♡ 𝘿𝙚𝙨𝙘𝙪𝙗𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 ♡ CRYLE ♡

♡ 𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 #11 ♡

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— Y bien, ¿De qué trata el trabajo? — Cuestiono Craig, quien ahora se encontraba en la habitación del judío.

— Si no anduvieras en la azotea te hubieras enterado, Tucker. — Le respondió el pecoso mientras estaba sentado frente a su computadora buscando el avance que había hecho de la investigación.

— ¿Cómo sabes que estabas en la azotea? Broflovski. — Fastidiado de estar de pie, se acercó para tumbarse en la cama.

— ¿Recuerdas la primera vez que hablamos y me llevaste a la azotea? al parecer el único en bajar a clases fui yo, porque ya no te vi en la clase... —

El pelinegro no pudo evitar emocionarse un poco, pues aquella cama olía a lavanda, logrando que se diera a la tarea de aspirar aquel relajador aroma.

— Estaba en la enfermería con Tweek...  — Le contestó desinteresadamente, mientras seguía con la tarea de oler aquellas sábanas.

Kyle no pudo evitar que sus ojos se abrieron en sorpresa, realmente no esperaba aquella respuesta.

— Craig...ya tengo la investigación avanzada... — No quería incomodar al pelinegro con aquel tema, por lo que prefirió centrarse en el proyecto. — Aunque... — Su voz comenzaba a mostrarse nerviosa e incomoda.

El mencionado sentía en la gloria, su cuerpo estaba realmente cómodo y su mente estaba en las nubes, realmente sentía una paz y una tranquilidad, aunque no por eso dejaba de lado que seguía en compañía del pelirrojo.

— ¿Aunque? ... — Le pregunto sin estar muy concentrado en lo que le decía.

— S-solo promete que...no te burlarás, ¿Si, Tucker? — Kyle se alejó de su computadora para ponerse de pie a lado de su cama, lugar donde  Craig parecía estar muy cómodo, pues acostado boca abajo. — ¡Craig! no te duermas! —

— No, no, no estoy dormido... — Asustado de verse descubierto por andar olfateando, se volteo rápidamente hacia el judío para sentarse en la orilla de la cama

— Entonces... ¿Lo prometes? — Se sentó a un lado del pelinegro, e inconscientemente alzó su dedo meñique.

Le había escuchado todo lo que dijo... o bueno, casi todo por que no pudo escuchar que mierda quería mantener como promesa. Alzó su meñique de manera automática para "sellar" aquella promesa que no sabía qué carajo era, y no se animaba a preguntarle además... Es Broflovski, ¿Qué mierda pudo haberle hecho prometer?

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 — JAJAJAJAJAJAJ ¿¡Que mierda, rojito!? ¿Es en serio? —

— ¡Ahhh! ¡Que hijo de puta eres, Craig!  ¡Lo prometiste, maldito! —Sin detener su risa, volteo a ver al pecoso quien ahora estaba rojo del coraje y mantenía la mirada fija en la pantalla de su computadora.

— Lo siento, lo siento...es solo que...no me lo esperaba, en que serio no. — Dejó de reírse para fijar de nuevo su vista en la computadora y volver a leer el título de aquella investigación.

"El amor en la filosofía."

 — En serio un idiota. — Cerró la pestaña de aquel documento para abrir otro en blanco. — Y bien, ¿Qué temas propones? ¡Y!  te recuerdo que tiene que estar relacionado con Filosofía.

— ¡No, no, no! esta bien ese tema. — No iba a negar que aquel tema no era de su agrado, pero no tenía ganas de pasar aquel fin de semana buscando otro tema, prefería seguir con aquel aburrido tema. — Además, suena interesante...no sabía que eras un romántico empedernido, Broflovski.

— Que te den, Tucker ¡haré este proyecto solo! — Se levantó de su silla molesto, dispuesto a tirarse en su cama, pero apenas se volteó y sintió un agarre en su muñeca derecha.

— ¿Por qué elegiste ese tema? — Realmente se sintió mal al ver como se puso, había hecho una promesa con él y la rompió en menos de 3 minutos; era un hijo de puta no lo iba a negar, pero no quería ser un hijo de puta con él. — Esta vez prometo no diré ninguna estupidez ni mucho menos me voy a burlar. —

Kyle, estaba sorprendido por lo que le dijo y más que las palabras...su voz sonaba preocupada, ¿Realmente estaría preocupado? ¿Por qué lo dijo así? No resistió la curiosidad y se volteó para quedar frente a él.

Craig seguía de pie tomándolo de la muñeca, por lo que con su mano libre alzó su dedo meñique.

— ¿Podrías volver a confiar en mí, Kyle? — No sabía de donde carajos había dicho eso, pero aún así no se arrepentía, realmente quería seguir escuchando todo lo que el judío tenía que decirle, sin importar que fuera de Marsh o del gordo o de quien fuera, sabía que si perdía su confianza nunca le volvería a contar nada, o peor aún... no le volvería a hablar, y aquello, por algún motivo, le comenzaba a angustiar.

El rostro del pecoso era un poema, un poco más y sus ojos se caerían de sus cuencas, pero realmente estaba sorprendido y sobre todo cautivado, aquellas palabras no solo hicieron que sintiera su rostro caliente, su pecho también se sentía cálido... su corazón comenzó a latir como loco.

— ¿Kyle? — La desesperación comenzaba apoderarse de su cuerpo y su voz lo delataba, nunca había sentido esa enorme ansiedad. — Y-yo en serio... —

Y el meñique del pelirrojo se unió al del pelinegro.

— Confío en ti. — Una sonrisa surgió del rostro del más bajo, mientras apretaba levemente el agarre de su dedo. — Realmente confío en ti, Craig.

Y como si fuera arte de magia, la desesperación y la ansiedad abandonaron el cuerpo del mencionado, dando paso a una extraña extraña pero agradable sensación cálida en su pecho.

— Y bien... — Mientras soltaba su muñeca, no pudo reprimir aquella extraña sensación de felicidad, manifestándose con una sonrisa. — ¿Me contarás? — Sin querer apretó más fuerte el meñique del judío.

— ¡Auch! Hey! duele Tucker. — Quito de golpe su meñique, para comenzar a sobarlo. — Hmm, no ahora no te lo diré... — Dejo salir su lado infantil al igual que su lengua en señal de burla.

— ¿En serio tienes 17, rojito? Acaso... ¿No te habrás fingido la edad?  y apenas estás saliendo del preescolar. —

Y mientras un pelirrojo infantil y un juguetón pelinegro comenzaron una estúpida discusión, por primera vez, de sus estómagos comenzaban a surgir ciertas "cosquillas" de felicidad.

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