♡ 𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 #0𝟥 ♡

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— ¡Oh, vamos Ky! sabes que no voy a dejar de joder hasta que me cuentes.— Dijo en tono juguetón, aquel rubio de nombre Kenneth McCormick.

— ¡Carajo! Kenny ya te lo he dicho, ahora déjame comer tranquilo. — Un fastidiado pelirrojo se disponía a darle la primera mordida a su sándwich hasta que aquel gordo antisemita hizo su aparición en la cafetería, colocándose a un lado del judío.

— Dejálo Kinny, ya sabes que la rata judía sigue con arena en la vagina por que ya no tiene quien se la saque. — Comentó con simpleza Cartman, sentándose, mientras que comenzaba a comer la gran montaña de comida que traía.

Broflovski cerró sus ojos intentando regular su respiración, contando mentalmente hasta diez para no tirarse encima del gordo y asfixiarlo con la bolsa que tenía a un lado. Habían pasado apenas 4 horas desde que comenzó su día en el instituto y ya traía demasiadas cosas en la cabeza como para tener que lidiar con una más.

Una vez que contó el número diez ya se encontraba ligeramente más tranquilo, por lo dio el primer bocado.

— ¿Y bien, Ky? — McCormick, estaba que se moría de curiosidad desde que entró al salón de clases ( y está demás decir que llegó tarde) y observo que el asiento de su lado izquierdo estaba vacío, asiento que ocupa el cerebrito de la clase. No se iba a rendir, quería conocer el motivo de su falta, ya que sabía que Kyle solo falta cuando está muy enfermo y ahora mismo Kyle no se veía para nada enfermo, todo lo contrario.

— Anda dime, dime. dime, dime, dime...— Decía con tono chillón el de parka naranja.

La vena en la sien de Broflovski crecía con cada repetición que emitía Kenny, por más que quisiera seguir indiferente mientras comía, no podía, y su paciencia no era para nada infinita, dispuesto a mandar a la mierda a Kenny por milésima vez en el día; el sonido de una charola tirarse que resonó en toda la cafetería, le interrumpió.

Kyle, quien tenía una vista privilegiada de toda la escena, observó a un chico de cabello rubio y despeinado, con un notable temblor en sus manos, quien fuera el responsable de captar toda la atención, cuando segundos antes derramó todo el contenido de su comida en el piso.

— ¡Gah! ¡D-demasiada presión...!— Tanto la mirada del judío como la de toda la cafetería se posaba en aquel pobre chico, que comenzaba a tener más temblores en todo el cuerpo.

No pasó mucho, cuando se comenzaron a escucharon unas pisadas apresuradas por fuera de la cafetería y luego ver como la puerta se abría casi de par en par dejando ver un pelinegro, que se acercaba con algo de apuro hasta el rubio para jalarlo suavemente de su brazo y con la intención de sacarlo de la cafetería.

— ¿Y todos ustedes qué mierda están viendo? — Dijo con firmeza y suma molestia aquel pelinegro, para levantar el brazo libre y mostrar su tan famoso y conocido dedo corazón; y así como entró así se retiró Craig Tucker con Tweek Tweak de la cafetería.

La amenaza masiva que soltó Tucker rápido cumplió su cometido, pues apenas se retiró y el sonido de mil voces comenzó a resonar por toda la cafetería, y todos actuaron como si nada hubiera pasado; o al menos casi todos, por que había un muy extrañado pelirrojo que no podía evitar recordar y comparar la escena que acaba de vivir con lo que el azabache le platico hacía pocas horas.


"Todo el mundo estuvo feliz con eso...excepto nosotros."


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Nunca le había prestado atención y, aunque no deseaba ser grosero al decir que no le interesaba, era verdad, Craig Tucker  nunca le interesó ni le importo.

Claro, hasta ese día.

Si bien, compartía algunas clases con él, daba la casualidad que justo el día de hoy solo compartieran la última hora de clases juntos, clase a la cual el pelinegro no acudió.

Por alguna razón le seguía rondando el recuerdo de lo que ocurrió en la cafetería; dejando su cuerpo y su mente en automático, para la última clase del día: Filosofía.

Dentro de tres semanas, quiero que en parejas realicen una investigación del tema que ustedes elijan que esté relacionado con la materia, evidentemente...— Sabía que era importante aquella tarea, pues el semestre estaba por finalizar en un mes lo que significaba que sería su proyecto final, pero de igual manera seguía absorto en su mar de pensamientos, hasta que una bolita de papel llegó a su asiento.


¿Podemos hacer el trabajo juntos?


No tenía que ser adivino para reconocer esa caligrafía tan desorganizada y nada agraciada de Stanley Marsh, volteo uno banco detrás para visualizarlo, y observar la leve sonrisa que este le dedicaba, haciendo que el pecoso se sintiera extrañamente bien por el gesto; no tuvo que lanzar otra bolita de papel para decirle que aceptaba ser su pareja de equipo, con devolverle la sonrisa sabía que su amigo, le entendería.

— Por mi parte, les recomiendo que comiencen a investigar sobre el tema y...— El sonido del último timbre del día le interrumpió, resonó por todo el instituto, dándole una felicidad y respiro a todo el alumnado.— Es todo por hoy, pueden retirarse.— Y apenas pronunció esas palabras todos los alumnos de la clase, corrieron a la salida.

Su cabeza le dolía, no quería apresurarse ni quería escuchar a todo el mundo gritar en la salida, con mucha calma comenzó a guardar su útiles en la mochila. Había visto que Kenny se fue con prisa para alcanzar en otra clase a Butters , y Stan seguía esperando a que Wendy terminara de platicar con Bebe en el salón, y Cartman...no le importaba donde mierda estuviera.

— ¡Hey! Kyle...— Un muy sonriente Stan se le acercó al más bajo, dándole un suave golpe en su espalda para llamar su atención. — ¿No hay problema si vas solo hoy? amigo—

El judío seguía concentrado en seguir guardando sus libros, por lo que seguía sin ver el rostro de su mejor amigo, mordió su labio inferior tratando de controlar las ganas de golpear y maldecir al pelinegro detrás de él.

— No, adelante. — Ya había terminado de guardar sus cosas por lo que se apresuró a levantarse con la intención de irse corriendo, pero eso solo lograría que su molestía fuera más que evidente. — Nos vemos mañana, Stan. — Y se alejó de su pupitre a un paso tan tranquilo y calmado que Stanley Marsh realmente creyó que su mejor amigo no estaba para nada molesto, y con esa tranquilidad en mente se acercó emocionado al lado de su novia.

Al inicio, cuando comenzó a ir y regresar caminando solo del instituto, se sentía algo raro, sobre todo considerando que siempre estaba acompañado de sus amigos, pero ahora disfrutaba mucho de esa soledad, ya que, aunque se estuviera partiendo la cabeza con el tema de si le gusta o no su mejor amigo, el estar solo le hacía pensar y reflexionar sin interrupciones, ya que con un culón ofendiendo y dos amigos enamorados (aunque el enamoramiento de uno de ellos, fuera un grano en el culo para él) no había manera.

Sin duda, le sentaba de maravilla, aunque ahora aprovecharía esa soledad para repasar mentalmente todo lo que vivió en el instituto, y qué mejor que aprovechar la ocasión para adentrarse a ese pequeño parque ,el cual comenzó a hacer una especie de "costumbre" el acudir a los columpios cuando necesitaba más tiempo del usual para poder pensar sobre un tema en especial, aunque siempre fuera el tema de Stan, ese día, sería el primer día en el cual no pensaría en él y se enfocaría en pensar en Craig Tucker.

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¡Hola, hola, hola! Esperando se encuentren de maravilla... primero que nada, es cierto que de la noche a la mañana no podré saber si les gusta o no esta pequeña historia, yo siempre trataré de escribir lo mejor posible para las pocas personas que lean y les guste este pequeño espacio donde encontrarán mucho CRYLE.

¡Sigan dando mucho amor a esto y mucho CRYLE tendrán! ♡

♡ 𝘿𝙚𝙨𝙘𝙪𝙗𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 ♡ CRYLE ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora