6 de Mayo

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POV Eva

Hoy es sábado. Mi primer fin de semana luego de empezar la universidad.

No tengo ganas de hacer nada y estoy muy aburrida. No tengo ni amigos, debería ser mas sociable si quiero sobrevivir a la universidad por un par de años.

Son las 18:48 de la tarde esta lloviendo y como no tengo nada que hacer me pondré a ver una película. La televisión ha sido mi único amigo desde que me mude aquí, no me quejo pero ya me aburre.

Estoy esperando a que mis palomitas se terminen de hacer, mientras escucho que alguien toca mi puerta, me aseguro de bajar el fuego de mis palomitas para que no se me quemen y voy a ver quien es.

Abro la puerta y veo a Noah todo empapado, supongo que por la lluvia.

"-Perdí mis llaves y no tengo a donde ir -" Me dijo rápidamente sin siquiera saludar. Alzo las cejas y lo miro de arriba hacia abajo.

Esta vestido con un jean negro, zapatillas blancas, que ahora están marrones debido al barro y un buzo negro con estampado por la espalda.

Todo mojado.

Vuelvo a la realidad y recuerdo que ni siquiera me saludo.

"- Hola Eva, ¿Como estas? Yo bien, gracias-" Digo sarcásticamente insinuando estar teniendo una conversación con alguien. Se ríe levemente.

"- Lo siento, es que me preocupa no poder entrar a mi casa. -" Dice un poco alterado. "- ¿Me dejarías entrar? Por lo menos hasta que me den mi llave-" Con voz suplicante.

Lo pensé unos segundos y asentí. Entro y miró cada detalle de mi casa, agradezco hoy haber ordenado la casa entera. Ayer tuve demasiados trabajos y era un desastre.

"- ¿Quieres algo de ropa seca? Creo que tengo algo de mi padre guardado.-" Le pregunte amablemente, desde aquí siento su piel helada.

"- ¿Puedo ducharme antes? -" Asentí y le di una toalla.

Cuando se fue al baño, sentí un olor a quemado, recordé mis palomitas cocinándose. Fui rápidamente a la cocina esperando que no se me hayan quemado. Pero como no, todas las palomitas quemadas. ¿Ya dije que soy mala en la cocina?

En fin, fui a mi habitación buscando algo de ropa para Noah. Cuando solo me faltaba buscar una camiseta escucho cuando Noah sale del baño. No le di importancia y seguí buscando.

Tarde unos cinco minutos en buscar una maldita camiseta. Cuando por fin la encontré fui al living-comedor donde se encontraba Noah y lo veo leyendo mi diario.

Esperen....

ESTA LEYENDO MI DIARIO.

Corrí rápidamente hasta el y le saque el libro de sus manos. Le tire la ropa en la cara y cirro hasta mi habitación, escondí el diario en donde sea y volví donde estaba. Un poco sonrojada, todas las hojas tenían su nombre, no dudo en que haya leído por lo menos seis.

Cuando me iba acercando me hacia la enojada, vi que ya estaba vestido y estaba mirando los tantos libros que tengo.

"- ¿Quien te dijo que podías tocar mis cosas? -" Le pregunto seria y enojada.

"- Ahora que se que mi nombre se menciona en todas esas hojas, tengo derecho a leerlo. -" Me mira desafiante. Ya me estaba poniendo nerviosa.

"- ¿Quien dijo que eras tu el de mi diario? -" Le digo, aunque la respuesta es obvia.

"- ¿Tenias otro vecino que se llamaba Noah y ademas era idéntico a mi? Demasiada coincidencia si es así-" Tenia razón, pero existen las coincidencias y pasan todo el tiempo. Da igual ya ambos sabemos cual es la verdad.

Asentí y se rió. "- Como digas tomatito-" Me dijo sonriendo como si fuese el rey de Roma. El ego le debe pesar en la espalda, por eso se encurva.

"- ¿Tomatito? ¿Que clase de apodo es ese?-" Me ignora y sale por la puerta.

Ojala se quede sin casa.

Querido diario.... Me enamoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora