"Hier Kommt Die Sonne" ❥Kiis

✑III. Anhelo𝄢

1. Inocente

Isagi Yoichi nunca más se volvió a sentir solo en compañía de Michael Kaiser, a pesar de estudiar en escuelas diferentes y de ser de barrios muy distintos, ambos lograron tener espacio en sus horarios escolares para pasar el tiempo juntos. El japonés incluso mejoró bastante su alemán al pasar tanto tiempo hablando y escribiendo se con el niño rubio.

Cuando el ciclo escolar acabó, llegaron las vacaciones de invierno.

La señora Isagi junto a su esposo hablaron con el pequeño Kaiser para tener oportunidad de hablar con la madre o el tutor responsable de él para así estar de acuerdo en inscribir a ambos en la misma escuela secundaria.

En la anterior escuela del rubio, no solo era excelente en educación física sino que también sacó muy buenas notas en todas las materias, por lo que no sería problema para el niño ingresar a una buena escuela por medio de alguna beca académica por si se le hace muy complicado por los gastos.

Al parecer la madre de Michael está muy ausente ya que se la pasa trabajando demasiado y a diario para poder mantenerlo, a él, a su hermana menor y su madre enferma. Quien lo cuida es su tía, una mujer bastante joven de tan solo treinta y cinco años que prometió hablar con su hermana mayor para que Kaiser entrará a la misma secundaria que su amigo nipon. No se mencionó acerca del padre de Kaiser, parece ser un tema tabú que los Isagi entendieron de inmediato y en silencio.

Pero entre especulaciones de los padres y Yoichi, están seguros que el papá los abandonó. Porque, si hubiera fallecido, la tía lo hubiese mencionado sin problema y con pésame, pero debió ser una basura de hombre que abandonó a la madre con el niño.

El pequeño Isagi quiso preguntarle directamente a Kaiser para estar más seguro pero, le parecia imprudente de su parte y prefirió mejor no preguntar hasta que Michael se sintiera listo y por su cuenta, si quiere, le contará del tema.

Durante las vacaciones de invierno y antes de comenzar un nuevo ciclo escolar, los menores juegan en la nieve de algún parque cercano. Es un poco frustrante ya que no pueden jugar bien fútbol por la nieve y el inmenso frío, pero al menos pueden hacer muñecos o una guerra con bolas de nieve.

—¿No sientes tanto frío?—pregunta intrigado Isagi luego de exhalar aire y que este se hiciera una especie de polvo helado.

De donde él es en invierno hace frío, pero no demasiado.

—Estoy acostumbrado...¿No llegan a estas bajas temperaturas a Japón?—añade mientras termina de hacer un par de bolas de nieve.

—No que yo recuerde.¿No te congelas las manos?

—No tengo guantes para el frío.—responde encogido de hombros. Tal vez se enferme por ello, pero no le importa demasiado.

Yoichi se quita uno de sus guantes y toca la mano de Kaiser para sentir su temperatura. Más que emocionarse por el contacto, le genera cierta tensión y sorpresa que el contrario no esté bien abrigado.

—¿Qué haces?—menciona el rubio confundido por el repentino contacto. Se siente muy diferente a cuando su mamá o tía le tomaban de la mano para cruzar la calle cuando era más chico.

—Estás helado, toma.—dice con preocupación para ponerle su guante afelpado.

Kaiser quiso rechazarlo pero, el gesto le pareció tan puro y tierno que no puso objeción. El guante le queda perfecto, a pesar de que Isagi tiene la mano un poco más pequeña que la suya. Esto quiere decir que los guantes deben quedarle un poco grandes al japonés.

Al menos con una mano cubierta, puede envolver la otra con ésta y así recibir calor en ambas.

—Será mejor que vayamos a un lugar más cálido. —opina el rubio.