostrando las poses que tendríamos en menos de 5 minutos ahí dentro, la puerta de mi vecino irrumpió.
- ¿Brianna? - Jamas en mi vida una voz me había asustado tanto.
- Dios mío Noah. - Conteste apartando a Nat.
- Perdón por asustarte, pero estamos solos y tenemos miedo. - Me miraba con desespero, se le notaba el miedo. - Te fui a buscar antes pero no estabas.
- Cariño. - Me acerque a el. - ¿Donde está Adam? ¿La niñera? - Le pregunte.
- No se donde esta Adam, la niñera se fue hace unas horas.
- Esperare contigo hasta que llegue. - Me giré hacia Nathaniel. - Mejor nos vemos otro día, ¿Lo entiendes verdad?
Nat asintió.
- Aunque Brianna, son menores, no deberían estar solos, quizás se tendrían que encargar las autoridades.
- Nat, yo me encargo, ¿vale?
Volvió a asentir. Me acerqué a él para darle un beso en la mejilla para luego entrar con Noah al piso.
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Entre dos mundos
RomanceNueva en Londres, la protagonista de esta historia quiere hacerse un hueco en la ciudad inglesa. Diferente vida, casa, amigos se acercan a Brianna para cambiar su mundo y ese triangulo amoroso que formara con dos polos opuestos en una lucha constan...