♡ 𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 #06 ♡

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En South Park era constante el frío y la nieve, pero por azares del destino, aquel día el astro rey hizo su aparición, dando una hermosa vista soleada. 

Aunque para Craig Tucker y Kyle Broflovski fuera lo contrario, pues ambos estaban en aquella azotea donde el sol les daba directo, y por más que el frío estuviera presente, la simple sensación del sol en su rostro era muy molesta.

— ¿Ya me vas a decir, que es lo que pasa? — El de cabello rojizo fue quien se atrevió a romper aquel silencio.

Craig por su parte, estaba pensando en la inmortalidad del cangrejo, puesto que en su mente ya no sonaba tan bien decirle a Broflovski que le dejará olerlo porque descubrió que su olor a lavanda le gustaba; evidentemente eso no sonaba para nada normal, por lo que rápidamente pensó en alguna excusa.

— Hmm, Broflovski ...— Su tiempo se agotaba, el judío no era cualquier idiota y pronto comenzaría a reclamarle el haber perdido clase por nada; mientras su desesperación se apoderaba de su cuerpo (aunque no de su rostro) volteo en dirección a las escaleras, observando que del lado de la estructura donde se encontraba la puerta había una sombra.

— Ven vayamos a sentarnos... —

Kyle celebró internamente al ver qué, en efecto, había una sombra, aunque no lo suficientemente grande, se apresuró para sentarse en el piso y soltar un suspiro en señal de felicidad por no tener que seguir con la molesta sensación de estar expuesto al sol. Craig fue lento, puesto que Kyle se sentó en el área donde la sombra era más grande.

— Craig, antes de que empieces...quería preguntarte algo. — Su rostro se volteo completamente al azabache que se sentaba a su lado.

— Habla, rojito. — Decía acomodándose en el suelo, tratando de encontrar una posición donde la mitad de su cuerpo no tuviera contacto con los rayos solares.

— Verás...¿recuerdas lo de Stan? — Se rindió, no encontraría una posición donde no se quemará con el sol, por lo que desistió y prestó especial atención en la pregunta.

— Claro, ¿qué pasa con eso? — Observó como el mencionado dejaba de mirarle para enfocar su vista al frente.

— ¿Por qué dijiste que no me gustaba Stan? ¡No es que me guste! S-solo quiero saber, ¿C-como llegaste a esa conclusión? — No entendía por que se encontraba nervioso, ya comprobó que Tucker no lo iba a golpear ni nada parecido, entonces ¿porqué?

Era cierto, el mismo fue quien le dijo aquello al judío y ni siquiera se había acordado de eso; no negará que aquellas palabras eran honestas, estaba seguro que Broflovski solo estaba confundido, por la insistencia de Cartman hacia el tema, y entre más le soltaba comentarios sobre su posible enamoramiento hacia Marsh, claro que un pobre iluso con poco o casi nulo conocimiento en el tema del amor, iba a estar comiéndose la cabeza con aquello.

¿Y cómo es que lo dedujo?

Fácil...

Le recordaba al Craig de 9 años, un pequeño iluso sin conocimiento del amor.

Básicamente, el papel que juega Cartman en la desdicha del judío, fue ( y es) para Tucker el grupo de asíaticas quien comenzó su infortunio, haciendo que sus amigos y el pueblo entero le obligarán a sentir algo que no sentía y que con su infantil mente confundida, llegó a creer que realmente estaba enamorado, a sentir que realmente sentía amor por él. Esa confusión le hizo estar "enamorado" unos años, hasta que a los 14 años, comenzó a replantearse esa idea.

Evidentemente, no podía decirle eso.

No podía decir la verdad, su triste verdad...No está ni estuvo enamorado de Tweek Tweak.

— Hmm, a ver Broflovski, dime ¿alguna vez has pensado en cómo te sentirías al besar a Marsh? — apenas terminó la pregunta y el mencionado volvió a mirar al pelinegro con los ojos abiertos y un rostro que fácilmente se podía comparar con un tomate.

— ¿¡BESARLO!? ¡¿Yo!?... ¡¿a Stan?!...— mientras intentaba articular alguna oración coherente, no pudo evitar que su mente hiciera una escena mental, donde Stanley se iba aproximando a su rostro, dejándole un suave y casto beso en sus labios...un escalofrío le recorrió todo su cuerpo, dándole una extraña pero incomoda sensación.

— Por tu cara puedo decir que...— La voz del más alto le sacó de aquella imagen mental, haciendo que de manera inconsciente le interrumpiera.

— No puedo, simplemente no...— Sin querer comenzó a negar con su cabeza, aquella imagen y aquella sensación le hicieron sentir extrañamente incómodo, y ahora estaba más que seguro que...Stan no le gustaba.

— Y ahora ya entiendes porque te dije aquello ¿verdad?, no tengo que hacerte imaginar otras cosas, ¿O sí? — El usual tono de voz de Tucker fue reemplazado por una voz juguetona y divertida, haciendo que el pelirrojo dejará de mover su rostro para una vez más mirarlo fijamente a sus ojos y comenzar a reír por el comentario.

— ¡NO! me ha quedado muy claro, en serio, muy muy claro jajajaja — Respondía entre risas sin dejar de mirarle. — ¡Lo sabía! Sabía que tú eras el más indicado en estas mierdas amorosas...— Detuvo las risas para esbozar una sonrisa, pero no cualquier sonrisa, sino una amplia y muy bella sonrisa, misma que dejó pasmado a Craig Tucker, provocando que sintiera como su pulso iba subiendo con cada segundo que le miraba, sintiendo cada palpitar de su corazón y sobre todo, sintiendo unas enormes ganas de seguir viendo aquella sonrisa.

No debía dejar que su estado anímico lo controlara, debía controlarse, debía pensar que aquello no es más que un momento pasajero, debía pensar que cuando el timbre suene todo eso habrá terminado...

— ¡Lo siento! Craig! — el chico de la ushanka, comenzó a moverse del lado contrario del chico de chullo. — No me di cuenta que el sol te está pegando, ven acércate...— comentó de manera preocupada, mientras intentaba ponerse de una manera en la que ambos se escondieran de los rayos del astro rey.

Su cuerpo reaccionó más rápido, acercándose considerablemente al judío, tan cerca que el olor a lavanda le inundo sus fosas nasales y ahí fue cuando recordó el principal motivo del porque deseaba ver aquel chico. Nuevamente estaba agradecido con su lado impulsivo.

— Ahora sí, ¿qué me querías decir, Craig? — Soltó de nuevo, dándole a Craig un dato sobre la personalidad del pelirrojo: Era muy platicador y curioso. No iba a decir que le desagrada, solo que justo en ese momento no tenía nada bueno para inventar, su objetivo era olfatear un poco más aquel aroma a lavanda y justo en ese momento se estaba deleitando en silencio.

Por un instante se imaginó, en otro lugar, un lugar donde solo estuviera en compañía del aroma a lavanda y Kyle, donde...¡UN MOMENTO!

El sonido de la campana hizo su aparición, provocando que la tranquilidad se fuera al carajo.

No sabía a quién echar la culpa de arruinar su tan ansiado momento de paz, si al estúpido timbre o a su estúpida cabeza, que le envío una escena donde estaba recostado en el tronco de un árbol, bajo la luz de la luna, con el olor a lavanda inundando sus fosas nasales y un Kyle Broflovski a su lado.

¿¡Por qué mierda tiene que imaginarse junto a él?! Básicamente, solo quiere estar cerca de Kyle porque le ayuda a distraerse y le gusta su aroma, no hay razón para andar imaginando estar junto a él...¿o sí?

♡ 𝘿𝙚𝙨𝙘𝙪𝙗𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 ♡ CRYLE ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora