Red thread. ||Wigetta. | Rubelangel.||

Nudos.

Guillermo tomó nota de lo que decía el profesor, algo sobre la teoría del espacio y el tiempo, mientras que su acompañante, Rubén miraba expectante la pizarra con graficos, cuentas y muchos números. Frotó con frustración su rostro y apoyo uno de sus codos sobre la mesa, y reposó su cabeza en su mano. Suspiró.

Guillermo lo volteó a ver y notó su hilo tenso, enredado y oscuro.

-Tsk, Rubius- Lo llamó en susurro para no llamar la atención del profesor. La respuesta del castaño fue un sonido con la garganta, sin dirirgirle la mirada- ¿Te sucede algo?- Rubén negó, Guillermo bufó y empezó a gabaratear la hoja de su libreta- ¿Habéis peleado con tu novio?- Preguntó manteniendo el tono bajo. Rubén frunció el ceño.

-¿De qué coño hablas?- Preguntó descuidando el tono de su voz.

-¿Disculpe, señor Doblas?- Le llamó la atención el profesor, cruzando sus brazos luego de haberse acomodado sus grandes gafas- ¿Qué acaba de decir?

-Eh...-Murmuró tratando de arreglar lo hecho- Lo siento.

-¿Desea salir del salón?- Preguntó desafiante.

Sí, pensó.

-No, lo siento- Respondió acomodando su postura.

-Entonces, callaros- Finalizó y volteó hacia la pizarra para continuar gabarateando letras y números.

El castaño suspiró.

El timbre sonó y el profesor dio por finalizada la clase, todos los alumnos salieron del edificio y Guillermo trató de seguir los pasos de Rubén, pero al parecer traía prisa y lo perdió. Aunque lo encontró estafermo apoyado en una pared afuera del gran edificio, con un cigarro siendo consumido con cada calada que él daba. Se acercó.

Guillermo apretó la cinta de su morral negro y espero a que Rubén le hablase, pero este estaba concentrado en el cielo aborrecido por la eminente tormenta. El menor lo miró en silencio hasta que no hubo más rastros de algún estudiante.

-Mangel no es mi novio, es sólo mi mejor amigo- Habló tosco.

-Vale, sólo te veía algo tenso- Respondió- De igual forma, ¿él te gusta?- Rubén volteó a verle con la cabeza ladeada a la vez que soltaba el humo por sus labios.

-¿Estás de coña?- Preguntó manteniendo su paciencia- Reitero, es mi mejor amigo.

Guillermo sabía que mentía, o al menos eso creía.

-Vale, Rubius- Habló con voz baja, y Rubén tosió para romper el silencio que se había formado.

-Me debo ir- Expectó el mayor lanzado la colilla al suelo y pisandola con la suela de sus zapatillas- Nos vemos el lunes.

Y se alejó.

Guillermo se quedó en aquella posición y pensó en lo terco que era Rubén al negar sus sentimientos.

Seguidamente, se encaminó hacia la cafeteria para pedirse un humeante café y luego emprender viaje hacia el ecónomo consultorio de su psicólogo.

Rubén emprendió viaje hacia la secundaria que se encontraba no muy lejos de allí, mientras encendía otro cigarrillo.

A los pocos minutos llegó, y observó el cartel que adornaba la parte superior de la puerta.

Instituto de Educación Secundaria Gómez Moreno.

Muchos adolecentes salían por aquella puerta, mientras que él se mantenía pensante por el móvil de su amigo, el cual aún seguía sin saber de él.